Aznar cree que el rechazo de Suecia al euro es un aviso para que la UE no "busque atajos" económicos

José María Aznar, ha vuelto a insistir hoy en su papel de garante de las esencias europeas. El presidente del Gobierno español ha interpretado el hecho de que ayer Suecia rechazara sustituir la corona por el euro como una llamada de atención a la Unión Europea para que no caiga en la tentación de "buscar atajos" a las reformas estructurales que requiere la unión monetaria.

Aznar ha reflexionado sobre el resultado del referéndum de ayer en Suecia durante la presentación de un libro en el Patronato de la Fundación de Estudios Financieros, acto al que también ha asistido el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato. Para el político conservador, es imprescindible que los integrantes de la eurozona reflexionen seriamente sobre lo ocurrido en el país nórdico, dejando eso sí la puerta abierta a una posible incorporación que en cualquier caso no podrá producirse antes de 2013. "Las cosas no porque sí ni por casualidad y hay que recobrar el esfuerzo por una economía más estable porque sólo así se consigue más crecimiento".

La reunión de los ministros de Economía de la Unión Europea el pasado fin de semana en Stresa certificó el coma profundo en el que ha caído el Pacto de Estabilidad en los últimos meses. Los representantes de las cuatro potencias económicas de Europa (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido), todos ellos con elevados déficit públicos, apostaron por una "suavización" de sus reglas para favorecer el repunte económico y, lógicamente, por no castigar a París por el incumplimiento de unas normas que todos firmaron hace seis años. Esta postura es rechazada por el Gobierno español, que defiende a ultranza la necesidad de mantener el déficit por debajo del 3% y mantener inflexibles las directrices impuestas para cristalizar la Unión económica y monetaria.

Mantener vivo el proyecto

En cualquier caso, las muestras de decepción ante la decisión de los suecos han llegado hoy desde todos los frentes. Bruselas la ha expresado antes de instar al país nórdico ha elegir "la vía para mantener vivo el proyecto del euro". La Comisión dice haber "tomado nota" de la decisión del pueblo sueco y a recordado que Suecia "podría haber influido" en el proceso de estabilización y modernización de la economía europea si hubiera aceptado hoy ingresar en ella.

A título individual, algunos comisarios han expresado su contrariedad por el resultado de la votación. Pedro Solbes, encargado de Asuntos Económicos y Monetarios, ha lamentado que Suecia no se incorpore a la moneda única aunque ha querido minimizado el resultado por que no afecta a "la estabilidad" de la moneda única. Desde Cancún el comisario de Comercio, Pascal Lamy, ha asegurado que el triunfo del no tiene que ver más con razones psicológicas, de identidad política, que económicas.

Por su parte, la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, ha lamentado "profundamente" el no de Suecia, al considerar que se trata de "una mala noticia para Europa y una mala noticia para Suecia". Palacio ha añadido que los suecos han decidido "lo que les ha parecido más acorde con sus intereses" y que la UE "tomará nota de esa decisión y continuará con la construcción de Europa".