Un responsable de Defensa reconoce que hubo inquietud por las palabras de Blair sobre Irak
El juez Hutton comienza a tomar declaraciones en su investigación por la muerte del doctor Kelly
El juez Brian Hutton, encargado de la investigación sobre la muerte del asesor del Ministerio de Defensa David Kelly, ha comenzado esta mañana a tomar declaración a los testigos del caso. Hoy ha sido el turno de varios responsables del Ministerio de Defensa, incluyendo a Terence Taylor, amigo y colega del doctor Kelly, que ha declarado que le encontró en buen estado de ánimo pocos días antes de su muerte. Un trabajador del Ministerio de Defensa ha reconocido que dos personas del ministerio expresaron su preocupación por la forma en que el primer ministro, Tony Blair, presentó los informes sobre Irak elaborados por los servicios de inteligencia.
Martin Howard, segundo responsable de inteligencia en el departamento de Defensa, ha declarado ante el juez Hutton que dos miembros del ministerio expresaron sus dudas sobre las palabras que Blair utilizó para informar al Parlamento de la amenaza que suponía el arsenal de Sadam Husein, información basada en los informes suministrados por Defensa. Una de las razones en las que el primer ministro justificó su apoyo a la guerra fue que las pruebas de inteligencia "demostraban" Sadam podría desencadenar un ataque químico en 45 minutos.
Sin embargo, Howard ha asegurado que la inquietud del personal de ese Ministerio se centraba en el lenguaje utilizado y que el Gobierno nunca intervino para que en el dossier hecho público en septiembre de 2002 sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak se incluyese que el tiempo en el que Sadam Husein podía lanzar un ataque letal era de 45 minutos. Según su relato, las preocupaciones se centraban en si se debía utilizar la frase "datos de inteligencia sugieren" o "indican" o más bien "demuestran". Este tipo de debates es "habitual", ha explicado Howard.
Bien de ánimo
No obstante, el primero en declarar ha sido su amigo y colega Terence Taylor, director del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Washington, que ha señalado que Kelly tenía un buen "estado de ánimo" poco antes de morir en aparente suicidio y que incluso tenía planes para volver a Irak con los expertos que ahora buscan el supuesto arsenal de Sadam. Taylor, que habló por teléfono con el científico el pasado 14 de julio- cuatro días antes del hallazgo de su cuerpo-, ha descrito a Kelly como un científico "reconocido internacionalmente" en su declaración como primer testigo de la investigación sobre la muerte del experto en armas.
El declarante, que no ha asistido a la vista celebrada en el Tribunal Real de Justicia de Londres y que ha testificado mediante vídeoconferencia desde Australia, ha explicado que en los años 90 trabajó con el científico como inspector de desarme de la ONU en Irak, donde el fallecido hizo una labor "excelente". "Su trabajo en Irak fue notablemente brillante. Llevó a cabo un sistema de inspecciones durante una época muy difícil", ha indicado Taylor, que ha descrito al difunto como su "mentor", a quien conocía desde hacía 16 años.
La de hoy ha sido la primera jornada de comparecencias de una investigación que durará varias semanas y para la que están convocados, entre otros, el periodista de la BBC Andrew Gilligan y varios altos cargos del Gobierno, incluyendo al primer ministro, Tony Blair.
Kelly, asesor del Ministerio de Defensa británico, fue la principal fuente de la cadena pública BBC en un reportaje que acusaba al Gobierno británico de exagerar la supuesta amenaza de las armas iraquíes para justificar la guerra. Aparentemente, el experto se suicidó el 17 de julio, nueve días después de que su nombre fuera filtrado a la prensa y tras comparecer ante la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento que investigó si el Gobierno manipuló datos para atacar Irak. La divulgación pública de su identidad llegó a hacer "insoportable" la vida del experto en armas, según afirmó su esposa, Janice.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.