EE UU exageró la "ambición nuclear" de Sadam para justificar la guerra contra Irak
'The Washington Post' afirma que "la descripción de la amenaza desbordó las pruebas"
Estados Unidos derrotó con facilidad al Ejército iraquí en la pasada primavera. Una de las razones, al margen de la inmensa superioridad tecnológica, pudo ser la cooperación tácita del ministro de Defensa de Irak, general Sultán Hashem Ahmed al Tai, que mantuvo contactos indirectos con Washington antes de la invasión y se encuentra en paradero desconocido. Tras la victoria, sin embargo, la ocupación estadounidense resulta tormentosa. Mientras, la prensa norteamericana eleva el tono del debate sobre las exageraciones prebélicas del Gobierno de Bush acerca del arsenal de Sadam Husein.
The Washington Post abría ayer su edición dominical con un titular a toda página: "La descripción de la amenaza desbordó las pruebas disponibles". Y publicaba un largo informe, de tres páginas, en el que se enumeraban las afirmaciones de la Casa Blanca acerca de la "ambición nuclear" del ex presidente iraquí y se comparaban con la realidad. El texto constituía la investigación más exhaustiva realizada hasta el momento sobre las licencias literarias (la expresión, según el Post, fue utilizada por un alto cargo de una agencia de espionaje estadounidense) que se permitieron Bush y los suyos para convencer a sus conciudadanos y al mundo de que había que invadir Irak con toda urgencia.
La más notoria de esas licencias literarias fue el uso continuo de referencias vagas al "hongo nuclear" y a hipotéticas futuras matanzas en territorio estadounidense. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, intervino en un programa de televisión para pedir a la audiencia que "imaginara" un "11-S con armas de destrucción masiva". El general Tommy Franks, futuro jefe máximo de las fuerzas invasoras, dijo el 12 de noviembre de 2002 que no ir a la guerra podía "acarrear la imagen del primer hongo nuclear sobre uno de los mayores centros de población del planeta". Poco antes, el 7 de octubre, el propio Bush había asegurado que Sadam mantenía continuas reuniones "con científicos nucleares iraquíes, un grupo llamado los muyahidín nucleares, los guerreros santos nucleares". En esa fecha, según The Washington Post, Bush sabía que esos científicos trabajaban en proyectos civiles: una factoría de cobre, un proyecto para extraer grafito del petróleo y un centro de diseño mecánico, entre otros.
"Educar al público"
El diario de Washington indicó que la aceleración de una retórica más o menos falsa coincidió con la creación de un gabinete llamado Grupo de la Casa Blanca sobre Irak, con la misión de "educar al público" sobre la amenaza iraquí. Ese grupo, a las órdenes del presidente, confeccionó la estrategia para conseguir que los estadounidenses apoyaran la guerra y se encargó de coordinar las declaraciones públicas de los máximos dirigentes políticos. Ese grupo y la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, revisaron, por ejemplo, el discurso de Bush sobre el estado de la Unión en enero de este año, en el que se incluyó una referencia al "uranio africano" de Sadam Husein, pese a que la propia CIA consideraba ya que los documentos en que se basaba tal acusación eran falsos.
Mientras se preparaba la guerra, el Pentágono mantenía contactos con los máximos responsables militares iraquíes para recomendarles la rendición o, al menos, la no utilización de las supuestas armas de destrucción masiva. Eso fue anunciado en su momento por el propio Donald Rumsfeld. The New York Times afirmaba ayer, sin embargo, que los contactos habían ido más allá, y que el Pentágono consiguió la cooperación más o menos tácita del ministro de Defensa de Irak.
Las instalaciones de la televisión iraquí no fueron bombardeadas durante la guerra, y una de las razones fue, según el Times, permitir que el ministro de Defensa pudiera realizar alocuciones en las que, según distintas fuentes de los servicios de inteligencia y del exilio iraquí consultadas por el diario, se incluían "veladas señales a las tropas" en el sentido de que "no combatieran contra las fuerzas invasoras". El Ministerio de Defensa tampoco fue bombardeado.
Según la versión oficial, se respetó el centro neurálgico del Ejército de Irak para permitir una rápida rendición. El Times subraya que el ministro, general Sultán, se halla en paradero desconocido, y algunos miembros del exilio iraquí fieles a Washington afirman que su familia organizó un falso entierro para simular de este modo su muerte.
Refugio en Irán
The New York Times indica, citando fuentes anónimas, que en algunos sectores del espionaje estadounidense se lamenta que personas como el general Sultán no fueran mantenidas en sus cargos tras la guerra, con el fin de favorecer la estabilidad política y evitar la actual violencia. El administrador de Irak, Paul Bremer, declaró el viernes al diario neoyorquino, inmediatamente después del atentado que el jueves causó 17 muertes frente a la Embajada de Jordania en Bagdad, que el grupo islámico Ansar al Islam disponía de "cientos de militantes" en Irak dispuestos a organizar actos terroristas.
Bremer dijo que los militantes de Ansar al Islam, un grupo supuestamente vinculado a la red terrorista Al Qaeda, se habían refugiado en Irán tras combatir contra las tropas invasoras y habían conseguido regresar a Irak en fechas recientes. "El espionaje sugiere que Ansar al Islam planea ataques terroristas a gran escala" en Irak, declaró el virrey estadounidense.
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