La victoria de la derecha en la primera vuelta augura el fin de la cohabitación

El presidente de Francia, el neogaullista Jacques Chirac, no tendrá que compartir el Gobierno con un Ejecutivo de izquierdas y evitará así la temida cohabitación si se confirman en la segunda ronda de las legislativas la tendencia de la primera vuelta, celebrada ayer. Según el escrutinio definitivo, a falta de contabilizar los votos en las colonias (20 distritos), la derecha ha obtenido el 43,94% de los votos, mientras que la izquierda se queda en el 36,04%, la extrema derecha en el 12,55% y la izquierda radical en el 5,08%.

Los resultados, que indican un sensible retroceso de los ultras respecto de su inesperado éxito en las presidenciales, han sido bien recibidos por los mercados franceses, cuyo principal índice, el CAC 40 de la Bolsa de París, subía un 0,93% a las 11 horas.

El dato más preocupante ha sido el de la participación. Sobre los 41 millones de franceses llamados a las urnas tan sólo 26.115.446 han ejercido su derecho. Así, la abstención ha batido un récord histórico al ascender al 35,11%, más un punto superior a la de 1998. Los analistas ya habían avanzado este fenómeno por ser la tercera vez en siete semanas que los franceses son llamados a las urnas (tras las presidenciales de abril y mayo), y al coincidir los comicios con el Mundial de fútbol y la final del torneo de tenis de Roland Garros.

Desgranados estos datos por partidos, la Unión para la Mayoría Presidencial (UMP, de Chirac) se adjudica el 33,35% de los votos. El Partido Socialista logra el 23,94%, el Partido Comunista Francés el 4,95%, y Los Verdes el 4,47%. El Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen ha sumado el 11,23% de los votos.

Reparto de los escaños

En base a las estimaciones de los resultados de la primera vuelta, la derecha tendría prácticamente asegurada la mayoría absoluta de los 577 escaños de la Asamblea Nacional, donde ocuparía entre 380 y 433 asientos. La izquierda se quedaría con sólo entre 135 y 192, mientras que el Frente Nacional podría lograr un máximo de cuatro escaños.

El primer ministro francés, el centroderechista Jean-Pierre Raffarin, se ha felicitado del mensaje "favorable", que "crea confianza", lanzado por el electorado en la primera ronda de las Legislativas, en la que la derecha ha llegado claramente en cabeza. Por su parte, el ex ministro socialista de Economía y Finanzas, Laurent Fabius, ha pedido a los que se han abstenido en esta primera vuelta de las elecciones legislativas que acudan a las urnas en la segunda para evitar un Parlamento "monocolor", tras conocer las estimaciones que dan a la derecha una clara ventaja.

Las declaraciones del líder ultraderechista tampoco se han hecho esperar. Jean-Marie Le Pen ha denunciado que los resultados que se apuntan "es la consecuencia natural de un sistema fuertemente antidemocrático que han establecido los que están en el poder, la derecha y la izquierda, que, por otra parte, están en connivencia para hacerse reelegir e impedir así a millones de franceses estar representados en la Asamblea Nacional".