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ENSAYOS DE PERSUASIÓN
Columna
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Cinco años del Gran Confinamiento global que cambió el mundo para siempre

La magnitud del confinamiento, aunque doloroso, contuvo el número de muertos de la covid

Confinamiento covid
La Gran Vía de Madrid el 26 de abril de 2020, vacía por el confinamiento a causa de la pandemia de covid 19.Miguel Pereira (GETTY IMAGES)
Joaquín Estefanía

Apenas había pasado un lustro desde el final de la Gran Recesión, el trastazo monumental de la economía mundial, el golpe más duro que había sufrido el capitalismo desde el crash del 29 que solo terminó con la Segunda Guerra Mundial. Entonces apareció la pandemia de la covid, que ya no era un fenómeno económico, pero que llevó a que el planeta se paralizase totalmente durante el segundo trimestre de 2020. Se cumplen ahora cinco años de aquella experiencia inédita.

Entonces, la que era economista jefe del Fondo Monetario Internacional (y hoy subdirectora gerente de la institución), la indoamericana Gita Gopinath, calificó el confinamiento de toda la población como un desastre insólito en el que la magnitud y la rapidez de la paralización de la actividad fue algo que nunca se había experimentado. El enorme recorte del crecimiento económico en un periodo tan corto hizo que el Gran Confinamiento se convirtiese en la peor recesión desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado, superando a la crisis financiera de los años 2008 a 2014. Por primera vez, tanto las economías avanzadas como las de los países en desarrollo y mercados emergentes sufrían una estrepitosa caída.

¿Habíamos aprendido algo? Al revés que en la Gran Recesión anterior se lanzaron al agua todos los salvavidas del Titanic: intervenciones de los gobiernos y de los bancos centrales, garantías de créditos, servicios de liquidez, periodos de gracia para los préstamos, ampliación del seguro de paro, expedientes de regulación temporal de empleo, ingresos mínimos vitales, protecciones reforzadas, exoneraciones fiscales, etcétera. En suma, creación de escudos sociales y empresariales para sobrevivir a los efectos de la pandemia. Medidas gubernamentales que afectaron severamente a las economías de los países y al estilo de vida de los ciudadanos, por ejemplo con el teletrabajo, solo posible en sociedades digitales.

Ello supuso un cambio de paradigma, en muchos casos por necesidad y no por convencimiento. Pues la ideología neoliberal (que cada palo aguante su vela o, como lo ha denominado alguien, el desencanto de la política por la economía) está muy arraigada en la sociedad desde la década de los ochenta del siglo pasado, por lo que demasiadas personas han crecido con ella y creen en ella. La vuelta al intervencionismo estatal trató de sustituir a la bomba de neutrones del neoliberalismo. Había que combatir el incremento del paro, los colapsos de industrias como las del turismo, la aviación o la hostelería…, el cierre masivo de las escuelas y las universidades, la suspensión de todo tipo de actos colectivos, el abandono de miles de tiendas y pequeñas y medianas empresas, la desaceleración del consumo, la ruptura de la cadena de suministros con una escasez generalizada de productos farmacéuticos, electrónicos y manufactureros que pusieron delante de nuestros espejos la vulnerabilidad de una economía que se estaba construyendo con la deslocalización permanente. Y por encima de todo, el desbordamiento hospitalario y los límites del Estado de bienestar en las sociedades en el que este existía. Habrá otras ocasiones para hablar de los problemas que ha dejado esa intervención en forma de deuda e inflación.

El virus provenía de China. Quizá no se le dio suficiente relevancia hasta que llegó con toda su intensidad a países vecinos como Italia. El 14 de marzo de 2020 un demacrado presidente de Gobierno apareció en las televisiones decretando el estado de alarma para todo el territorio español ante unas cifras de muertos que no dejaban de crecer; apenas tres días después los fallecimientos empezaron a contarse por cientos al día, en una tendencia que siguió escalando hasta alcanzar el pico de 950 muertos a causa de la covid el 2 de abril de ese mismo año.

Cinco años es una fecha recordatoria de tantos caídos como otra cualquiera. Y de los años peligrosos, yendo hacia atrás (Gran Recesión, desplazamientos de centenares de miles de refugiados, el Brexit) o hacia adelante (Ucrania, Gaza).

No, la historia no ha terminado.


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