Urbanismo, feminismo y... ¿vida microbiana? Mariana Pestana revienta los límites del diseño en la Bienal de Estambul
Esta arquitecta portuguesa afincada en Londres está al frente de la quinta edición de un proyecto híbrido que comenzó el año pasado en la ciudad del Bósforo y cuya revolucionaria programación se ha extendido hasta este verano
Mariana Pestana tiene uno de esos perfiles profesionales imposibles de resumir en la casilla de la declaración de la renta. Esta portuguesa afincada en Londres es arquitecta, pero su trabajo consiste en escribir, investigar y desarrollar proyectos que abordan el diseño desde lo social, lo tecnológico e incluso la ficción. Tras participar en el comisariado de The Future Starts Here (Victoria & Albert, 2018) y Eco Visionaries (Matadero, 2019), este año está al frente de la quinta edición de la Bienal de Diseño de Estambul, un proyecto híbrido que comenzó su andadura en octubre de 2020 y cuya clausura, prevista para el pasado abril, se ha ido diluyendo en proyectos que aún pueden verse en la ciudad del Bósforo.
En este proyecto brillan por su ausencia las intervenciones grandilocuentes habituales en otras citas del sector. En Estambul, Pestana entrecruza el diseño y la arquitectura con la danza contemporánea, el feminismo, la gastronomía, la ecología e incluso la vida microbiana que dice tanto de la historia de la metrópolis turca como sus visitadísimos monumentos turísticos.
El título de la bienal es Empathy Revisited, empatía revisitada. Es un concepto muy presente ahora. ¿Qué significa para usted? Cuando me puse a investigar me fascinó descubrir que una de las primeras personas en escribir sobre la empatía fue Violet Paget, la novelista y escritora política que publicaba bajo el seudónimo de Vernon Lee. Describió la empatía como una relación entre las personas y los objetos, o entre las personas y el mundo natural. Me pareció interesante recuperar el término en esta época de crisis climática e inteligencia artificial.
¿Y cómo aplica la empatía al diseño? Esa fue la pregunta que me planteé, y llegué a la conclusión de que consiste en diseñar para más de uno, para más de un cuerpo, para más de una perspectiva. Los diseñadores ya no podemos considerar el bienestar como algo aislado, sino como parte de un ecosistema. Debemos diseñar para la multitud de entidades y espacios afectados por cualquier intervención. Me di cuenta de que muchos arquitectos y diseñadores pensaban así, y les invité a esta bienal.
¿Qué importancia tiene en el proyecto la ciudad de Estambul, que no es una capital del diseño al uso? Estambul no es Milán, pero esta bienal se celebra desde hace diez años y se ha convertido en un lugar donde se debaten muchas ideas. Estambul es Estambul. Me fascinan los objetos y las acciones de cada día, y allí hay ciertas prácticas cotidianas que no puedes soslayar. Por ejemplo, las casas que la gente construye para los gatos callejeros o para los pájaros son como pequeños castillos. Hoy en el mundo académico se habla mucho de diseño interespecie, sobre cómo diseñar para distintas especies, y estas construcciones son exactamente eso. También hay prácticas que tienen que ver con la agricultura, con los bostans, huertos comunitarios que datan de hace muchos siglos y que tienen modelos de gestión muy interesantes. He aprendido de la ciudad, y también he adquirido una perspectiva interesante gracias a los artistas que trabajan en ella. Por ejemplo, Ayşenaz Toker y Merve Tuna han creado object*oriented*magic, una película en la que analizan la relación entre los objetos y la superstición en Turquía.
Una de las secciones más llamativas de la bienal se llama Civic Rituals, ritos cívicos. ¿En qué consisten? Los rituales son secuencias de gestos que hay que realizar en cierto orden con sentido simbólico. Son prácticas, protocolos, formas de etiqueta social que desarrollamos con los que nos rodean y que hablan de las creencias de la sociedad, de nuestros valores. Los proyectos que hemos integrado en esta sección plantean objetos que posibilitan rituales de encuentro entre las personas, pero también entre especies distintas, como sucede en Microbial Fruits of Istanbul [una obra de Orkan Telhan y el estudio español elii que explora la vida microbiana de los bostans], o en la isla artificial para aves migratorias que ha creado Studio Ossidiana. Estos rituales, más allá de los gestos, son una invitación a que el público considere la dimensión simbólica de cada acto.
La sección Critical Cooking Show, programa de cocina crítica, de la plataforma eflux, aborda la gastronomía. ¿Qué relación hay entre comida y geopolítica? La comida me parece fascinante, porque todo el mundo tiene opinión sobre ella. Este proyecto nos permite hablar de diseño a una escala distinta, desde la composición química del comino hasta el modo en que el patriarcado se expresa a través de los utensilios de cocina. La comida es un caballo de Troya para tratar temas muy complejos.
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