Una subasta para mitómanos: del jersey más icónico de Lady Di al tocado de boda de Carrie Bradshaw
La colección ‘Fashion Icons’ de Sothebys, abierta a pujas desde el 31 de agosto hasta el 14 de septiembre, incluye míticas prendas de leyendas de la moda como Madonna o Lauren Bacall, pero la joya de la corona son las que pertenecieron a la princesa de Gales
En un partido de polo en junio de 1981, recién comprometida con el entonces príncipe Carlos, Lady Diana Spencer lució un llamativo jersey rojo estampado con ovejas. Todas eran blancas menos una, la negra, la que consiguió acaparar la atención de todo el mundo. Muchos lo entendieron como una metáfora de quien estaba a punto de convertirse en princesa de Gales, como si quisiera manifestar que se sentía un bicho raro que no encajaba dentro del rebaño que suponía para ella la familia real británica. El desde entonces mítico jersey, diseñado por Warm and Wonderful, se dañó y la firma recibió una carta oficial del palacio de Buckingham solicitando su reparación o reemplazo. Inmediatamente, tejieron un nuevo suéter y se lo mandaron a Diana, que volvería a lucirlo en otro partido de polo en 1983. El original se ha mantenido olvidado en una pequeña caja en el ático de Sally Muir y Joanna Osborne, creadoras de Warm and Wonderful, que no podían creerse que hubiera estado ahí algo más de cuatro décadas cuando se lo encontraron el pasado mes de marzo, mientras buscaban un antiguo patrón. “Ahora este único suéter de oveja está listo para llegar a manos de un afortunado coleccionista”, aseguran las diseñadoras en un comunicado de la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York, que pondrá a la venta esta icónica prenda este 31 de agosto.
El jersey bautizado como Black Sheep (oveja negra) encabezará la venta inaugural de la subasta Fashion Icons, con pujas en línea abiertas desde el 31 de agosto hasta el 14 de septiembre (durante la semana de la moda de Nueva York). El lote del suéter con el puño dañado por Lady Di y las dos cartas oficiales en las que se solicita su reparación será uno de los platos fuertes de la subasta y se estima que alcance un precio final de entre 50.000 y 80.000 dólares. Aun así, la verdadera joya de la corona será otra prenda de quien fuera princesa de Gales: un vestido de noche de Murray Arbeid que Lady Di vistió en dos ocasiones en 1985 ―en la celebración del 21º cumpleaños del príncipe Eduardo y en un banquete en la Mansion House, en Londres―. El vestido de terciopelo negro, sin tirantes, que se abre en una silueta de tafetán blanco, podría llegar a venderse por un precio entre los 80.000 y los 120.000 dólares, según estima la casa de subastas.
Pero la subasta no va de la princesa Diana, sino de iconos de la moda. Y uno de los iconos de la moda por excelencia, aunque sea un personaje de ficción, es Carrie Bradshaw. El vestuario del personaje que interpreta Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York ha inspirado multitud de tendencias y hay concretamente un accesorio inolvidable para los fanáticos de la franquicia: el tocado en forma de ave que completó su look de novia para su fallida boda con Mr. Big en 2008, en la primera película sobre la serie.
El accesorio era su “algo azul” para el enlace y se espera que ahora se pague por él entre 40.000 y 70.000 dólares. Catalogado como “tocado de ave del paraíso taxidermiado vintage”, presenta la cabeza verde del ave con una pequeña pluma marrón y varias plumas azules más grandes. “Desde el momento en que el mundo vislumbró el conjunto de Carrie, el icónico tocado se convirtió en una de las piezas memorables, si no la más, del querido personaje, ya que encarna perfectamente su estilo audaz y empoderado”, ha señalado la casa de subastas en su cuenta de Instagram. Tanto es así, que el famoso accesorio ha aparecido recientemente en el primer capítulo de la segunda temporada de And Just Like That..., la secuela de Sexo en Nueva York, cuando Carrie vuelve a lucir su conjunto nupcial para asistir a la gala Met. Eso sí, la casa de subastas advierte de que este lote “contiene especies en peligro de extinción” y, por tanto, “debe ser enviado a su destino final dentro de Estados Unidos o recogido personalmente en Nueva York”. Sotheby’s recomienda que los compradores consulten con su propio gobierno sobre cualquier requisito de importación antes de hacer una oferta.
Los fanáticos de Titanic o de su protagonista, Kate Winslet, también podrán pujar por el vestido de Givenchy que la actriz lució en la gala de los Oscar de 1998, cuando estuvo nominada a mejor actriz por su interpretación de Rose en la película que la impulsó a la fama. “Cuando asistí a los Oscar con Titanic, el vestido era como una escultura bordada. Fue increíble. Tengo que ser honesta, no era del todo cómodo para usar o sentarse, pero valió la pena”, confesó la intérprete en una entrevista en 2021. El conjunto, inspirado en el vestuario de estilo eduardiano del filme, está hecho de seda verde y presenta bordados a mano de oro y cuentas de cristal, que representan ramas de sauce y una libélula. Se estima que alcance en la puja entre 30.000 y 60.000 dólares.
Ese margen de precio es el que se espera que alcance también el vestido con el que Michelle Obama destacó en una gala benéfica navideña en 2010. La ex primera dama estadounidense lució un vestido de encaje negro vintage, algo que cautivó al público y a los medios de comunicación porque era la primera vez que escogía una prenda de segunda mano para un evento público. Es más, era la primera vez que una primera dama lo hacía. Durante los ocho años que ostentó ese cargo, Michelle Obama promovió la sostenibilidad a través de varias iniciativas, como plantar un jardín en la Casa Blanca y organizar un mercado de agricultores, recuerda la casa de subastas. Su decisión de usar un vestido de alta costura vintage ―diseñado por Norman Norell, considerado el padre de la alta costura estadounidense― apoyó su defensa de la sostenibilidad.
La subasta incluye una pequeña aportación de otro icono indiscutible: Madonna. Los editores franceses, italianos y españoles de Vanity Fair la seleccionaron para aparecer simultáneamente en la primera página de las tres ediciones europeas del pasado mes de enero, como la pionera de una serie de portadas dedicadas a leyendas que han dado forma significativa a la cultura moderna. Como todo lo que hace la cantante, la foto de portada no pasó desapercibida. La reina del pop aparecía caracterizada como la Virgen de los Dolores, con lágrimas en los ojos y cubierta con una mantilla negra sobre un velo de encaje blanco. Muchos la criticaron por usar símbolos religiosos de una forma que consideraron irrespetuosa. Ella, más que acostumbrada a las críticas, reconoció en la entrevista del interior de la revista que era “un gran momento” en su vida: “Estoy reuniendo ideas, inspirándome, saliendo con gente creativa, viendo películas, viendo arte y escuchando música”. El velo de encaje que se puso en esa controvertida sesión de fotos forma parte de la subasta de Sotheby’s. Su origen se atribuye a Bruselas, a la década de 1910, y la casa de subastas estima que se puje por él hasta alcanzar un precio entre los 10.000 y los 30.000 dólares.
La colección se completa con cuatro lotes más. Cuatro bolsos de Hermès que pertenecieron a la misma persona, a un icono de la moda que precede a todas las demás: Lauren Bacall. La legendaria actriz, símbolo del estilo americano de la década de los cuarenta del pasado siglo, se hizo mundialmente conocida por su aspecto sofisticado y atemporal. Así lo demuestran los cuatro bolsos de su colección privada, todos de 1972 y 1973 ―estimados en precios que van desde los 1.000 hasta los 12.000 dólares―. Para quien no pueda permitirse pujar por los lotes, pero quiera verlos de cerca, estarán expuestos en la casa de subastas de Nueva York del 7 al 13 de septiembre.
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