Sigue el baile de títulos en Buckingham: el príncipe Eduardo se convierte en duque de Edimburgo
En el día de su 59º cumpleaños, el hermano pequeño de Carlos III recibe el título que ostentaba su padre y que le prometió hace años. Esta misma semana, los hijos de Enrique de Inglaterra han sido nombrados oficialmente príncipes
La línea sucesoria de la familia real británica está viviendo importantes alteraciones en la última semana. Los cambios en los títulos de los miembros de la institución comenzaron el miércoles, cuando el príncipe Enrique y Meghan Markle se refirieron a su hija Lilibet como princesa. Horas después, el jueves, se confirmaba ese cambio de estatus en la web oficial de la corona. Ahora, el viernes, le ha tocado el turno al príncipe Eduardo, hermano menor del rey Carlos III. Hasta ahora, poseía los títulos de conde de Wessex y Forfar, que ha cambiado al de duque de Edimburgo.
El prestigioso título de duque de Edimburgo le fue otorgado al príncipe Felipe —padre de Eduardo— por el rey Jorge VI cuando se casó con su hija, la princesa y después reina Isabel en 1947. Pero después de la muerte de Felipe en abril de 2021 y de la monarca en 2022, y con la inminente coronación de Carlos como rey, el baile de títulos ya ha comenzado. Era de conocimiento público que el príncipe Felipe quería que el conde de Wessex heredara el título que él ostentó durante siete décadas. Un reconocimiento que ha tardado seis meses en llegar, pero que el rey ha hecho coincidir con el cumpleaños de su hermano y también con su visita a Edimburgo, en la tarde de este mismo viernes.
El cambio en el título ya se ha actualizado en la página oficial de palacio. La esposa de Eduardo desde hace 24 años, Sofía, la condesa de Wessex, pasa a ser inmediatamente duquesa de Edimburgo. En el caso de los hijos que ha tenido el matrimonio también habrá ciertas modificaciones. El pequeño, James, hasta ahora vizconde de Severn, de 15 años, se convierte en el nuevo conde de Wessex, una especie de recambio de su padre, que deja atrás un título que ya es menor para él. En cambio, su hija mayor, lady Luisa Windsor, de 19 años, no sufrirá ningún cambio.
“Su Majestad el rey se complace en conferir el ducado de Edimburgo al príncipe Eduardo, conde de Wessex y Forfar, con motivo del 59º cumpleaños de su alteza real. El título lo ostentará el príncipe Eduardo durante toda su vida”, explica el comunicado emitido por palacio. Por tanto, el título no es hereditario: en el momento en el que Eduardo fallezca, quedará de nuevo vacante y será devuelto a la corona. “El ducado fue creado por última vez para el príncipe Felipe en 1947, tras su matrimonio con la princesa Isabel, quien ostentaba el título de duquesa de Edimburgo antes de acceder al trono en 1952. Los nuevos duque y duquesa de Edimburgo se enorgullecen de continuar con el legado del príncipe Felipe, de promover oportunidades para que los jóvenes de todos los orígenes alcancen su máximo potencial”, continúa el comunicado. Este nombramiento no aportará a los nuevos duques ningún ingreso monetario ni territorial.
🎉 Wishing the new Duke of Edinburgh a very Happy Birthday today!
— The Royal Family (@RoyalFamily) March 10, 2023
The King has conferred the Dukedom of Edinburgh upon his brother, Prince Edward, on his 59th birthday.
🔗https://t.co/Yxe8lDc3pe pic.twitter.com/EGQcqrTcKx
En los últimos años de vida de Felipe de Edimburgo, Eduardo se mostró muy cercano a su padre, e incluso llegó a asumir gran parte del trabajo de los prestigiosos premios duque de Edimburgo, a los que hace referencia la última parte de ese comunicado. Desde que Eduardo y Sofía se casaron, en junio de 1999, ya se daba por supuesto que el ducado pasaría a ellos tras la muerte de Felipe. En abril se cumplirán dos años del fallecimiento del marido de Isabel II y, entonces, el título pasó inmediatamente a su hijo mayor. Pero cuando este se convirtió en monarca, fue devuelto a la corona.
La decisión ha tardado unos meses en llegar porque, al parecer, Carlos III no quería otorgarle este importante reconocimiento a su hermano pequeño. Desde la muerte de su madre, Eduardo llegó a ser el tercero en la línea de sucesión al trono y ahora ocupa el 13º; previsiblemente, seguirá descendiendo posiciones según quienes le adelantan (especialmente los hijos de Guillermo y de Enrique) vayan creciendo y teniendo sus propias familias.
El matrimonio de los Wessex ha hablado en reiteradas ocasiones sobre la herencia de este título. Una de ellas fue en la entrevista con el diario británico The Telegraph en junio de 2021. La condesa recordó el momento en el que su suegro les preguntó a ambos si estaban dispuestos a recibir el ducado: “Nos sentimos un poco aturdidos. Literalmente vino y nos dijo: ‘Me gustaría mucho que lo considerarais”. Eduardo reconoció vivir un momento agridulce tras la propuesta: “La única forma en la que el título podría llegar a mí es después de que mis padres fallecieran”. De hecho, el título tendría que haberlo heredado Andrés, el duque de York, tercer hijo de la reina Isabel y mayor que Eduardo: “Mi padre estaba muy interesado en que el título continuara, pero no se movió lo suficientemente rápido con Andrés, por lo que finalmente tuvo la conversación con nosotros. Fue una idea encantadora; un pensamiento encantador”. Estos últimos años la figura de Andrés ha perdido mucho peso dentro de la familia real británica a causa de su escandalosa relación de amistad con el pedófilo Jeffrey Epstein y de las acusaciones por parte de Virginia Giuffre, que afirma que, cuando ella tenía 17 años, Andrés abusó de ella. Todo ello le ha hecho tener que renunciar a sus funciones públicas y, hace un año, le fueron retirados todos sus patronatos reales y títulos militares. En esta nueva etapa, Carlos III también le está apartando de la agenda y de toda representación. Por tanto, habría sido un sinsentido que le otorgara un reconocimiento de este calibre.
Fuentes cercanas a palacio, tal y como ha explicado el tabloide británico Daily Mail, han asegurado que este anuncio no tiene nada que ver con el nombramiento de Archie y Lilibet, los hijos de los duques de Sussex, Enrique y Meghan Markle, como príncipe y princesa. Como es tradición en el seno de la familia real, los nombramientos se llevan a cabo el día del cumpleaños. Además, entienden que tras la muerte de Eduardo, el título pasará a uno de los hijos de los príncipes de Gales, y muy probablemente sea al pequeño, Luis de Cambridge.
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