Menú semanal de El Comidista (12 a 18 de febrero)

Sana, saciante y llena de sabor. Esta ensalada te ayudará en tu meta. Y, además, la combinación de verduras cocidas y crudas hará que repitas (pero no que te repita).

Ahí va un spoiler: la salsa que resulta del jugo del pollo, los ajos tiernos y el moscatel es de esas que te puedes comer una hogaza de pan mojándola en ella.

Este jetapostre lleva una reducción de vino blanco y miel, y tiene un punto crocante que te devolverá la fe en la humanidad. Y esos fresones, ¿quién puede resistirse a ellos?

Podría ser una versión vegana del ramen, sin cerdo pero con un sabor muy intenso y contundente gracias al miso. Para estos días de frío, viene que no veas.

Si al ver estos macarrones has llenado el teclado de babas, enhorabuena: formas parte del común de los mortales que morimos por la pasta.

¿Un tiramisú con cerveza? Sí, se puede. Y no, no nos hemos vuelto locos. Este lleva cerveza negra, en lugar de café. Y queda mucho menos empalagoso.

Si eres un purista y solo preparas los mejillones al vapor, no sigas leyendo. Porque, tal vez, te convenzas de que con esta salsa saben, incluso, mejor.

No hay menú que se precie sin legumbres. Este platazo te reconstituirá de esa bajona de comienzos de año. Y te dará la fuerza de Popeye, que nunca viene mal.

Si sabes pelar una naranja, sabes hacer este postre. Y si tienes canela en rama y chocolate, qué te vamos a contar. Ya estás tardando.

Este primero puedes servirlo tibio o frío y tunear a tu gusto. Y lo más complicado que tendrás que hacer es pasar una yema de huevo por un colador. Ya nos dirás.

La cremosidad de este arroz te recordará que ya no queda nada para el viernes. Que febrero es menos fiero de lo que parece y que la vida, a veces, afloja un poco. 

Y si todo lo anterior no te convence, esta tarta semifría te llevará a horcajadas hasta el fin de semana. Que, al fin y al cabo es un estado mental.

Empezar el viernes con una crema de verduras no es, lo que se dice, vivir al límite. Pero con esta receta lo convertirás en un festival de sabor.  

Huevos, bacalao, cebolla y pimientos. Si haces esta tortillaca serás el amo del cotarro. No necesitas más que ganas y escoger su jugosidad.

Dale una oportunidad al pomelo, ¡hombre ya! ¿Lo has probado asado? ¿No? Pues ahí lo tienes.

La rica salsa canaria pega con casi todos los pescados. Y aquí tienes una prueba de ello. Para que arranques el sábado con mojo.

Hecho en casa, este bollo sabe más rico. Y además controlarás tú las cantidades (y lo que le añades). Para darse un homenaje con criterio.

Vale, es domingo. Bajona y eso. Pero este untable te ayudará a olvidarte de que al día siguiente es lunes. Con unas regañás o unos picos, volverá a ser sábado en tu cabeza.

Panettone con pasas y albaricoque seco. Si no tienes a nadie que te lo esconda, después de probar un trozo, ya estás tardando en apuntarte al gimnasio. Y, ahora, en serio.

Hace un frío que pela y, seguramente, lo que más te apetezca es que sea verano otra vez (y no solo en tu cabeza). Así que ahí van unos cócteles que te harán sentir como si estuvieras en un refugio alpino.