Crema de brócoli y lentejas rojas

Ya estamos en esa época del año en la que se agradecen las cremas que se pueden tomar frías o calientes, ya que las temperaturas varían a lo loco de un día para otro, e incluso entre el mediodía y la noche. Sin ir más lejos, esta mañana Barcelona ha amanecido bajo el diluvio universal y bastante fría, y a la hora de comer estábamos viviendo la más alucinante de las primaveras, y en manga corta. No puedo parar de pensar en el posible tiempo que nos depararán la tarde y la noche: ¿monzones?¿granizo?¿brisa tropical?

Por eso una misma crema que se pueda tomar caliente cuando hace pelete y fría o a temperatura ambiente en los momentos de calor se puede convertir en nuestro mejor comodín durante esta época de temperaturas locas. El acompañamiento escogido, unos picatostes sencillos casi sin aceite, también funcionan fenomenal con ambas temperaturas. Pero vamos con el contenido.

Las lentejas rojas son seguramente las legumbres más rápidas de cocinar del mundo: no necesitan remojo previo y están listas en menos de 20 minutos. No tienen hollejo, lo que hace que se deshagan una vez cocinadas y sean estupendas para convertirse en cremas, purés o sopas potentorras y gozositas, como diría nuestro panadero de cabecera Ibán Yarza.

Un brócoli y una buena cantidad de puerro y cebolla, que le darán una textura sedosa, rematarán la jugada, el caldo de verduras le dará sabor y una cucharada de queso quark en el momento de servir hará que en cada cucharada haya un poco de paraíso lácteo: no se le puede pedir mucho más a una crema de verduras y legumbres. Bueno, sí: que se pueda preparar en cantidad y congelar fácilmente: dobla las cantidades y procede, ya verás qué bien. Si quieres una comida completa, atízale un huevo escalfado y prepárate a sentir.

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