La crema de calabaza perfecta
Puede ser una delicia, y puede ser la sopa más sosainas del mundo: todo depende de cómo la hagas. Aquí tienes todas las pautas para alcanzar la cumbre cucurbitácea.
Cada otoño me entrego a la crema de calabaza y no paro de bañarme en ella hasta principios de la primavera. La he hecho de mil formas y añadiéndole dos mil ingredientes. Si puedo hablar con autoridad de algún plato, cosa bastante dudosa por otra parte, es de éste. Así que desde mi posición de Master of The Universe for The Smashing Pumpkin, hoy os voy a comer la oreja con una clase para prepararla. Porque aunque muchos insensatos creáis que para este menester basta con arrojar cuatro cachos de esta hortaliza, ponerlos a hervir y triturarlos, alcanzar la excelencia en el mismo tiene su qué. Tampoco es que haya que hacer virguerías: con seguir cuatro o cinco normas básicas, es suficiente. Y en el vídeo las tienes todas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.