Alitas crujientes al horno con mostaza y miel
¿Se pueden conseguir unas alitas perfectamente crujientes sin tener que freír? ¡Por supuesto! El secreto está al alcance de tu mano: seguramente, en tu propia alacena.
Casi cualquier comida que deba comerse con los dedos y pida bastantes servilletas durante el proceso me gusta, y las alitas de pollo no son una excepción. Confieso que pringarme los dedos, recordar nuestro pasado paleolítico, hacer 'gronfgronf' y pelear duramente por ese trocito de carne pegada al hueso me llena de absoluta y gorrina satisfacción. Lo que ya no me gusta tanto es rebozar ni freír, así que hace tiempo que tuve que buscarme la vida para no perderme una de las mayores virtudes de las alitas bien hechas –a saber: la textura crujiente– aún cocinándolas en el horno.
La solución resultó estar en la levadura tipo Royal, que normalmente se usa en pastelería para levar bizcochos y demás dulces (es lo que en inglés se llama baking powder, no el bicarbonato de sodio, que sería otro tipo de impulsor, conocido como baking soda). Sobre las alitas, este compuesto –que no da sabor, al menos en esta cantidad– hace que queden crujientes, doradas y tremendas sin necesidad de haber pasado por aceite hirviendo. También es importante cocinarlas a dos temperaturas: primero baja, para que la grasa se derrita y desaparezca –en parte– mientras la carne queda jugosa, y después a tope para favorecer la creación de la capa crujiente.
Dejarlas dormir en una marinada de hierbas y especias es lo que dará un sabor imbatible a nuestras criaturitas. Yo he optado por un rollo bastante mediterráneo porque quería acompañarlas de una salsa de mostaza y miel, pero si lo que os apetece es llevarlas de viaje a Asia, podéis marinarlas con jengibre, soja y cinco especias chinas, y acompañarlas con una mayonesa de lima y sriracha. Ya que encendéis el horno, podéis poner unas patatas cortadas en gajos y unas berenjenas en rodajas sobre papel de horno para rematar la cena. Y así, hasta donde os de la imaginación.
Dificultad: Es casi más laborioso comerlas que prepararlas (y así es como debe ser)
Ingredientes
Para 4 personas
- 1,2 kg de alitas de pollo (cortadas y sin la parte de la punta)
- 2 cucharadas de hierbas provenzales
- 1 cucharada de pimentón al gusto (dulce o picante)
- 1 sobre de levadura Royal
- 3 cucharadas de harina de fécula de maíz (tipo Maizena)
- El zumo y la ralladura de un limón
- 3 cucharadas de mostaza de Dijon (o, si se prefiere, una más suave)
- 3 cucharadas de miel
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada de salsa Perrins
- 1 cucharada de vinagre de manzana
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
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