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Un aceite para mojar pan (y el vinagre no se queda atrás)
Un aceite para mojar pan (y el vinagre no se queda atrás)Mònica Escudero

Veinte productos populares de Carrefour, de peor a mejor

Hummus, guacamole picante, garbanzos con espinacas, gildas, tomate frito, patatas sabor kimchi y vinagre de Jerez: luces y sombras en la cata del supermercado francés

Empezamos con Mercadona, después catamos 20 de los productos más populares de Lidl e, inasequibles al desaliento, con pulso firme -y un Almax en el bolsillo, por si acaso- nos lanzamos carrito en mano por los pasillos de la cadena francesa Carrefour. ¿Será casualidad que las tres que hemos escogido hasta ahora tengan jingles muy pegadizos, o estos incluyen mensajes ocultos que se nos meten en el cerebro y nos han obligado a ello? Nunca lo sabremos, porque Jiménez del Oso ya no está para aclararlo y andamos huérfanos de parapsicólogos de referencia.

Carrefour utiliza el mismo sistema que Mercadona para catalogar su línea de alimentación: un solo paraguas con el nombre de la marca, dividido en secciones como ‘Mercado’ -para carnes, aves o embutido cortado, entre otras-, ‘Selection’ para su línea gourmet, ‘Sensation’ para un combo que no entendemos muy bien donde entran desde snacks dulces y salados hasta postres de soja pasando por cerdo agridulce o tortillas de trigo o ‘De nuestra tierra’ para los productos de origen nacional con DOP u otras cualidades destacables.

Hemos puesto nuestras papilas a trabajar para catalogar productos como salsa de tomate, kéfir, hummus, aceite, vinagre, pechuga de pavo, alcachofas con jamón, queso, crema de calabacín o macarrones a la boloñesa que no necesitan frío. Los hemos ordenado de peor a mejor, desde los que nos dejaron con síndrome de estrés postraumático palatal hasta los que han venido a nuestra alacena para quedarse. Luces, sombras, dudas en el etiquetado y más de una sorpresa: la suerte está echada.

Ensalada a la italiana

Brutta ciao, ciao, ciao
Brutta ciao, ciao, ciaoMònica Escudero

Aunque la idea de meter pasta y “ensalada” en una lata ya nos hacía sospechar de la magnitud de la tragedia, la realidad superó con creces la expectativa. El atún estaba completamente seco, mientras la zanahoria, el maíz y el tomate mostraban una blandura inquietante. Como las penas compartidas son menos, lo probamos en una comida con amigos y familia (sorprendentemente, todos me siguen hablando). Kiko Amat comentó con toda la razón que era imposible describirlo sin usar la palabra “pastoso”, porque la misma estaba desintegrada y convertida en un engrudo inenarrable (además de ser tricolor, que hace llorar a mi compañera Anna Mayer). El conjunto es tan dulzón que ni siquiera se percibe su exceso de sal: después de probarla, me planteo que si “irse a la francesa” es hacer bomba de humo y no despedirse de nadie, hacerlo “a la italiana” después de llamar así a este engendro, debería ser cantando ‘Bella Ciao’ y pidiendo perdón de rodillas a todo un país. Precio: 2,45 euros los 250 gramos. Puntuación: 0,5. (Mònica Escudero).

Hummus classic

El buen hummus tradicional lleva un toquecillo de zumo de limón, cuyo objetivo es alegrar/aligerar lo que viene siendo una pastufla de dos ingredientes densos como el garbanzo y el tahini (pasta de sésamo). El hummus de Carrefour no entiende muy bien esa idea, la exagera y convierte este aperitivo en una desagradable masa agria, atiborrada de acidulantes para garantizar una mejor conservación. La absurda presencia de aceite de girasol como segundo ingrediente y la ausencia de comino terminan de alejar el invento de la fórmula clásica, esa que se supone que anuncia el envase. Mi consejo: compra unos garbanzos de bote; haz el hummus en casa, que no lleva más tiempo que el de triturar cuatro cosas, y no compres este desgraciado producto. Precio: 0,99 euros el bote de 240 gramos. Puntuación: 2. (Mikel López Iturriaga).

Pechuga de pavo extra en lonchas

Cuando en la etiqueta de un fiambre aparece la palabra “extra” normalmente significa que contiene entre el 80% y el 90% de carne, pero aquí tenemos una -nada honrosa- excepción: este lleva el 70%. El resto, agua, sal, aromas, estabilizantes, conservador y un importante regusto a tristeza. A pesar del líquido que lleva, paradójicamente si lo comes solo puede pasar de estar chicletoso a “hacer bola”. El horror. Lo siento pero no hay foto: me olvidé de hacerla y no pienso volver a comprarlo, porque no me gusta tirar dinero ni comida, y aún menos la idea de volver a comer eso. Precio: 2,35 euros los 200 gramos. Puntuación: 2,25. (M.E.)

Arándanos bañados en chocolate negro

Chocolate parece, azúcar es
Chocolate parece, azúcar esMònica Escudero

Decidimos probarlos porque habían ganado un premio llamado “Sabor del año”, y después de hacerlo no me quiero ni imaginar cómo eran los perdedores. Son dulces, pero que muy dulces, una buena muestra de la laxitud del concepto “chocolate negro”, tienen azúcar en el chocolate, azúcar en el arándano y por si lo eschabas a faltar, una capa de azúcar y goma arábiga entre ambas cosas. En total un 59% de nada de azúcar. La pesadilla de los que no toleramos el dulce; por intentar encontrarle un lado bueno, seguramente si le buscan un recipiente hermético adecuado para su conservación, puede ser un buen recurso para diabéticos en el desierto con riesgo por bajón serio de glucosa. Precio: 3,15 euros el pack de 150 gramos (de los cuales casi 90 son azúcar). Puntuación: 2,5. (M.E.).

Patatas fritas sabor salsa kimchi de Lord Dani

A la cuarta patata ya estás empalagado
A la cuarta patata ya estás empalagadoMikel López Iturriaga

Estas patatas son una de las “obras maestras” -no es ironía, lo dicen los envases- que el chef Dani García ha creado para Carrefour. En la bolsa podemos leer que sus “exclusivas recetas despertarán en ti nuevas experiencias gastronómicas”, y quizá tanta promesa exagerada pueda jugar en contra: tú crees que estás comprando algo especial, y en realidad lo que te llevas a casa son unas chips normalitas ante las que es fácil sentirte decepcionado. La fritura y la calidad de la patata son aceptables, y en boca recuerdan lejanamente al kimchi coreano, pero su sabor tampoco mata, y a la cuarta patata ya estás empalagado con el batiburrillo de aromas artificiales, humo, maltodextrina y azúcar. Tampoco son el aperitivo más digestivo del mercado, y si tienes el estómago muy sensible es posible que después de comerlas te acuerdes de Lord Dani y de toda su familia. Precio: 1,79 euros la bolsa de 150 gramos. Puntuación: 3,5. (M.L.I.)

Nuggets vegetal sensation

Mucho rebozado, mucho
Mucho rebozado, muchoMònica Escudero

Las personas que no comen animales tienen exactamente el mismo derecho que los que sí a comer alguna guarrería eventual, y Carrefour tiene una línea de congelados pensada para ello. Desde el bastante saludable falafel hasta el festival del ingrediente ignoto que son los vegetal fingers sabor mozzarella, decidimos que aquí se venía a jugar y nos lanzamos a los nuggets. Lo primero que me llamó la atención fue que, en un producto con un 14% de aceite de nabina y grasa de coco -que lo hacen grasísticamente autosuficiente-, no se mencione la posibilidad de cocinarlo en air fryer, solo al horno o frito en aceite. Desoyendo a lo loco sus consejos, los metí en este electrodoméstico a 200 grados y cuando empezaron a hacer charquito debajo de la rejilla agradecí mi disidencia. Ocho minutos y un buen desgrasado después, la parte de fuera -empanada con copos de maíz tipo Corn Flake- quedó crujiente, pero su proporción respecto al relleno es tan excesiva que el resto desaparece, y el empanado se pega a las muelas de una manera no muy agradable. ¿Estarían más jugosos si los hubiera frito en aceite? Tal vez, pero entonces estarían insoportablemente grasientos. He probado opciones veganas mucho más ricas y disponibles en cualquier supermercado. Precio: 3,39 los 275 gramos. Puntuación: 3,5. (M.E.)

Pan de la abuela integral 100%

Aún no sabemos de qué abuela es
Aún no sabemos de qué abuela esMikel López Iturriaga

¿Quién será la señora que hace este pan, la abuela del jefe de Panadería, del director de Márketing o del CEO de Carrefour? Nos reconforta saber que hay una adorable ancianita amasándolo y horneándolo cada mañana, aunque por la falta absoluta de personalidad y la ausencia de sabor a cereal, podríamos ser mal pensados y decir que estamos ante un pan industrial regulero. ¿Se puede comer? Sí, y yo diría que está un poco mejor que los horrendos panes blancos de supermercado habituales. Ahora bien, su miga levemente pastosa y su corteza insustancial tampoco te empujan a salir corriendo a comprar más. Precio: 1,62 la barra de 360 gramos. Puntuación: 4. (M.L.I.)

Garbanzos con espinacas classic sin gluten

Más sal que espinacas
Más sal que espinacasMònica Escudero

El punto del garbanzo es correcto, está mantecoso, el hollejo es relativamente suave, la sensación al mordisco es agradable. A pesar de que por su aspecto parecían demasiado caldosos, el caldo tiene cuerpo y sabor; supongo que gracias a la adición de cebolla deshidratada y tomate concentrado. Tiene pocas espinacas -un 8%- y para mi gusto están demasiado cocinadas, pero tampoco es un drama. Lo que tolero menos es un sabor dominante excesivamente salado, que además se convierte en paradoja alimentaria: la sal aparece dos ingredientes antes que el aceite de oliva, del que hay un 1% -entre medio está el vino blanco- y los valores medios marcan 0,85 gramos de sal por cada 100. Pregunté a Juan Revenga sobre tan curiosas correlaciones y me dijo que posiblemente habían reflejado el valor del sodio en lugar del de sal, y que así salían los números (más o menos, multiplicando por tres). Precio: 1,63 los 430 gramos. Puntuación: 4,5 (por lo salados, si no serían un buen 6,5). (M.E.)

Guacamole picante

Pica de verdad (y lleva cilantro)
Pica de verdad (y lleva cilantro)Mònica Escudero

Al primer bocado, sorpresa: pica de verdad, lo que representa una interesante novedad respecto a otros productos de supermercado supuestamente picantes en los que la sensación generalmente brilla por su ausencia. También se nota un discreto sabor a cilantro que no he percibido antes en otro guacamole de bote -aunque no lo compres, como el hummus, siempre acaban colándotelo en algún evento social-, lo que me parece una interesante novedad y un acto de rebeldía -o de inconsciencia, teniendo en cuenta la cantidad de gente a la que le repugna su sabor-, aunque le da un color más intenso un poco inquietante. Tiene un 95% de aguacate, el segundo ingrediente es la cebolla y el tercero la sal: unos nada desdeñables 1,2 gramos por cada 100 de producto, pero al tener un toque fresco, ácido y picante se percibe menos salado. Tanta intensidad también ayuda a que no te den ganas de meterte una tarrina de una sentada: funciona mejor para untar en una tostada con unas rebanadas de tomate encima que para usar un totopo como cuchara. Precio: 1,99 los 200 gramos. Puntuación: 4,75 (teniendo en cuenta que es un guacamole industrial). (M.E.)

Macarrones boloñesa

Mucha más salsa en el paquete que en la foto
Mucha más salsa en el paquete que en la fotoMònica Escudero

Entiendo que este aprobado pueda parecer sorprendente, le he dado muchísimas vueltas y aquí va la explicación: se trata de un plato preparado completo y al estar envasado y en atmósfera protectora no necesita frío. A pesar de la foto securria del envase, cuando lo abres el 50% de su contenido es salsa -una cantidad generosa- con un punto dulce y la pasta un poco pasada de cocción (aunque no mucho, como se ve en la foto no está deshecha ni nada parecido). Se nota el sabor y la textura de los trocitos de cebolla y zanahoria, y todo el conjunto le da un estilo a la pasta que me preparaban de pequeña, así que el vicio se hace virtud y no me parece mal apaño para un caso muy puntual. Para tenerlo en en el cajón del escritorio del trabajo o llevar en la mochila cinco días si te da por subir el Himalaya (antes de probarlos hubiera escogido para esto los garbanzos con espinacas, pero aún me estoy recuperando de la subida de tensión). Precio: 3,15 los 325 gramos. Puntuación: 5. (M.E.)

Crema de calabacín Carrefour Bio

Aquí no pasaron a repartir sal
Aquí no pasaron a repartir salMònica Escudero

Tiene un 50% de calabacín, el segundo ingrediente es agua -además de la que tiene la misma verdura, que no es poca-, y después la patata (9,7%, por suerte no la suficiente para darle la textura chiclosa de este tubérculo al trituralo) y un 8,4% de cebolla. Un poquito de aceite, casi nada de sal -el distribuidor que la dejó en la fábrica de los garbanzos se olvidó de pasar por aquí, pero poner siempre es más fácil que quitar, así que ni tan mal- y un poco de xantana para espesarla (ningún problema con este ingrediente, pero se podría haber arreglado simplemente poniendo más calabacín, cebolla o patata). Si no conoces el sencillísimo truco de dorar o tostar un poco las verduras en el horno antes de hacerlas crema y tienes un poquito de sal a mano, puede colar, pero dificilmente despertará pasiones. Precio: 2,65 los 485 mililitros. Puntuación: 5,25. (M.E.)

Chocolate negro 80% cacao Selección

Ni enamora ni ofende
Ni enamora ni ofendeel comidista

Tal como está el patio de los llamados “chocolates negros”, en el que cabe cualquier engendro, hay que agradecer la parquedad de ingredientes de esta propuesta: pasta de cacao, azúcar (20%), manteca de cacao y aroma de vainilla. No estamos ni mucho menos ante una tableta bean-to-bar, y a los que disfruten con los matices del buen chocolate de verdad, les aviso de que no los van a encontrar aquí. No hay demasiada profundidad de sabor, ni regusto, ni acidez ninguna, pero tampoco nada que ofenda especialmente. Es un chocolate correcto del montón, que no te dará la vida pero tampoco te la quitará. Precio: 2.05 la tableta de 80 gramos. Puntuación: 5,5. (M.L.I.)

Alcachofas con jamón

Pastositas pero decentes
Pastositas pero decentesMikel López Iturriaga

La composición de este precocinado ya revela cierta honestidad, pues solo incluye ingredientes que usamos normalmente cuando preparamos el plato en casa: alcachofas, aceite de oliva y de girasol, jamón curado, ajo, sal y maicena. El sabor, muy correcto, está en consonancia, y lo único que se le podría objetar es un leve exceso de sal. Los problemas llegan con el exceso de cocción: imagino que se ha querido evitar la presencia de hojas duras de alcachofa, pero es una pena que la verdura esté tan blandurria, casi cercana al territorio puré. En cualquier caso, no está mal como recurso de despensa para ese día que no te apetece cocinar ni medio huevo. Precio: 3,55 euros el paquete de 260 gramos. Puntuación: 6. (M.L.I.)

Gildas De Nuestra Tierra con boquerón

Piparras muy bien, boquerón un poco menos
Piparras muy bien, boquerón un poco menosMònica Escudero

Tenía ganas de probar las de anchoa porque me habían hablado bien de ellas, pero estaban agotadas en todas las escapadas que hice al supermercado para preparar este artículo, así que me tuve que conformar con las de boquerón. Las fabrica Zubelzu, y aunque la piparra de Ibarra que llevan no sea la de mayor calidad de las que comercializa la marca, están buenas. El problema llega con los boquerones, que desde mi punto de vista han pasado demasiado tiempo en vinagre y tienen un puntito correoso que se acaba notando al masticar. Precio: 5,95 seis unidades (peso neto, 90 gramos). Puntuación: 6,25, y seguiré buscando las de anchoa. (M.E.)

Tomate frito BIO

Gustoso pero dulzón
Gustoso pero dulzónMikel López Iturriaga

El tomate frito de Carrefour BIO tiene algo de placer culpable. Si analizas su composición ves inmediatamente las triquiñuelas de quienes lo han formulado, que no se han cortado un pelo en ponerle un 34% de tomate concentrado y la irremediable pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del fruto. Sin embargo, cuando lo pruebas tu cerebro dice “esto está muy bueno, me da igual cómo esté hecho, dame más”. Sabe a tomate por un tubo, no está excesivamente dulce comparado con otros de su gama, el aceite es de oliva, y no han convertido la salsa en papilla para bebés con un triturado demasiado intenso. ¿Podemos pedir más a un tomate frito industrial? Precio: 2,29 euros el bote de 340 gramos. Puntuación: 6,5. (M.L.I.)

Pimientos del piquillo enteros asados De Nuestra Tierra

Sutileza, elegancia y dulzura
Sutileza, elegancia y dulzuraMikel López Iturriaga

Los buenos pimientos del piquillo de Lodosa son todo sutileza, elegancia y dulzura, y esas son las virtudes que te encuentras en los de esta marca. No vienen de las quimbambas, sino que cuentan con el sello de Denominación de Origen Protegida que garantiza que han sido cultivados en Navarra, y en su formulación no hay más que el propio pimiento, sal y ácido cítrico. Las piezas, que llegan enteras y perfectamente asadas, son las propias de una conserva honesta bien hecha. Y el precio (casi 36 euros el kilo)… pues corresponde más a un producto premium que a los costes habituales de las marcas blancas. Precio: 6,09 euros el bote de 170 gramos. Puntuación: 7. (M. E.)

Queso de oveja añejo al romero Selección

Muy correcto (y acorde a su precio)
Muy correcto (y acorde a su precio)Mikel López Iturriaga

Elaborado por la quesería albaceteña Vega Sotuélamos y premiado dos veces en los World Cheese Awards, este queso de oveja con 12 meses de curación es de los que, sin ser el colmo de la originalidad, tienen algo que te hace disfrutarlos y recordarlos con cariño. Su intensidad manchega, no demasiado arrolladora; la cremosidad que mantiene a pesar de ser añejo, y el toque de romero en la corteza caracterizan un queso muy fácil para cualquier tipo de público, pero con suficiente presencia para no resultar aburrido. Un producto industrial convincente muy bien hecho (y nada barato, por cierto). Precio: 8,86 euros la cuña de 220 gramos. Puntuación: 7,5. (M.L.I.)

Kéfir de leche de vaca ecológico BIO

No está demasiado domesticado, pero tampoco pierde la amabilidad
No está demasiado domesticado, pero tampoco pierde la amabilidadMikel López Iturriaga

Dejando a un lado sus cuestionables beneficios para la salud o el medio ambiente, ciertos alimentos ecológicos ofrecen agradables sorpresas para el paladar. En su momento ya cantamos las virtudes del yogur de oveja de Carrefour BIO, y hoy es hora de aplaudir el kéfir de leche de vaca: elaborado sin trampas en forma de proteínas o leche en polvo, solo con fermentos lácticos de gránulos de kéfir, este producto te da la acidez y el carácter exigibles a un buen fermentado. No está demasiado domesticado, pero tampoco pierde la amabilidad, por lo que es un gusto tomarlo tanto solo como con fruta. Precio: 2,39 euros el bote de 420 gramos. Puntuación: 8. (M.L.I.)

Vinagre de Jerez reserva De Nuestra Tierra

Profundo color caoba y brillantes reflejos ambarinos, dicen
Profundo color caoba y brillantes reflejos ambarinos, dicenMònica Escudero

En su web dicen que tiene “profundo color caoba y brillantes reflejos ambarinos” y que “destaca por su aroma cargado de matices que recuerdan a la vainilla, los frutos secos y la madera de roble”. Yo, la verdad, no veo tantas cosas; pero sí un rico vinagre de Jerez -con Denominación de Origen Protegida y elaborado por Gonzalez Byass-, aromático, muy ácido y astringente. Remato una caballa a la plancha con unas cuantas gotas y le da el contrapunto perfecto a la rica grasa del pescado. En una ensalada de remolacha, zanahoria y nueces también queda delicioso, y el refrito con ajo, aceite y pimentón para unas judías verdes con patatas. Aplica el principio de prudencia, porque está potente: mejor añadir más que pasarse. Precio: 5,59 euros la botella de 375 mililitros. Puntuación: 8,75. (M.E.)

Aceite de oliva virgen extra De Nuestra Tierra Picuda de Priego de Córdoba

Huele bien y sabe mejor
Huele bien y sabe mejorMònica Escudero

Abrir la lata -un material muy adecuado para proteger el aceite de la luz y otros factores que pueden afectarle- y olerlo ya anticipa lo que viene: es aromático, afrutado, potente pero no agresivo y con un final agradablemente picante. Pongo un poco en un vasito para ver bien el color: es de un amarillo potente y brillante y el olor se nota desde lejos. Al probarlo solo la sensación es fresca, como de recién exprimido. Lo pongo en una tostada, en un tomate y en una ensalada de lentejas con cebolleta y perejil: delicioso. No es barato, pero al ser un aceite para aliñar y tomar en crudo, muy sabroso, una pequeña cantidad cunde bastante. Ha sido un descubrimiento, y sin duda volveré a comprarlo. Precio: 8,15 la lata de 500 mililitros. Puntuación: 9. (M.E.)

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