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Albóndigas con salsa de almendras y azafrán

Carne de cerdo picada, unas almendras, unos ajos, un poco de pan duro, azafrán y un toque de limón son los ingredientes principales de esta receta tradicional, sencilla y deliciosa

No te olvides del pan
No te olvides del panAlfonso D. Martín
Alfonso D. Martín

España, año 2724. Poco queda de lo que fue la civilización que conocíamos. El globalismo de TikTok lo conquistó todo: las costumbres de nuestro pueblo se han perdido y los rasgos culturales son idénticos vayas donde vayas. En una excavación realizada en el Sur, unos arqueólogos encuentran, protegida por una burbuja de aire, una extraña mesa con un mantel, un brasero y una olla. Todo intacto gracias a la micro atmósfera que se ha creado y al 0% de humedad que ha alcanzado nuestro ambiente.

Los científicos estudian el contenido de la olla, pero no lo identifican con nada. Un grupo de historiadores se encarga de la investigación y acaban encontrando información: se trata de unas albóndigas en salsa de almendras. Hay cierta calidez en el plato que sólo una abuela podría proporcionar: todos sonríen, y el mundo parece un poco mejor.

Afortunadamente, todavía no ha desaparecido el recetario tradicional. Es más, cada vez se ve a más gente joven emprender en restauración rescatando las costumbres que han aprendido de pequeños por parte de su familia. De las cosas que yo, hoy día, recuerdo con mimo, es un plato de albóndigas con salsa de almendras y azafrán. Siguiendo la receta que me ha comentado mi propia abuela, necesitamos carne de cerdo picada, unas almendras, unos ajos, un poco de pan duro, azafrán y limón. Hay que dejar que guise un tiempo para conseguir que espese como debe. Sin mucha más morralla, vamos a la receta, que no tiene dificultad alguna.

Tiempo: 90 minutos

Dificultad: Tener un buen corazón para que no amargue el plato.

Ingredientes

Para 2 personas

Para las albóndigas

  • 250 g de carne de cerdo picada
  • 1 huevo entero
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • Las hojas picadas de 3 ramas de perejil
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Sal al gusto
  • 125 ml de leche
  • Un pellizco de azafrán

Para la salsa

  • 35 g de almendras
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 cebolla
  • 3 rebanadas de pan tostado
  • 125 ml de vino blanco
  • 2 hojas de laurel
  • Un pellizco de azafrán
  • Zumo de limón al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Sal al gusto

Instrucciones

1.

Mezclar todos los ingredientes de las albóndigas: la carne de cerdo, el huevo, el ajo aplastado y picado, el pan rallado, el perejil, la pimienta negra y la sal. 

2.

Infusionar rápidamente 125 mililitros de leche caliente -pero no hirviendo- con un pellizco de azafrán y añadirlo a la mezcla de las albóndigas. Remover en una misma dirección durante tres minutos y llevar al frigorífico, tapado, una hora como mínimo. 

3.

En una sartén, tostar las almendras y el pan. Pasarlo a un mortero junto a los dientes de ajo aplastados y picados y majarlo todo (también puedes usar una picadora). 

4.

Dar forma de albóndigas a la mezcla de carne. 

5.

Calentar la olla con un chorro de aceite de oliva y dorar las albóndigas por todos sus lados. Retirarlas a un plato.

6.

Añadir otro chorro de aceite de oliva y cocinar el majado de almendras, pan y ajo. Añadir la cebolla picada y el laurel y cocinar tres minutos a fuego suave-medio. 

7.

Añadir el vino blanco, cocinar un minuto y poner de nuevo las albóndigas. 

8.

Añadir 250 mililitros de agua, el azafrán y salpimentar al gusto. Cocinar 10-15 minutos o hasta que espese. Con el fuego apagado, añadir un chorrito de limón. Servir caliente

Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a elcomidista@gmail.com. También puedes seguir a El Comidista en TikTok, Instagram, X, Facebook o Youtube.

Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.
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