Ñoquis de ricota
Cambiamos la patata por requesón para hacer estos ñoquis algo más ligeros y rápidos. Y si a eso le añades un buen tomate frito o mantequilla y salvia, éxito asegurado
Es muy probable que lo más cerca que jamás estaremos de morder una nube, será comiéndonos un gnocchi (o ñoqui, en su versión exportada a argentina). Otro invento maravilloso más de los italianos: bolitas de patata, harina y huevo, superesponjosas. El único problema que tienen es que después de comerte un plato, normalmente tienes que echarte una siestecita, porque patata con harina no es algo precisamente ligero.
Por eso esta versión, que sustituye la patata por ricota, es un poquito mejor si después tienes cosas que hacer. Tienen otra ventaja: se preparan en 20 minutos, porque no hay que cocer las patatas. Si te apetece que los ñoquis tengan formas superideales igual te cuesta un poco más, pero a mi me gusta hacer churros y cortarlos directamente con un cuchillo, les da un aspecto rústico muy bonito.
La ricota puede sustituirse por requesón, que son primos hermanos. Aunque esta receta da para dos o tres raciones -dependiendo del hambre que tengáis-, si no usas todos puedes congelarlos, primero en una bandeja para que no se peguen entre ellos, y una vez estén duros, almacenados en una bolsa de plástico. En cuanto a la salsa: a mí me encantan con un buen tomate frito casero, pero doraditos en mantequilla con salvia son una experiencia espectacular.
Tiempo: 20 minutos
Dificultad: La de no pasarte añadiendo harina
Ingredientes
Para 2 personas
- 425 g de ricotta (375 g escurrida)
- 150 g de harina
- 35 g de queso parmesano
- 1 huevo (L)
- 1 yema
- 3 g de sal
Instrucciones
Cubrir un colador con un paño de cocina limpio, una estameña o una gasa sanitaria. Escurrir la ricotta en el colador, exprimiéndola si es necesario, para que suelte toda el agua excedente.
Añadir la ricotta a un bol, junto a la harina, el queso parmesano rallado, el huevo y la yema batidos y la sal. Mezclar con una espátula hasta que sea homogénea.
Transferir la masa a una superficie enharinada, y amasarla un minuto, hasta que forme una bola lisa. Añadir harina poco a poco para que no se pegue a la mesa, pero sin pasarse.
Dividir la masa en cuatro partes iguales. Darle forma de churro alargado a una de ellas, y después, cortarla en ñoquis del mismo tamaño. Reservarlos en una bandeja enharinada, y repetir con el resto de partes. Si no se van a usar todos, congelarlos ahora (no hace falta descongelar previamente para cocinarlos, se ponen directamente en el agua hirviendo).
Para cocinarlos, añadir a una cacerola con agua salada hirviendo, y cocerlos tres minutos y medio. Después, pasarlos a una sartén con la salsa escogida y mantecar con un poco de agua de cocción hasta que la salsa emulsione.
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