Lo peor de 2022 en comida (y algunos buenos virales)

2022 nos ha dejado cosas buenas en el terreno gastronómico: bares y restaurantes han dicho adiós a las restricciones de la pandemia, la guía Michelin y los 50Best se han portado razonablemente bien con España, se han estrenado buenos programas y series con cocina (Bomberos cocineros, Julia, The Bear) y hemos vivido el boom de un nuevo juguetito culinario: la freidora de aire. Por suerte, seguimos contando con buenos lugares donde comer y fantásticos productores: algunos han salido en las listas de mejores restaurantes y productos del año para los que hacemos El Comidista.

Sin embargo, no todo pueden ser flores y halagos en el balance anual. También ha habido más de un horror que conviene señalar, a ver si con un poco de suerte no se repite en 2023. Como la vida misma, nuestra lista de espantos va de lo más grave -la subida de precios de los alimentos- a lo más trivial (un vídeo de arroz cutre en Twitter). Para compensar tanta amargura, la fiesta acaba con un chupito de diversión: los virales que más nos han alegrado la existencia en estos 12 meses.

El cruasán y la margarina Realfooding

La historia de la humanidad está llena de evoluciones personales prodigiosas, pero pocos se esperaban que el mayor enemigo de los ultraprocesados se convirtiera en productor de ultraprocesados. Esto es más o menos lo que le ha pasado en 2022 al gurú de la real food en España, el dietista-nutricionista Carlos Ríos: bajo su marca Realfooding ya se venden cruasans, galletas, muffins, refrescos, margarina, helados y hasta versiones presuntamente saludables de la Nocilla. Ríos también prestó su sello a Danone para que vendiera los mismos yogures de siempre pero mucho más caros y, como es marca de la casa, rebatió a los que osaron criticarle acusándoles de estar a sueldo de la gran industria alimentaria.

Los huevos a la plancha de Mercadona

Dos huevos M sin especificar por código su tipo de producción, aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol y una nada desdeñable cantidad de plástico son los ingredientes del último y más que cuestionable lanzamiento de Mercadona, por un precio de 1,80 euros. La empresa ya comercializaba huevos cocidos -que por 1,60 los seis sí pueden ser útiles como ingrediente cuando no tienes acceso a ningún electrodoméstico-, pero para consumir estos tienes que calentarlos al microondas entre 30 y 40 segundos. Con ese mismo microondas, una taza, un poco de agua, sal y en poco más de un minuto a máxima potencia puedes preparar un huevo escalfado, que hará exactamente la misma función en cualquier plato de emergencia (por 27 céntimos la unidad los camperos del mismo Mercadona, la mitad los normales).

La ultraderecha en 'Masterchef'

Como ya es tradición, el concurso/reality se vio envuelto en unas cuantas polémicas, pero de entre sus muchos momentos infames destacamos la aparición en el programa como invitado del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo. El político de Vox fue agasajado por una complaciente Samantha Vallejo-Nágera, sin que nadie supiera explicar qué hacía exactamente ahí no siendo ni el alcalde de la localidad, ni consejero de Agricultura, ni de Industria, ni de nada relacionado con la alimentación o la gastronomía. Pero salió en horario de máxima audiencia en la televisión pública, que es de lo que se trataba. Por si quedaba alguna duda de las afinidades ideológicas del programa, en el especial navideño también invitaron a Isabel Díaz Ayuso.

Este risotto tex-mex

“Risotto” por llamarle de alguna manera, claro. El año fue pródigo en guarradas culinarias virales, pero nuestra conciencia no se quedaría tranquila si no destacáramos el engendro que publicó Jordyn Darion en mayo en TikTok. Carne picada congelada directa a la sartén, kilos de “sazonador de tacos”, algo que parece queso para nachos sacado de una lata, doritos picados, salsa verde mexicana, y ya tenemos el plato más repugnante de 2022.

Que suban los precios de la comida (y que se siga ahogando a los productores)

Cualquiera que haya frecuentado últimamente un negocio de alimentación lo sabe, pero la OCU le pone las cifras: los alimentos básicos son ahora mismo un 15,3% más caros que hace un año, lo que genera a un hogar medio un desembolso extra de 830 euros por año en comida. La leche, el aceite, los huevos, el pan, la carne y la fruta, hortalizas y legumbres son algunas de las materias primas que más han subido, mientras sus productores no perciben beneficios extra. ¿Alguien recuerda el fenómeno del la sandía carísima del pasado verano? Su precio llegó a engordar un 538% del agricultor al consumidor final.

La sopa con sorpresa del Hospital de León

No hace falta ser seguidor de la cuenta HospEATal para saber que la comida en estos centros no suele ser la alegría de la huerta, pero siempre puede ser peor. La empresa Serunión se ha ganado a pulso un puesto en esta sección después de servir una sopa con larvas al personal del Hospital de León, del que es adjudicataria. ¿Hubo consecuencias? Malas, ninguna, a pesar de que acumulan quejas en otras cuatro autonomías por intoxicaciones y episodios similares. Poco después ganaron la gestión de los comedores de Ávila y parte de Valladolid.

La moda de los productos con proteínas

La falacia de que comprando algo en el súper y comiéndotelo, sin más esfuerzo que el pago y la deglución, se ha convertido en una técnica habitual de márketing alimentario. Las últimas en llegar para enriquecer a la industria de los ultraprocesados han sido las proteínas, que ya hace 15 años que en EEUU ayudan a que “cualquier producto se venda más, mejor y más caro”, cuenta nuestra compañera de El País Semanal Karelia Vázquez, sobre todo desde que se asocian no solo a la generación de músculo, sino también a las dietas adelgazantes. ¿Habrán oído hablar los consumidores de estos productos de yogur natural, huevo, queso fresco, legumbres, pollo o conejo, o la falta de etiquetas que lo digan en colores brillantes les impide reconocerlos como la estupenda fuente proteica que son?

Esta publicidad de Actimel

Sale en lo peor del año, pero también podría aparecer en lo mejor porque, por una vez, la historia acaba bien. Actimel, producto famoso por prometer mejorar tus defensas aunque la EFSA niegue que sus dichosos bifidus sirvan para algo, lanzó en mayo un anuncio en la radio en el que se afirmaba que “9 de cada 10 españoles tiene déficit de vitamina D”. Ante semejante afirmación no probada -sorpresa: el Actimel lleva vitamina D-, el dietista-nutricionista y colaborador de El Comidista Juan Revenga elevó una queja al organismo que rige la publicidad en España por infringir su código de conducta. Danone retiró la cuña, pero siguió defendiendo que el dato era real.

Glovo

Aunque la existencia de esta compañía no es nueva, sí lo fueron las sanciones que le impuso la inspección de Trabajo por múltiples infracciones: 10.000 falsos autónomos en su plantilla de repartidores, 30 millones de euros no pagados a la Seguridad Social y obstrucción a la justicia. En total, 79 millones de multa para una empresa cuyo negocio -como otros dedicados al reparto- tiene no pocas implicaciones negativas: más envases, más contaminación, más comida insana, cocinas fantasma... y pan para hoy y hambre para mañana para la hostelería.

McDonald’s contra Menoc Donald

La cadena de hamburgueserías más famosa del mundo tiene un payaso de mascota, pero no entiende la coña andaluza. Lo descubrimos cuando se enfrentó a un feroz competidor, una también hamburguesería gaditana de un solo local llamada Menoc Donald. Después de apenas 34 años llamándose así -son más rápidos sirviendo hamburguesas, para fortuna de sus clientes- la multinacional americana les reclamó en formato burofax. La petición les daba, de manera “amistosa”, un plazo de días para cambiar el nombre y el letrero para evitar los -menos amistosos- daños y perjuicios que podía conllevar no acatar. Lo hicieron; qué remedio, y ahora se llaman Menoc Burger y el clamor popular les apoya, desde los clientes hasta el alcalde Jose María González “Kichi”.

Las paellas montadas del Canadá

Ningún año está completo sin sus ofensas a la paella valenciana. De entre todas ellas elegimos esta carta de un restaurante canadiense, al que quizá habría que dar el premio a la creatividad por inventarse la paella malagueña, la atlántica y la gallega. Y también por echarle chorizo a casi todo: ¿acaso hay una manera mejor de españolizar un plato?

El acoso a los restaurantes rusos

Cuando Rusia inició la invasión a Ucrania allá por el 24 de febrero, gran parte de la población mundial se posicionó a favor de las víctimas, pero no todos dieron en el blanco. Los que pedían boicotear todo lo que sonara a ruso se cebaron en Internet con las críticas a Rasputin, un restaurante ruso que lleva más de 30 años abierto en el barrio de Malasaña, sin saber que su propietario -que lo compró hace dos años a la familia española que lo abrió- es ucraniano (y su familia sigue en su país de origen). Las noches de Moscú, otro restaurante ruso -de nuevo, de dueños españoles- que también sufrió este acoso online aparece en Google como cerrado permanentemente.

Los bocadillos que les dieron a los bomberos de Huelva y Zamora

Aunque no somos una potencia mundial en bocadillos, en España no nos faltan ejemplos decentes de este tipo de comida rápida y deliciosa. Sin embargo, las mejores muestras de nuestro arte bocatil no llegaron a las personas que más las hubieran merecido: los bomberos y brigadistas que lucharon contra los incendios en Huelva o en Zamora. Las autoridades locales les alimentaron con unas tristes barras de pan con dos lonchas escasas de embutido, y eso no es comida para héroes.

Las tendencias recetiles absurdas en TikTok

Puede sonar un poco paradójico porque nosotros también hemos sucumbido -la curiosidad no solo mató al gato, también hizo a los comidistas probar la pasta con feta al horno, el wrap de tres capas o la tabla de queso de untar para el aperitivo. Pero desde nuestra propia contradicción pedimos por favor que paren los vídeos donde los americanos descubren la ensalada verde y la llaman “lettuce chips”. Dan ganas de gritarles “respétense” (y de decirles que pongan también algún tomate cherry o algo, siempre pueden llamarles “tomato bombons”).

MARAVILLAS VIRALES PARA COMPENSAR

Sofía y la morcilla

Poco más tenemos que añadir a esta obra de arte, aparte de que:

1. Sofía somos todas.

2. Era el Día de la Morcilla en Canillas de Aceituno (Málaga), que se celebra e último domingo del mes de abril coincidiendo con las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Cabeza. Así que su respuesta tiene todo el sentido.

3. Todas somos Sofía.

Todos los memes de comida de Malacara

Los que hablan de lo que cuesta empujar la semana o de tener sueño nos representan, con los de animalitos es inevitable sentir ternura y la saga del joven jarri son descacharrantes, pero son los memes sobre comida de Malacara y sus “andalusian quotes” los que más nos tocan la patata. Los de políticos tragones, los de picoteos navideños añorados, los que nos acompañan en el deseo del solomillo al whisky y las croquetas o celebran la llegada otoñal de las mandarinas hacen que le amemos con la fuerza de los mares, el ímpetu del viento, en la distancia y en el tiempo y de una forma sobrehumana (una declaración completamente improvisada que nos acabamos de inventar). Si antes no le conocías y ahora sí, nos debes un Masibon y una sarshichita. De ná.

La rosa de gelatina de Kamii Franco

Con casi tres millones de seguidores, Kamila Franco es una estrella de TikTok, cosa que no nos extraña nada viendo su vídeo de la rosa de gelatina. La argentina intenta hacer este postre pero al sacarlo del molde se le convierte en una masa repulsiva, y en vez de enfadarse reacciona con un temple propio de un monje budista tibetano. Ojalá ser Kamii con todo en la vida.

Patricia Conde pasando del jurado de 'Masterchef'

¿Encontró Masterchef la horma de su zapato en Patricia Conde? Algunos pensamos que sí. La actriz y presentadora no sólo puso al descubierto la toxicidad del programa y sus tejemanejes, sino que humilló a su jurado haciendo lo que más les puede doler: pasarse por el arco de triunfo sus absurdas exigencias. Sin lloros y sin reacciones airadas que habrían alimentado el espectáculo del programa, sino con esa actitud desganada y esa media sonrisa burlona que lo dicen todo.

Esta respuesta

Kelly Wilcox: "Erm, Sainsburys, esto se suponía que era un paquete de 500 gramos. ¿Dónde está el resto?". Eli: "Has comprado boloñesa, Kelly, no cocaína".

¿Se te ocurren momentos terribles o divertidos de 2022 que no estén en nuestra lista? Compártelos con el mundo en los comentarios.