Alimentos para superar la cuesta de septiembre
Pescados azules, cereales integrales, huevos y verduras de temporada son algunos de los alimentos que te ayudarán a lidiar con gracia –y bien alimentado– con el segundo gran batacazo económico del año.
Asumámoslo: la tercera semana de septiembre es tan desastrosa para la economía como la de enero. Solo que esta vez, en lugar de en langosta, regalos y turrones nos hemos pulido el presupuesto en billetes de avión, paellas en el chiringuito y cócteles más o menos ricos porque, oye, estábamos de vacaciones y nos lo merecíamos.
Pero de aquellos polvos estos lodos, el fin de mes ha llegado antes de lo esperado y tenemos que seguir comiendo, a poder ser con dignidad. Si la imaginación ya no te da para más y la pasta se ha convertido en el ingrediente principal –y casi único– de todos tus platos, seguramente este post lleno de alimentos buenos, bonitos y baratos te ayudará a mejorar tu calidad de vida.
HUEVOS
Son una estupenda fuente de proteína a la que ya se ha quitado el sambenito de ser la causa de todo el colesterol malo del mundo. Aunque los de gallinas con espacio para caminar y buena alimentación son un poco más caros, el precio por ración de este alimento –se suelen tomar dos, normalmente y dependiendo del resto de ingredientes– entra dentro de lo muy razonable. Pueden servirte para preparar platos económicos como esta frittata con calabacín y chistorra, una shakshuka, garbanzos con espinacas salteadas o la mejor receta antirresaca de la historia.
Con calma: cúrrate una tortilla de patatas a la española o estilo Betanzos.
Sin tiempo: otra tortilla, esta vez a la francesa, con un poco de queso y en bocadillo.
FRUTAS Y HORTALIZAS DE VERANO
Aunque tengamos ya medio pie en otoño, las temperaturas todavía altas de las últimas semanas hacen que tomates, calabacines, pimientos y pepinos luzcan en todo su esplendor, igual que las ciruelas, los melocotones, los melones o las sandías. Precisamente por estar a final de temporada, su precio suele ser más barato que a principio de verano, y mucho más que el de los alimentos que la empiezan ahora, como las setas.
Aprovechemos que en la mayoría del país aún estamos a años luz del frío y convirtamos estas frutas y verduras en platos listos para despedir el verano, como estas fastuosas ensaladas de sandía o melón, espaguetis con calabacín a menos de un euro por ración o una ensalada de lentejas con pepino y almendra. Más inspiración, en nuestras recetas de verano.
Con calma: repite conmigo, ¡ra-ta-touille!
Sin tiempo: cualquiera de estas tres sopas o una ensalada sencilla.
LEGUMBRES
Baratísimas, prácticas, muy sencillas de preparar en casi todos sus formatos y adaptables a cualquier temperatura. ¿Que estás en Valencia a 25 grados? En las mil versiones ensaladeras que han pasado por aquí. ¿En Galicia, a 10? En una sopa harira de pollo o unas alubias con carne a la mexicana. ¿Que ni de broma, porque eres vegano? Pues dale al potaje más nutritivo de la historia.
No te quedes solo con las variedades más comunes y descubre las judías del ganxet, las verdinas, los judiones de La Granja o los guisantes secos, perfectos para hacer sopas contundentes y nutritivas. Sí, serán un poco más caras que las del supermercado de marca blanca, pero la cantidad de producto en seco que se usa por ración hace que sigan siendo una bicoca.
Con calma: si tienes tiempo, prepáralas a partir del producto seco y serán todavía más económicas.
Sin tiempo: sofríe un ajo, un tomate a dados, un buen puñado de espinacas frescas y una taza de garbanzos, judías o lentejas cocidas. Ya tienes una comida apañada en cinco minutos.
PASTA SECA
Viene de Italia dispuesta a regalarnos felicidad, sabor e hidratos de carbono a un precio muy asequible, incluso cuando es italiana de verdad. Poco podemos contaros de este alimento que no hayamos dicho antes: que si no hay que ponerle aceite al agua de cocción, que con solo cuatro ingredientes se le puede sacar brillo, que hay errores que mejor no cometer y que se puede preparar de innumerables maneras.
Con calma: prepara una versión fresca y artesana de los tortelloni boloñeses por mucho menos de lo que te costaría comprarla en una tienda o gratínala.
Sin tiempo: saltéala con ajo, aceite y guindilla, o emulsiónala con pecorino o parmesano, pimienta y un poco de su propia agua de cocción.
CEREALES Y PSEUDOCEREALES
Aunque cuando oímos esta palabra la asociamos directamente a los procesados que se consumen en el desayuno, los cereales y pseudocereales integrales como el mijo, el trigo sarraceno, la quinoa o el arroz pueden cocerse y usarse como base de ensaladas, salteados y similares, estofarse con verduras y caldo o agua o convertirse en protagonistas de una sabrosa sopa.
Como en las legumbres, la cantidad de producto seco que lleva cada ración es mínima: si un kilo cuesta unos nada desdeñables 12 euros pero con 50 gramos vamos servidos, podemos decir que el precio por plato es más que razonable. Con una porción mediana de cereales integrales, una generosa de vegetales y, si se quiere, una pequeña de carne o pescado, tendremos el plato flexitariano por definición.
Con calma: en este caso más vale tener calma, porque los tiempos de cocción van desde los 20 minutos de la quinoa o el arroz integral hasta la hora completa del trigo tierno entero o el arroz venere, con su correspondiente remojo anterior.
Con prisa: usa la olla rápida y acortarás los tiempos considerablemente.
CONTRAMUSLO DE POLLO
No es la primera vez que lo decimos, y seguramente tampoco será la última: el contramuslo es nuestra parte favorita del pollo. Mucho más jugosa que la pechuga y casi a la mitad de su precio, se encuentra fácilmente en filetes –mientras el muslo no, lo que hace que tenga unos tiempos de cocción más largos– y tiene mucha menos grasa que las alitas, otra de las partes baratas y resultonas del pollo.
Lo dicho: nos gusta tanto que lo hemos convertido en unas albóndigas rápidas y sin fritanga, preparado con un cuscús de verduras de lo más económico, mandado de vacaciones a México gracias una salsa de tomatillo verde y rebozado.
Con calma: al horno con una salsa dulce y picante estilo tailandés, compensa totalmente el tiempo que tarda en hacerse.
Con prisa: en filete aderezado al gusto, en una sartén o plancha antiadherente, a fuego medio, tapado primero y destapado después. Tierno, rápido y ligero.
JUREL Y SARDINA
Otros que pronto se despedirán hasta la temporada que viene, dejándonos huérfanos de espetos y olor a mar en las manos. Mientras dura la fiesta, puedes preparar los primeros con limón y cebolleta –sí, la receta original es de caballa, pero cualquier receta de caballa se puede hacer con jurel, alargando un poco el tiempo de cocción si es más grande–, con patata, chalota y ajo asado, en escabeche o crudo con una especie de sanfaina fría como base.
A las sardinas también les hemos dado bastante uso en este portal: en crudo, las hemos marinado con la receta de un señor con muchas estrellas Michelin y con vinagre y soja. Encendiendo el fuego se han horneado –sin morir atufados– con panceta y como acompañamiento de una ensalada exótica. Repite con nosotros: los pescados baratos, molan.
Con prisa: a la plancha y con el extractor a tope. Sal, pimienta y, si se quiere, un chorrito de limón.
Con tiempo: en salazón casero son una verdadera locura.
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