Crema de aguacate y calabacín

Misterios del mercado: por algún motivo que se me escapa, estos días estoy encontrando aguacates a patadas a precios más que razonables en las fruterías de Barcelona. No el típico aguacate pocho que te intentan colar a mitad de precio con la cantinela "por dentro está bien" y luego está marrónoscurocasinegro, sino elementos en su punto. Esos que te dicen con voz seductora "cómprame, que casi no engordo: soy una fruta" y luego revelan su maravillosa abundancia en grasas (de origen vegetal y sanísimas, pero grasas al fin y al cabo).
Como no me preocupa en exceso el contenido calórico de los aguacates -con combinarlos con ingredientes más ligeros soluciono el problema-, suelo comprarlos bastante a cascoporro. El caso es que de repente me encontré con un excedente importante y, hasta el gorro del guacamole y la ensaladita, busqué un plan B para darles salida. Así nació esta sopa, ligera gracias al calabacín y la cebolla, y cremosa por el aguacate y el yogur griego. Se puede tomar fría o caliente y acepta tantas guarniciones como seas capaz de inventarte: salmón ahumado, cangrejo, gambas, huevo duro picado, frutos secos, una cucharada de yogur mezclada con hierbas frescas, unas lascas de ese parmesano a punto de fosilizarse en la alacena o, como en la foto, un poco de chile rojo fresco.
Si quieres la sopa fría y la quieres YA, después de saltear las verduras hazlas al vapor y sustituye el caldo por cubitos de hielo ya en la batidora. Perderá un poco de sabor, pero podrás comértela helada y al momento.
Dificultad: Para auténticos amantes del aguacate.
Ingredientes
Para 4 personas
- 2 aguacates medianos
- 2 calabacines grandes o tres medianos
- 1 cebolla grande
- 200 gramos de yogur griego
- 1/2 litro de caldo (vegetal o de pollo)
- Gundilla fresca o seca picada (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
Instrucciones
Producción: Mònica Escudero.