Lentejas con espinacas
Tenía ganas de hacer una receta clasicona. A veces pienso que las ansias por proponer platos originales me llevan a perder el oremus, olvidando que un buen básico puede ser más eficaz que un exotismo rebuscado. Así que hoy traigo un potaje de los de toda la vida, que además viene muy bien para los fríos polares de estos días.
Aun así, como la cabra tira al monte, me he salido un poco de las pautas tradicionales en esta clase de pucheros. Por un lado, he tratado de minimizar el tiempo de cocción de la espinaca para que conserve sus propiedades. Por otro, lo he hecho 100% vegetariano, porque no me creo la máxima de que a estas sopas haya que ponerles chicha para que estén buenas. Una verdura fresca de temporada no tiene nada que envidiar a un montón de chorizo y morcilla, y además resulta mucho más apropiada si tienes que currar después de comer legumbres. Aun así, si insistes en cerdear, te animo a que añadas al cocido un poco de bacon o de panceta previamente desengrasados en una sartén caliente.
Lo que no es ninguna extravagancia de bloguero modernillo es la adición final de vinagre: creo que es bastante común en algunas zonas de España darle un golpe de acidez a las lentejas para digerirlas mejor. Al menos en casa de mis padres se hacía cuando yo era pequeño, allá por la Baja Edad Media.
Dificultad: Para cualquieras.
Ingredientes
Para 4-6 personas
- 400 g de lentejas
- 250 g de espinacas frescas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 rebanada de pan de hogaza
- 2 hojas de laurel
- 1 cucharadita de pimentón picante
- 3 cucharadas de un vinagre de buena calidad
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Instrucciones
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.