Bolitas fritas de calabacín y zanahoria
Una de mis normas básicas a la hora de comprar productos frescos es adquirir sólo los que estén en temporada. No es únicamente una cuestión de conciencia ecológica, sino que saben mucho mejor y son más baratos. Sin embargo, la carne es débil, y el otro día no pude resistirme al capricho de comer calabacín en abril a sabiendas de que no debería hacerlo hasta julio.
Llevaba tiempo con ganas de tomar unos fritos con esta hortaliza, sobre todo después del sonadísimo fracaso que tuve con unas tortitas de calabacín y zanahoria que preparé para unas amigas en Navidad. Una de ellas me pidió que cocinara una receta "muy sana" que había sacado de un libro, accedí y el resultado fueron una especie de plastas blandurrias y deformes que no te servirían ni en el vegetariano más lacio. Apuesto a que el tal libro era uno de estos que te regalan con la picadora o que te dan de promoción al comprar cualquier tontería.
Por suerte, estas bolitas no guardan ningún parentesco con aquella infamia. Gracias al desecado del calabacín y la presencia de la zanahoria, en su interior se forma un fantástico contrapunto entre lo blandito y lo crujiente, mientras el huevo y el pan rallado garantizan consistencia y un exterior firme. Acompañadas de una salsa de yogur se convierten en un aperitivo capaz de sustituir a las más engordantes croquetas, y también se pueden tomar como primero con una ensalada.
Dificultad: Para tontos muy tontos.
Ingredientes
Para 4 personas
- 500 gr. de calabacín
- 250 gr. de zanahoria
- 1 cebolleta mediana
- 8 hojas de salvia (en su defecto, tu hierba favorita)
- 1 limón
- 1 huevo
- 2 cucharadas de pan rallado
- 2 yogures griegos
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta negra
Instrucciones
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.