Brujas, el bar donde solo hacen cócteles las mujeres y se comparte la sabiduría de las chamanas mexicanas
Los tragos del establecimiento de Ciudad de México rinden tributo a las abuelas, bisabuelas, madres y curanderas y sus conocimientos de la herbolaria mexicana
Mística y empoderada. Así es la coctelería que se disfruta en Brujas, un bar ubicado en el corazón de la colonia Roma Norte de la Ciudad de México. Fundado en 2019 por Walter Meyenberg y con un equipo exclusivamente femenino, se ha convertido en un faro de la escena coctelera mexicana e internacional, colándose en el puesto 64 en la prestigiosa lista de The World’s 50 Best Bars 2022 y en el número 85 en Top 500 Bars.
Desafiando los estereotipos profundamente arraigados en la figura tradicionalmente masculina de los bares y la mixología, Brujas se erige como un establecimiento pionero, donde todas las integrantes del equipo son mujeres. “Siempre cuento que, desde que llegué a México, era uno de mis bares favoritos. Un lugar donde me sentía como en casa, en un ambiente empoderado, divertido y lleno de encanto. No sé si venía más como clienta o ahora que tengo la suerte de trabajar en el bar”, comenta Bianca Bertoli, una de las integrantes del equipo. Como un puzzle en el que todas las piezas encajan, el bar está situado en La Casa de Las Brujas, cuyo nombre no solo hace referencia al parecido del edificio con un sombrero de bruja, sino que también rinde homenaje a la legendaria Pachita, una de las chamanas más relevantes de México.
Su estética gótica, combinada con una atmósfera relajada, crea un ambiente cautivador que envuelve a los visitantes desde el momento en que cruzan la puerta. El bar se percibe como un santuario íntimo y acogedor, con paredes de madera adornadas con muebles de cuero negro. Los estantes exhiben una colección fascinante de objetos de brujería, desde taxidermia hasta tablas ouija y libros antiguos. Frascos cuidadosamente etiquetados contienen hierbas, raíces y cáscaras de frutas, elementos esenciales para las combinaciones que ofrecen. Las ventanas enmarcan la fachada del bar, brindando a los visitantes la oportunidad de asomarse tanto a la magia que se desenvuelve en su interior como a la vibrante energía de la Ciudad de México que fluye afuera. El espacio, diseñado por Meyenberg, resalta su especial sensibilidad hacia la decoración y el concepto, sin olvidar la calidad acústica y ambiental, que dejan entrever su pasado como artista musical.
Pero la magia no solo reside en la estética del lugar, sino también en el programa de coctelería que rinde homenaje a las tradiciones curativas de la herbolaria mexicana. Cada trago es un tributo a las abuelas, bisabuelas, madres y curanderas que, con la ayuda de hierbas, flores y cortezas, sanaban corazones rotos y combatían enfermedades.
El menú más reciente —”Women in action”, lanzado el año pasado el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer— es un testimonio de su compromiso con 12 cócteles dedicados a destacadas mujeres que vivieron en diferentes momentos, desde Simone de Beauvoir hasta la pintora muralista mexicana Aurora Reyes. La propuesta va más allá de ser una carta de bebidas, es en una celebración del legado que ellas brindaron a nuestra sociedad. Así, la elaboración inspirada en la filósofa francesa toma el nombre de una de sus obras, A very easy death, y su legado se interpreta con Tío Pepe, licor Hpnotiq y soda de limón.
Uno de los cócteles más emblemáticos del menú es el “Ayuuk”, en honor a Yásnaya E. Aguilar. “Ayuuk” hace referencia a la lengua del pueblo mixe, una de las comunidades indígenas de México, y también es el nombre de una columna escrita por Aguilar. Nacida en Ayutla Mixe (Oaxaca) en 1981, Aguilar es lingüista, investigadora, activista, escritora y traductora. Su dedicación a la defensa y estudio de las lenguas indígenas, la cultura mixe y la gestión ambiental del agua la han convertido en una de las activistas más destacadas en México. Uno de los principales enfoques de su activismo es la protección de los derechos indígenas y las necesidades de los hablantes de la lengua ayuuk, que corre el riesgo de desaparecer. El cóctel en cuestión, creado por la bartender Claudia López, está elaborado con mezcal, vino infusionado con cacao y pixtle (hueso interior de la fruta mamey), licor de maíz y bitter de cacao. La decoración incluye un maíz caramelizado con pasilla mixe, un chile muy representativo de las montañas de Oaxaca.
Brujas no se limita a lo que se sirve en el vaso. Uno de los rituales más distintivos es el sonido único de las “sonajas chamánicas” (también llamadas maracas o sonajeros). Estos instrumentos ancestrales, utilizados para purificar y convocar a los espíritus de la naturaleza, resuenan en cualquier rincón, anunciando una convocatoria mágica que agrega un toque encantador a la atmósfera. Ya sea atendiendo la terraza o preparando un trago, el vibrante sonido de las maracas durante ciertos momentos del servicio, convoca a las bartenders, quienes dejan todo por un instante, para reunirse en un brindis donde intercambiar fuerzas e inundar el espacio de misticismo y buenas energías.
Sus “Convent Nights,” aquelarres donde invitan a mixólogas de todo el mundo, proporcionan dinamismo, intercambio de ideas y nuevas experiencias tanto a clientes como a profesionales. Además, las integrantes del equipo participan activamente en eventos globales, llevando consigo los brebajes de Brujas a bares de diversas partes del mundo. Internamente, el bar impulsa un programa integral de cuidado del equipo que incluye desde clases de inglés, a formaciones sobre creatividad, inclusividad, fermentación, innovación en bebidas, y una amplia variedad de actividades diseñadas para enriquecer y apoyar el desarrollo personal y profesional de cada miembro.
Históricamente incomprendidos, los roles femeninos de brujas, curanderas y hechiceras reflejan la conexión de la mujer con la naturaleza, el conocimiento, la innovación, los ingredientes inusuales y las técnicas contemporáneas. Brujas ha entretejido una comunidad única que nos recuerda de manera constante que todas estas mujeres pioneras fueron auténticas vanguardistas. Este logro se ve fortalecido por cada una de las bartenders que integran el equipo, no solo por sus habilidades en la creación de bebidas, sino también por su capacidad para ofrecer una experiencia que se transforma en un ambiente lleno de encanto, misticismo y empoderamiento.
Más que un bar, Brujas es un tributo diario a la trascendencia de la mujer en la historia, donde la conexión con el legado femenino se celebra en cada sorbo.