Hay pocos suelos tan singulares, estética y vitícolamente, como las albarizas, tierras blancas constituidas mayoritariamente por caparazones (frústulas) de diatomeas. Conforman un manto muy poroso y ligero que permite el desarrollo reticular de la cepa a la vez que refleja la luminosidad sobre las hojas de la vid. Un suelo con distintas composiciones que dan lugar a una amplia familia de albarizas: Tosca de Barajuela, Tosca Cerrada, o Tosca de Lentejuelas, en el Marco de Jerez; Albero de Lomos Blancos, Albero de Toro, Albero de Moriles Bajos, o Albero de Pardillo, en Montilla-Moriles. Tierras con distintas proporciones de calcio, sílice, arena y arcilla que determinan su textura y retención de la humedad, lo que supone un impacto significativo en el carácter y la calidad de los vinos. Pero, sobre todos, son capaces de convertir uvas mediocres en varietales excelsos.
Las tierras albarizas y alberos son el sostén edafológico de nuestros grandes vinos generosos, tanto en el Marco de Jerez como en la sierra de Montilla (Córdoba). Pero también de vinos tranquilos, sin el añadido de alcohol vínico (encabezado) una oferta complementaria de alto valor estratégico en tiempos donde el consumo de finos, manzanillas, amontillados y generosos desciende y no tiene visos de recuperarse. Felizmente, las resistencias iniciales se van diluyendo según aumenta la calidad de estos vinos que se benefician no solo de las virtudes vitícolas de las tierras albarizas, sino de una enología de precisión que recurre hábilmente a la magia de la crianza biológica, el velo de flor utilizado con mesura capaz de aportar complejidad, morbidez y recuerdos calizos (tiza y yeso).
Inteligentemente, la Denominación de Origen Montilla-Moriles los ampara sin complejos, mientras que en el Marco de Jerez, sustentado por el prestigio de los vinos generosos, el tema era tabú hasta poco, y todavía hoy persisten las reticencias. A estas alturas es evidente que el Marco de Jerez no puede circunscribir exclusivamente sus pagos de albarizas a la producción de los maravillosos vinos generosos. Es lógico que, antes de dar el paso definitivo, asegure los parámetros de calidad exigibles, las variedades autorizadas, con protección y apoyo a las autóctonas como perruno, cañocazo, mantúa o uva rey. La calidad alcanzada por los vinos tranquilos de albariza debería bastar para vencer resistencias. Así lo evidencia esta selección de grandes blancos de fuerte personalidad, frescos, secos y muy aromáticos, nacidos de las tierras albarizas.
Tivo 2019
El bodeguero y enólogo Primitivo Collantes conoce en profundidad las tierras albarizas del Marco de Jerez. Eso le permite elaborar blancos de extraordinaria calidad basados en variedades ancestrales recuperadas de la zona como la mantúa, también conocida por uva rey, procedentes de viñas sobre suelos de tajón calizo de la finca Matalián. La elaboración parte de los racimos enteros, con crianza en bota de roble americano, que anteriormente contuvo fino durante 6 meses y dos años en botella. Aroma sugerente, donde las notas florales se combinan elegantemente con las hierbas balsámicas, los cítricos, y la presencia sutil de las especias. Sabroso, largo, de leve postgusto calcáreo.
Antonio Sánchez, alma mater de Bodegas Toro Albalá elabora este personalísimo blanco tranquilo con cepas del excelente pedro jiménez cultivadas en la parcela El Jabonero del Pago de Benavente (Sierra de Montilla) sobre suelos de albariza de antehojuelas. El vino ha fermentado en barrica de roble francés de 500 litros y una pequeña parte en ánfora de terracota con crianza sobre lías durante 10 meses. Destaca su perfil fresco que estiliza su poderosa estructura y cuerpo. El aroma cítrico y frutal se enriquece con notas de hierbas balsámicas, pastelería, y sugerencias terrosas. Sabroso, suave y amplio, las intensas sensaciones palatales recuerdan a los finos sin perder juventud.
Un soberbio ejemplo de blanco tranquilo de parcela, en este caso la viña Antoñín, trabajada por el viticultor Pablo Delgado, apodado el Litri, situada a unos 525 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra de Montilla. Se trata de un viñedo viejo de pedro jiménez. El vino fermenta en botas envinadas con fino CB, con posterior reposo bajo velo de 22 meses. El resultado es un blanco que se asemeja al que se bebía en los pueblos de la zona, pero refinado, sin perder carácter, con un seductor de generoso, fruta madura, notas de hierba balsámica, sugerentes recuerdos de levadura, frutos secos y tierra caliza. Voluptuoso y complejo, de estilizada estructura, final fresco y largo postgusto.
Juan Márquez, director técnico de Pérez Barquero, rescata el tradicional vino de pasto a partir de su Fresquito de Tinaja elaborado con cepas de pedro jiménez procedentes de los mejores pagos de albariza de la Sierra de Montilla y Moriles Altos. Un alarde de creatividad enológica que utiliza la parte más cercana al velo de flor (cabezuela) para su crianza durante 12 meses en ocho botas que albergaron previamente fino viejo, con posterior reposo en botella. Aroma de marcado carácter frutal, con notas a flor marchita, leve recuerdo a brioche. Sabroso, amplio y suave, ligeramente salino, con atractiva evolución en boca que termina en un final fresco y largo, de ligero regusto a tiza.
De la mano de Equipo Navazos, creado en 2005 por Eduardo Ojeda y Jesús Barquín, llega este blanco tranquilo, sin fortificar, fermentado en depósito para continuar la crianza bajo velo en botas bodegueras en las que ha permanecido durante 6 meses, con unas semanas de reposo en depósito. El mosto se obtiene de cepas viejas de palomino fino cultivadas en el Pago Miraflores La Baja (Sanlúcar) próximas a las marismas. Una acertada evolución de añadas anteriores, con menor impacto de la crianza biológica, que se refleja en una propuesta más fresca y equilibrada, de aroma a brioche, sobre fondo afrutado, notas cítricas y hierbas aromáticas. En la boca es sabroso con largo final salino.
· Equipo Navazos, Jerez de la Frontera (Cádiz) · Teléfono: 985 133 262 · Web: equiponavazos.com · DO: No tiene · Cepas: palomino fino · Tipo: blanco crianza, 11,5% · Precio: 25 euros · Puntuación: 9,2/10
Le Fleq 2022
Propuesta del jerezano Flequi Berruti, creador de proyectos tan notables como Tintorería Vinoteca, tienda especializada en vinos con más de 3.000 referencias, el bar de vinos El Marginal y la distribuidora Alma Vinos Únicos. Nace del Pago Añina (Viña La Zarzuela) donde la predominante uva palomino fino convive con pequeños majuelos de perruno, cañocazo, y mantúa. El vino ha fermentado y criado durante nueve meses en barricas francesas de 500 litros. El resultado es un banco de aroma a fruta exótica y recuerdos herbáceos, todo sobre un fondo fresco y estimulante donde combinan los hongos con las notas terrosas y especias. Muy sabroso, estilizado y fresco, deja un regusto amargo.
· Flequi Berruti · Teléfono: 912 092 550 · Web: latintoreriavinoteca.com · VT: Cádiz · Cepas: palomino fino con algo de perruno, cañocazo y mantúa · Tipo: blanco crianza, 12% · Precio: 17,50 euros · Puntuación: 9,1/10
Parcela de los turistas 2021
Los Insensatos es una empresa comercial creada por seis amigos que apuesta por desarrollar un proyecto enológico en Montilla-Moriles: el blanco tranquilo Los Turistas. Cuentan para ello con cepas viejas plantadas en 1907 del Pago La Cañada Navarro, en la zona de calidad superior de la Sierra de Montilla, a 460 metros de altitud, sobre suelo formado por alberos de antehojuela. La elaboración se basa en la fermentación en tinajas de hormigón, con posterior crianza biológica durante 7 meses. El vino tiene un ligero perfil generoso, con notas de fruta compotada, tonos de bollería, recuerdos de frutos secos, tonos herbáceos y terrosos. Goloso, mórbido, con cuerpo, fresco, con regusto a tiza.
· Los insensatos, Montilla (Córdoba) · Teléfono: 629 226 281 · Web: losinsensatos.com · DO: Montilla-Moriles · Cepas: pedro Jiménez y algo de vidueño · Tipo: blanco crianza, 14% · Precio: 16,65 euros · Puntuación: 9,1/10
Valdespino Viña Macharnudo Alto 2022
Un buen ejemplo de la potencialidad de las tierras albarizas jerezanas. Elaborado con una selección de las mejores cepas del mítico viñedo Macharnudo Alto, uno de los más célebres de Jerez, propiedad de la prestigiosa bodega Valdespino (grupo José Estévez), añade a la impronta del suelo la fermentación en botas de roble americano y la posterior crianza de seis meses sobre lías sus lías finas. El resultado es un blanco de agradable frescor y sutileza, aromático, con elegantes notas de bollería, balsámicos, y fruta blanca madura. Sabroso y largo, termina con leve regusto amargo y salino.
· José Estévez, Jerez de la Frontera (Cádiz) · Teléfono: 956 321 004 · Web: grupoestevez.es · VT: Cádiz · Cepas: palomino fino · Tipo: blanco crianza, 11% · Precio: 12 euros · Puntuación: 9/10
Periodista, escritor, y crítico enogastronómico. Premio Nacional de Gastronomía 2002. Es crítico enológico de EL PAÍS desde finales de los ochenta. En 1989 participó en la fundación de Slow Food, donde ha sido vicepresidente internacional y presidente nacional. Es autor de libros como 'El Libro del Vino' y 'El Libro de los Aguardientes y Licores'.
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