_
_
_
_

‘Madridlandia’, o la capital como parque temático

Madrid explota el centro de la ciudad como reflejo de un modelo de crecimiento centrado en el turismo y el ocio que suma más bombillas cada año

Encendido de las luces de Navidad 2024 en el centro de la ciudad, a 28 de noviembre.
Encendido de las luces de Navidad 2024 en el centro de la ciudad, a 28 de noviembre.A. Pérez Meca (Europa Press)
Jacobo García

La familia Castro —matrimonio y tres niños— recorren entusiastas la Gran Vía por tercera vez en el día. De arriba a abajo una y otra vez. De Plaza de España a Cibeles y vuelta a empezar, siguiendo las luces de Navidad. El matrimonio, nacido en Ecuador, y los hijos, en Torrejón, serpentean ahora por el lado derecho, entre una multitud que abarrotó la semana pasada la principal avenida comercial de España para ver la iluminación navideña. Cuando se aburren de las luces aparece la figura de un jugador de fútbol en el escaparate de una tienda, una cata de turrones en otra o las fotos de un musical un poco más adelante.

El encendido navideño es una atracción más de un parque temático que exprime las calles del centro como una ubre que a lo largo del año no descansa más de 20 días seguidos. Hasta el 5 de enero, día de la cabalgata de Reyes, que moviliza a cientos de actores, serán casi seis semanas de consumo y luces, en el que se incluye un puente que dejará una ocupación hotelera del 85% y atrae viajes familiares, cenas de empresa o despedidas de soltero de toda España. Lo que hasta hace unos años era un rancio ritual de arranque navideño, ha sido poseída por el efecto Abel Caballero y además del juego de manos del alcalde de Vigo sobre el interruptor, al estilo Wall Street, incluyen ahora las palabras de una estrella invitada, un concierto y fuegos artificiales.

Pasada la cabalgata de Reyes, llegará la semana de carnaval de febrero y unas rejuvenecidas procesiones de Semana Santa, a las que se le han modificado el recorrido para que ahora atraviesen la Puerta del Sol. En mayo, las fiestas de la Comunidad y San Isidro unen durante 20 días pregones y decenas de conciertos y en junio, el Día del Orgullo gay es ahora la Semana del orgullo. Casi diez días de eventos relacionados con la diversidad sexual sobre el que el Ayuntamiento informa siempre con una nota de prensa encabezada por los millones de euros que el Orgullo riega sobre la ciudad. Algo parecido sucede con el 12 de octubre, antes Día de la hispanidad, ahora convertido en Semana de la Hispanidad.

Año tras año, el Ayuntamiento de Madrid inventa alguna fiesta o recicla una tradición para que no decaiga la maquinaria de ocio y el turismo que aporta el 12% del PIB y ha colocado a Madrid entre las 10 ciudades del mundo que más beneficio económico saca, según Destination always de The Economist, un informe patrocinado por Booking que analiza cuáles son las ciudades del mundo en la que el turismo deja más dinero en relación con su impacto medioambiental.

Si no hay fiesta o verbena que invocar, Almeida inventa una mascletà valenciana, un espectáculo de drones o la Fórmula 1. Madrid sueña con el pleno empleo y si el Ayuntamiento pone el encendido navideño para competir con los belenes alemanes, los hoteles organizan Ilumina Madrid, una ruta turística por las fachadas de los principales hoteles y “potencia la capital como destino navideño de ensueño”. Las prioridades del último presupuesto de Almeida para Madrid están claras: un aumento del 3% en deporte, un 13% en cultura y un 18% en turismo.

“Venimos dos veces al centro en Navidad. El día del encendido y en Reyes para la cabalgata. Los niños lo pasan muy bien con las luces y tanta gente”, dice Carlos, el padre de la familia, rodeado de gente feliz como ellos, que a esa hora sube y baja Gran Vía. Para la familia Castro, cualquier otro exceso que no sea gratis: la pista de hielo, el Circo Mundial o entrar al cine —palomitas y autobús verde de regreso— supera los 100 euros. Algo impensable para el bolsillo de un albañil con tres hijos. La familia llegó al centro a las cinco de la tarde y volverá a Torrejón sobre las diez de la noche. Recorrer la calle, entrar al Primark o meterse en el edificio de Telefónica, es lo más parecido a pasar las vacaciones. Hay manzanas que a los Castro le duran horas.

El Madrid, que apuesta por el turismo y el ocio como motor de crecimiento, tampoco descansa en verano, una época en la que tradicionalmente la ciudad se vaciaba, pero que ahora bate récords. Este año, un 20% más de turistas que el verano pasado, según cifras oficiales. Pero el tsunami turístico que atrae a Madrid a más de un millón de turistas cada mes —casi 1.500 extranjeros cada hora que se dejan 300 euros diarios— va más allá del verano, y octubre se convirtió en el mejor mes del año, según el INE. Esta vez, el turismo extranjero ganó al nacional y entre los que más llegaron están los estadounidenses que han descubierto que España es un buen sitio para pasar el invierno, frente a un México que asusta a la tercera edad.

Fernando Caballero, autor del libro Madrid DF, llama a esto fiestificación, y avisa sobre el riesgo de que solo tres o cuatro actores, alojamientos, grandes cadenas o las arcas del ayuntamiento, se beneficien de la explotación del ocio, y apuesta por deslocalizar un modelo que hoy solo se encuentra en el centro. “La tesitura es complicada. Renunciar al turismo es un lujo demasiado caro. Pero se puede morir de éxito y una ciudad transformada en parque de atracciones no es una ciudad sana ni con proyección de futuro”, explica. “Mientras la ciudad no funcione de forma policéntrica y encontremos la forma de hacer atractivo visitar esos nuevos centros, el distrito Centro seguirá siendo un producto de consumo. Y para fomentar el policentrismo hacen falta nuevas zonas en la ciudad que compitan con el centro”, dice vía telefónica.

El interruptor con el que Almeida encendió la Navidad la semana pasada, es un resumen del modelo elegido por Madrid. En 2012, con Ana Botella como alcaldesa, el presupuesto de Navidad fue un 30% más bajo que el año anterior, las luces se encendieron un 4 de diciembre y costaron un 60% menos que en 2009. Manuela Carmena aprovechó para recaudar dinero en la lucha contra el cáncer y otros alcaldes alardearon en algún momento de haber utilizado para la iluminación navideña luces reciclables, pero no hechas con botellas, sino del año anterior. En el Madrid de Almeida, la estrategia es la contraria. Más gasto, más brillo y más destellos cada año. Esta Navidad, cinco millones de euros y un 12% más de dinero que el año pasado.

Los tiempos en los que el principal alarde navideño era ver al alcalde inaugurando Cortylandia son ahora una fiesta con escenario, presentadora, concierto y las palabras del seleccionador nacional Luis de la Fuente. En el Madrid del parque temático, ya no caen las hojas en otoño, sino la máscara de Halloween, el gorro de Papa Noel, la boina de chulapo o la camiseta de Fernando Alonso, cuando llega la primavera.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_