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Madrid agita la polémica de la falta de vacunas y culpa a Sánchez pese a que la semana que viene llegarán las previstas

La comunidad alcanza una incidencia acumulada de 372 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y la presión crece en los hospitales

El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero.Vídeo: EUROPA PRESS
Isabel Valdés

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha insistido este viernes en la polémica de la falta de vacunas que agita desde hace semanas, de la que culpa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “No sabemos cuántas dosis vamos a recibir por parte del Gobierno la semana que viene. Y, como no lleguen más, vamos a tener que a paralizar la vacunación en los grandes centros”, ha dicho la candidata del PP a la reelección en los comicios autonómicos del 4-M. Una portavoz del Ministerio de Sanidad ha asegurado este viernes que no hay ningún problema con la llegada de vacunas para la semana que viene y que Madrid tendrá las previstas: el lunes llegará una partida de Pfizer, el martes, otra de AstraZeneca, y a lo largo de la semana lo hará un envío de Moderna. “Si de mí dependiera la vacuna, el 100% de la gente en Madrid ya estaría protegida”, ha subrayado la presidenta madrileña, sin dejar muy claro a qué se refería con esa frase. Un portavoz de Sanidad ha aclarado más tarde a lo que Díaz Ayuso aludía: “A que tenemos capacidad para aumentar el ritmo”.

Israel, el país del mundo con más población vacunada no llega al 60% de población vacunada y ningún país de la Unión Europea supera el 15%. En España, Madrid es una de las comunidades que menos población ha inmunizado, tanto si se cuenta solo una dosis como la pauta completa, en ambos casos claramente por debajo de la media nacional. Mientras, la comunidad alcanza una incidencia acumulada de 372 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y la presión crece en los hospitales, como ha admitido el viceconsejero de Salud Pública y plan covid-19, Antonio Zapatero, aunque ha indicado que ese parámetro a siete días, “que marca la tendencia, se está estabilizando y eso es una buena señal”.

Aun así, el viceconsejero ha reconocido que no prevén que los datos mejoren durante las dos próximas semanas: “Hay una leve tendencia ascendente en la incidencia acumulada [casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días], algo que ocurre en Madrid y en el resto de España, prácticamente en todas las comunidades autónomas, consecuencia de los días festivos de Semana Santa y el cierre perimetral. Somos conscientes de que las dos próximas semanas esta tendencia seguirá”. Mientras, la presidenta madrileña ha reiterado en una entrevista en Tele 5 que en los próximos días van a bajar los contagios.

En esa contradicción, la Comunidad de Madrid ha decidido no hacer ningún cambio en las restricciones pese a la subida de contagios, ingresos hospitalarios —de forma más moderada— y ocupación de las UCI que viene registrándose desde hace más de dos semanas. Este viernes hay 2.016 pacientes en planta y 508 en las unidades de críticos —533, según la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid (Somiama), lo que supone estar por encima del 113% de su capacidad estructural, es decir, sin quirófanos o unidades de reanimación—, según ha cifrado el viceconsejero en la rueda de prensa de la Consejería de Sanidad de los viernes.

La región, con una elevada transmisión en la que hasta un 85% de las nuevas infecciones corresponden a la variante británica, tiene activas las mismas medidas que había cuando la incidencia acumulada comenzó a descender en febrero. A mediados de ese mes, cuando la incidencia acumulada a 14 días estaba disparada hasta los 625 —por encima del doble de lo que el ministerio marca como el más alto umbral de riesgo, 250—, y cuando las unidades de críticos registraban un 152% de su capacidad estructural, con 715 graves en sus camas, según los datos de Somiama, el Ejecutivo regional retrasó una hora el inicio del toque de queda, que pasó de las 22.00 a las 23.00, y el cierre de establecimientos, que podían empezar a abrir hasta las diez de la noche. Una “flexibilización”, lo llamó Zapatero, que había comenzado una semana antes, ampliando los comensales de cuatro a seis en las terrazas.

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El Gobierno regional insiste en los perimetrajes por zonas básicas de salud como “medida quirúrgica” —áreas que corresponden a la población que atienden los centros de salud y cuyos resultados tras meses de puesta en marcha no han demostrado ninguna efectividad—; al tiempo que continuará con el máximo de seis personas en terraza y cuatro en el interior de la hostelería, que jamás ha cerrado; la obligatoriedad de la mascarilla para clientes cuando no estén bebiendo o comiendo y de la ventilación para los dueños de los establecimientos —obligación que comenzó también a mediados de febrero, hasta entonces era solo una recomendación —; y los aforos al 50%. La apuesta ahora es la campaña de vacunación.

1,6 millones de dosis inoculadas

“Más del 8% de la población ha recibido ya las dos dosis”, ha informado Zapatero, que ha cifrado en 1,6 millones las dosis que se han inyectado hasta este jueves por la tarde. Ambulatorios, hospitales, WiZink Center, Wanda Metropolitano y Hospital Isabel Zendal son los espacios donde se está realizando la inmunización. Sin embargo, el Ejecutivo regional se plantea la posibilidad de cerrar la próxima semana los últimos tres lugares, los puntos de vacunación masiva, si las únicas vacunas que les llegan son las 157.900 dosis de Pfizer que, hasta ahora, el Gobierno central les ha comunicado.

Una portavoz del ministerio ha asegurado este viernes que no hay ningún problema con la llegada de vacunas para la semana que viene. “El martes les llega AstraZeneca y Moderna toca cada 15 días, es decir, esta semana”. Además de esas entregas, la comunidad mantiene un stock esta semana de 29.000 dosis de Moderna, “no llegaría a 3.000 de AstraZeneca y alrededor de 100.000 de Pfizer”, ha enumerado la directora de Salud Pública.

Este miércoles, en el Consejo Interterritorial con el Ministerio de Sanidad y el resto de autonomías, el consejero de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, hizo tres peticiones que no serían factibles si se suspendiera la vacunación en esos puntos masivos: ampliar el límite por encima de los 69 años para la vacuna de AstraZeneca; permitir que, de manera voluntaria, los menores de 60 años puedan recibir AstraZeneca y Janssen, y estudiar la priorización de primeras dosis, alargando el plazo para inyectar la segunda. “Ya que hay evidencia científica de que con la primera dosis de Pfizer y Moderna se alcanza una inmunidad del 75%-80%, y nuestros técnicos apuestan por llegar a los 42 días para las segundas dosis”, ha explicado Zapatero.

Mientras esa cuestión queda en el aire, Madrid mantendrá la pauta normal, ambas dosis con 21 y 28 días entre la primera y la segunda para la población incluida en el grupo de riesgo 7, con Pfizer y Moderna. Además, este martes se pondrá en marcha un nuevo sistema de citación electrónica para vacunarse que consistirá en la posibilidad de que los propios ciudadanos puedan llamar a su centro de salud “para establecer la cita en el tramo horario que les venga mejor”, ha explicado Zapatero. Pero no para todos. Este modelo de citación será en los centros de salud para los mayores de 75 años y de 70 a 74 en cuatro hospitales: La Paz, Gregorio Marañón, 12 de Octubre y la Fundación Jiménez Díaz.

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Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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