Madrid retrasará el inicio del toque de queda y el cierre de bares y restaurantes el próximo jueves
La Consejería de Sanidad confirma dos casos más de la variante brasileña de la covid
La Comunidad de Madrid mantendrá una semana más las restricciones horarias vigentes ante el coronavirus. Pero el próximo jueves 18 de febrero, si la situación epidemiológica lo permite, retrasará una hora el inicio del toque de queda, que pasará de las 22.00 a las 23.00, y el cierre de establecimientos, que podrán abrir hasta las diez de la noche. En los bares y restaurantes se permitirá una “flexibilización”, ha explicado el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, en rueda de prensa. Con dos requisitos: que el cierre se ciña al toque de queda de la población y que se admitan clientes solo hasta las diez. Esto ocurrirá, ha dicho Zapatero, “si la situación epidemiológica lo permite”. Y ha insistido: “Que nadie confunda flexibilizar con relajarse”. Al mismo tiempo que el viceconsejero daba esta información, la presidenta Isabel Díaz Ayuso publicaba un tuit en el que anunciaba estas mismas medidas sin incluir condicionantes.
Sobre todo, ha recalcado el viceconsejero, “en el nuevo escenario” que plantea la aparición de las variantes británica, brasileña y sudafricana en España. En la región, está ya la británica, que se expande desde hace dos semanas y que alcanza una prevalencia del 25%. Y la Consejería de Sanidad ha confirmado ya tres casos de la brasileña. El viceconsejero ha sumado dos más este viernes, después del primero de hace una semana; uno de ellos con una mutación “más agresiva y con más transmisibilidad”, ha dicho. Por eso, ha recordado la petición del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, al ministerio hace unos días sobre “la necesidad de establecer cuarentenas obligatorias para los que lleguen de Brasil o Sudáfrica”. Aunque los vuelos desde esos países están bloqueados actualmente, sí pueden entrar en territorio español los nacionalizados y residentes que lleguen desde ambos lugares.
“Es un llamamiento a que esto hay que tomárselo muy en serio”, ha recalcado. Y ha instado al Gobierno central a que les permita activar estas cuarentenas que, según el viceconsejero, minimizarían los riesgos de un agravamiento en la situación epidemiológica de la autonomía, que esta semana presenta una mejoría “leve”, aunque “la presión asistencial continúa”, ha afirmado.
Contagios en descenso y unidades de críticos tensionadas
La incidencia acumulada (IA) de 669 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días —frente a los 860 de hace una semana—; los “más de 600 pacientes menos en los hospitales” desde el pasado viernes; y una tendencia estable a la baja en el número de ingresos diarios —”453 pacientes menos en la cifra intersemanal, cuando la anterior fue de 184 pacientes”—, han sido las cifras hacia las que ha apuntado Zapatero para explicar esa buena tendencia que mantiene la región desde hace dos semanas. Aun así, ha afirmado que es más “prudente” esperar para levantar la mano, como adelantó el vicepresidente Ignacio Aguado el miércoles: “Tenemos miles de pacientes hospitalizados y cientos en UCI”, ha dicho el vicenconsejero.
La pasada semana, en la habitual rueda de prensa de los viernes, la Consejería de Sanidad anunció la ampliación del límite de comensales en las mesas de las terrazas, que pasó de cuatro a seis personas. A la vez, mantuvo las cuatro personas como máximo en cada mesa del interior de los establecimientos, fijó la obligación de llevar mascarilla en bares y restaurantes ―hasta ahora era solo una recomendación― e hizo también forzosa la ventilación, mecánica o natural, en esos locales. Medidas que, junto a los perimetrajes por zonas básicas de salud, también seguirán activas, al menos, hasta el jueves 18.
Esa mejoría no llega aún a significar una situación controlada. La incidencia sigue estando más de dos veces por encima del umbral de riesgo extremo que marca el Ministerio de Sanidad (250 de IA). Las unidades de cuidados intensivos se mantienen en un 152% de su capacidad estructural, con 715 críticos en sus camas, según los datos diarios de la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid. Lo que acarrea una presión no solo en los servicios de Medicina Intensiva, sino en los de Anestesiología o Cirugía, que han de paralizar en parte su actividad para poder dar cabida a estos enfermos críticos, además del resto del hospital, a los que afecta el freno de esas áreas. Y los muertos, el dato más grave que deja la pandemia, lleva dos semanas descendiendo, aunque de forma casi imperceptible, con tres y cinco fallecidos menos que en la semana anterior. La cifra global, este viernes, es de 450 muertos en los últimos siete días.
La posición de los expertos: en contra de la relajación de medidas
Son esos datos y la posibilidad de que vuelvan a crecer, tanto esas variables como el resto, lo que lleva a los expertos a posicionarse en contra de una desescalada de restricciones. El pasado 1 de febrero, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió a los países que no relajaran las medidas: “Ya hemos pasado por esto antes. Durante el año pasado, hubo momentos en casi todos los países en los que los casos de covid-19 disminuyeron, y los Gobiernos se abrieron demasiado rápido y las personas bajaron la guardia, solo para que el virus volviera a rugir”. Y hace solo 24 horas, una de las portavoces de esta organización, Catherine Smallwood, instó a España a no precipitarse en levantar restricciones: “En España las tasas de transmisión se mantienen muy altas. El virus se beneficiará de cualquier oportunidad”.
Tras las indicaciones por parte de los portavoces de la OMS, Zapatero ha dicho que la consejería “atiende” a “todo tipo de recomendación” de la organización, pero que “la institución que mejor conoce Madrid es la Consejería de Sanidad” y ha puntualizado que usan “permanentemente todo tipo de indicadores” para analizar la situación: “Las medidas que tenemos son intensamente restrictivas”.
Madrid es la tercera autonomía con más contagios, por detrás de Castilla y León, Comunidad Valenciana y la ciudad autónoma de Melilla. Es también una de las regiones con medidas más laxas, sobre todo en cuanto a movilidad de la población y protocolos en el interior de los establecimientos. Este jueves, Fernando Simón, director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, apuntaba a lo recomendable de cerrar esos interiores: “En las comunidades con cierre del interior de los bares, el descenso de contagios es el doble”.
Se refería a Castilla-La Mancha, que ha mantenido la hostelería cerrada durante 26 días y reabre este viernes; en la última semana ha pasado de 915 de IA a los 577. También en Castilla y León, donde los interiores no están permitidos y seguirán así, al menos, una semana más: ha pasado en la última de 1.117 a 719. O la Comunidad Valenciana, que continuará con el cierre en los próximos días, y que ha descendido en los últimos siete de 1.190 a 777 de IA.
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