La educación en Madrid, en huelga por los “incumplimientos” en la seguridad sanitaria
A pesar tener decretados casi el 100% de servicios mínimos, los sindicatos celebran el éxito de la convocatoria mientras el Gobierno regional la tacha de residual
Los docentes de todas las etapas de la enseñanza madrileña están llamados este martes y miércoles a la huelga, convocada por CC OO, UGT, STEM y CGT en protesta por los “incumplimientos” en la seguridad sanitaria. La Consejería de Educación ha establecido unos servicios mínimos de entre el 95 y 100%, que los sindicatos han recurrido. Teresa Jusdado, responsable de Educación UGT Madrid, e Isabel Galvín, de CC OO Madrid, denuncian que son “abusivos que impiden el derecho a huelga”. Aun así, los sindicatos UGT y CC OO, cuyos portavoces se han concentrado frente a la Consejería de Educación, hablan de un seguimiento “altísimo”. UGT ha celebrado “el éxito de la huelga” basándose en el apoyo que ha recibido entre el profesorado que a, pesar de no poder sumarse, se han manifestado por otros medios dentro de sus centros. En contraste, el Gobierno regional habla de un seguimiento de apenas 4,5% y destaca la ausencia de incidencias.
“El gravísimo problema que tiene el profesorado es que no puede secundarla porque le han nombrado servicio mínimo, hay plantillas completas en servicio mínimo”, subraya Jusdado. UGT ha enviado unos carteles a los centros que rezan Estoy en huelga, soy servicio mínimo para que todo aquel que hubiera querido hacerla pueda visibilizar su situación. El nivel de enfado de los docentes es muy alto, según sus representantes. La líder sindical revela que, ante la queja de los sindicatos por los servicios mínimos en el comité de huelga, la Consejería de Educación “reconoció que iba a ser secundada mayoritariamente y no se lo podían permitir”.
Galvín cuenta que hay casos en los que “de plantillas de 30 profesores pueden ponerse en huelga cuatro, y se han puesto”. En un gesto de buena voluntad a la espera de ver los resultados del cambio de planes y de las medidas anunciadas a finales de agosto por el Gobierno regional, los sindicatos retrasaron y redujeron las fechas de la huelga que ya tenían convocada y los pasaron de los días 4, 8, 9 y 10 de septiembre al 22 y 23 de septiembre. Ahora, han mantenido la huelga porque así se lo han demandado sus afiliados, cuenta Galvín. El profesorado madrileño apoya la huelga en un 73%, según sus encuestas, al considerar que las medidas para garantizar la seguridad en los centros “no se han terminado de cumplir, o bien se están cumpliendo con incertidumbres e inseguridades”, y en algunos casos no se han puesto en marcha todavía.
En cuanto al seguimiento, los sindicatos hablan de un éxito por el apoyo dado por la ciudadanía y por el profesorado que, a pesar de los servicios mínimos, se ha manifestado a través de carteles, pegatinas o discursos en sus puestos de trabajo, según un comunicado de UGT. Según los convocantes, “el profesorado ha respondido de manera valiente, concienciado de que era necesario actuar así para garantizar la salud de docentes y alumnado en los centros educativos frente al coronavirus”. El Gobierno regional, en cambio, subraya que no ha habido ninguna incidencia, que apenas un 4,5% de los profesores ha hecho huelga y que los amplios servicios mínimos fueron establecidos para asegurar la atención educativa.
“Es una huelga que podría haberse evitado pero la consejería no ha cumplido”, resume Galvín. Entre la larga lista de incumplimientos de las promesas de cara a la vuelta al cole, los sindicatos citan en primera instancia la incorporación de nuevos profesores, que siguen sin llegar. Según los cálculos de CC OO, de los 7.398 docentes anunciados, han llegado 6.341. Más aún, los “contratos covid” ofrecidos por la Consejería de Educación son precarios. No señalan qué tipo de plaza es ni fecha de término, lo que, a juicio de los sindicatos, otorga a la Consejería “carta blanca para poder prescindir de estos nuevos profesores en cualquier momento del curso”.
Además, “no se ha regulado un sistema ágil y eficaz para la sustitución inmediata de bajas del profesorado. Con esta situación, falta algún profesor en todos los centros pero hay algunos centros donde faltan hasta ocho”, asegura Galvín. La segunda gran queja es la falta de atención y coordinación ante positivos por covid por parte de Salud Pública, que tarda de media cinco días en contestar a los colegios. Ante esta situación, según CC OO, los centros "se están autoorganizando y cuando detectan un posible positivo llaman a Salud Pública o a Prevención de Riesgos Laborales y no les contestan. Los directores no saben si cerrar aulas concretas o el centro educativo entero. Están teniendo que tomar decisiones de urgencia sin ser la autoridad sanitaria”.
Tampoco se ha cumplido la promesa de ampliar las plantillas con 150 enfermeras escolares, ni se ha proporcionado suficiente material de prevención a los centros, que tienen que cargar con este gasto. Aunque en muchos casos sí se ha cumplido la reducción de ratios en las aulas, aún son excesivas. No saben cuándo van a llegar las aulas prefabricadas para las nuevas clases abiertas para reducir el número de alumnos.
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