“No queremos ser cómplices”: los institutos de Madrid se plantan ante la falta de medidas para septiembre
Los directores exigen en un comunicado más recursos y más personal para evitar que los centros, masificados y sin medios, se conviertan en un foco de contagio el curso que viene
“No podemos convertirnos, por decreto, en gestores de pandemias. Nos negamos a asumir responsabilidades que no nos corresponden y a ser cómplices del desastre. Los institutos, sin los recursos humanos y materiales necesarios, se van a convertir en un importante foco de infección del virus en septiembre”. Esta es la contundente advertencia y el ruego desesperado que lanza de nuevo a Esteban Álvarez, presidente de la Asociación Directores de Instituto de Madrid (Adimad), que agrupa al 80% de los equipos directivos. Los directores han firmado este viernes un duro comunicado, en el que acusan a la Consejería de Educación de “insultar a la inteligencia” y denuncian que se enfrentan al regreso a las aulas con clases igual o más masificadas que antes de la covid-19, con menos profesores y sin dinero para implementar las medidas sanitarias y de seguridad que les exige el Gobierno regional.
“Someten a las familias a un chantaje moral, a la dicotomía de elegir entre educación y salud, entre mandar a sus hijos a unos institutos que no van a contar con unas mínimas medidas de seguridad o dejarlos en casa y renunciar a trabajar”, sostiene Álvarez, muy “decepcionado” con la consejería por su “inacción”. “No nos pueden decir que es lo que hay porque no hay dinero, tiene que haberlo, ¿qué van a hacer con los 290 millones del Gobierno central”, pregunta el responsable de Adimad.
Los profesores están “hartos de promesas, de instrucciones imposibles de cumplir y de ocurrencias”. Hace dos semanas que se publicaron las directrices del curso que viene y, en vista de que pasan los días y “no se resuelven los problemas ni hay noticias de que vayan a resolverse”, han decidido dar un paso más y publicar el manifiesto. “Tenemos la obligación de hacer pública la situación que se plantea en septiembre y sus consecuencias”.
En Madrid, el curso pasado cursaron Secundaria 288.077 alumnos y 105.614 Bachillerato en 353 institutos y los datos de matriculación apuntan a “cifras muy similares” para el curso que viene, según la Consejería de Educación. Sin embargo, los directores han constatado un aumento de los alumnos y, como no se han abierto más aulas, el resultado es “más masificación”. Según Álvarez, habrá hasta 35 por clase en Secundaria y hasta 39 en Bachillerato, “al límite de lo legal”. La consejería replica que “las ratios medias están por debajo de los máximos”.
Este es el gran problema para los directores, no haber bajado la ratio. “Cómo es posible que los aforos se limiten en todos los comercios y en la hostería y nosotros vayamos a volver a clase igual o peor. Hay que reducir esas cifras a la mitad, combinando clases online y presencialidad, de forma que la importancia de la enseñanza telemática sea mayor en los cursos superiores y menor en los inferiores”, exige Álvarez, que recuerda que “otras comunidades lo están haciendo”. Los directores están angustiados porque la Comunidad les exige adoptar “medidas para evitar aglomeraciones” y garantizar “una distancia de al menos 1,5 metros″, pero lo ven imposible con más alumnos y los mismos espacios.
¿Cómo pretende Educación que lo hagan? Porque su realidad es esta: “Tenemos pasillos estrechos de 70 metros de largo con flujos de 200 alumnos, vestíbulos de pocos más de 100 metros cuadrados con más de 600 personas, 35 alumnos en aulas de 35 o 40 metros cuadrados como mucho, sin distancia de seguridad interpersonal, con apenas un metro cuadrado para cada uno y mascarillas durante seis horas en pleno mes de septiembre”. La respuesta de la consejería: ponerse de lado y que se apañen. “Las instrucciones han sido enviadas a los institutos para que estos, mediante su autonomía de gestión, las apliquen en sus propios centros educativos”, se limita a responder. Los docentes reclaman que, al menos, “se aumenten los auxiliares para el control de pasillos, apertura y cierre de puertas”.
Su segunda demanda es más plantilla. “Con un 15/20% más sería suficiente, pero los cupos que nos han comunicado no solo no suponen un aumento, sino que vemos con perplejidad que hay recortes en necesidades especiales y atención a los alumnos más desfavorecidos”, afirma Álvarez. Según los directores, “no se podrán cumplir las instrucciones en aspectos tan importantes como grupos flexibles o desdobles en Lengua y Matemáticas de 1º y 2º de ESO, la atención a grupos mixtos bilingües cuyo número obliga a un desdoblamiento de materias de sección o de programa, el respeto a la optatividad en la oferta educativa, y los horarios de refuerzo para cubrir los déficit formativos producidos por la pandemia”. Según la asociación, “se ha eliminado la figura del profesor técnico de servicios a la comunidad en muchos centros” y se ha producido una “reducción drástica del profesorado de Compensación Educativa, Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje”.
La Comunidad niega haber metido tijera y asegura que contratará a 600 profesionales más de cara al inicio del curso. No son, en todo caso, un extra por la covid, sino que se trata del “cupo con el que anualmente la Comunidad incrementa el número de docentes de cara al curso”, explica un portavoz de Educación, que añade que “todavía no está definido cuántos irán destinados a cada etapa”.
El tercero, medios tecnológicos. “A 24 de julio no sabemos con qué recursos vamos a contar y así no se puede planificar nada”, critica Álvarez. “Va a ser necesaria la educación online y la brecha digital es muy grande, no podemos pretender que un alumno trabaje con un móvil o que haya solo un ordenador en casa para dos hermanos porque entonces uno de ellos no va a ir a clase”, explica Álvarez, que reclama, como ocurre en las empresas, que la administración dote de ordenadores a todos los profesores, que están usando sus medios personales desde que se suspendieron las clases.
En cuarto lugar, reclaman “medidas de prevención e higiene reales y presupuesto adicional”. A día de hoy, “no se ha notificado un cambio en los contratos de limpieza”, que dependen del Gobierno regional, censura Álvarez. Las instrucciones contemplan una limpieza completa diaria y de los baños varias al día, así como asear, desinfectar y ventilar espacios comunes y puestos de trabajo compartidos cada vez que se usen, lo que exige, según los responsables de los centros, “personal de limpieza durante las mañanas” que, a día de hoy, no tienen.
La escasez de recursos es “extrema”. “El material que nos han entregado no da para un día”, se lamenta el responsable de Adimad. “Los directores no tienen con qué pagar todo lo que necesitan comprar, que cuesta de 5.000 a 7.000 euros”, continúa Álvarez, que recuerda que, por ejemplo, se requiere un dispensador de gel, que cuesta 30 euros, por aula y tienen 40 clases por centro. “Hay que señalizar, acondicionar los baños... y disponemos solo del 40% del presupuesto anual, unos 40.000 euros, que a estas alturas de curso muchos institutos han agotado”.
A estas exigencias que consideran “básicas e irrenunciables”, suman en su comunicado la reclamación de personal sanitario que asuma el papel de coordinador de covid, que la consejería “publique las obligaciones de alumnos y familias” para que queden claras “las condiciones en las que se va a estar y a acudir a los centros”, apoyo a las familias para que puedan “disponer de dos mascarillas por alumno y día”, que “se garantice la sustitución inmediata de los profesores y personal que tengan síntomas”, que “se reduzcan al mínimo los profesores compartidos” y más formación tecnológica.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía
- Buscador: La nueva normalidad por municipios
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Guía de actuación ante la enfermedad
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.