Los socialistas se imponen en Barcelona con el mayor apoyo desde 2008

El PSC se impuso este domingo con una holgada mayoría en la ciudad de Barcelona, donde concatenaba cinco ciclos electorales sin ganar. Y puso fin a ese periplo tras lograr 233.701 votos (con un 96,9% escrutado), el mejor resultado de un partido en Barcelona desde 2008, justamente cuando el Partit dels Socialistes logró su última victoria en Barcelona, entonces con 356.264 apoyos. La formación acaparó uno de cada tres votos, lo que le permitió casi doblar los resultados de la segunda fuerza, Sumar (118.676 apoyos, un 16,8%).

Lanzadas por la lógica del voto dual, según el cual se vota a una fuerza en comicios locales o autonómicos y otra en las generales, las cabezas de cartel Meritxell Batet (PSC) y Aina Vidal (Sumar) lograron lo que fueron incapaces de hacer Jaume Collboni y Ada Colau en las pasadas elecciones municipales de mayo, cuando ambos quedaron segundo y tercero y requirieron el apoyo del PP para que el candidato socialista se convirtiera en alcalde.

Esta vez la victoria del socialismo en Barcelona fue tan apabullante que fue la fuerza más votada en nueve de los diez distritos de la capital catalana. Solo fracasó en Sarrià-Sant Gervasi, el distrito de las familias más adineradas de la ciudad y habitual feudo para los partidos de derechas. Si en las pasadas elecciones municipales y generales se impusieron Junts per Catalunya —Trias construyó su victoria en parte gracias a su abultada victoria en ese distrito— , esta vez ha sido el PP el partido más votado. La fuerza encabezada en la circunscripción barcelonesa por Nacho Martín Blanco se ha erigido en la tercera fuerza de la ciudad y en ese distrito de la zona alta de Barcelona consiguió una quinta parte de sus votos. Los populares se vieron beneficiados por la pujanza del partido de Alberto Fernández Feijóo en toda España y en la capital catalana sumaron el 15,88% de los escrutinios. Ese porcentaje supone 111.825 votos, 34.000 más que en 2019.

La gran derrota del independentismo se empezó a forjar en esta contienda electoral en Barcelona, sobre todo en el caso de ERC, que en la ciudad vio cómo se esfumaban la mitad de los apoyos cosechados en 2019. Aquel año, en uno de los momentos más tensos del procés por el juicio a los líderes independentistas, como lo fue para los comunes en 2015 y 2016 a raíz del movimiento 15-M, ERC fue la fuerza más votada. Ayer apenas quedaba nada de eso. Ayer, solo en Barcelona ciudad, el partido de Oriol Junqueras y del president Pere Aragonès perdió más de 86.000 votos.

Barcelona está detrás del derrumbe del independentismo en estas últimas elecciones. A la sangría de ERC se suma la caída de Junts, menor pero que se dejó en Barcelona casi 30.000 votos y se queda en los 73.000. El tercer partido independentista, la CUP, también ha sufrido considerable retroceso: 39.000 papeletas menos. Entre los tres partidos acumulan una fuga de 155.000 votos, que supera incluso las cifras de aumento de la abstención. En Barcelona apenas acudieron a los colegios electorales 708.162 personas, 107.588 menos.

Vox, por su parte, consolidó los resultados cosechados hace cuatro años, pese a que perdió algo menos de 3.000 votos. Pero le votaron un 5,8% de los barceloneses.

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