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El éxito en la gestión del voto por correo desmonta la teoría de la conspiración que aireó el PP

El 93% de los 2,6 millones de solicitudes se ha ejecutado ya, una de las tasas más altas en todas las elecciones celebradas en España desde 2005. Alberto Núñez Feijóo y un sindicalista de CC OO sembraron dudas sobre la limpieza del proceso

Un hombre entregaba este jueves su voto en la oficina central de correos de Sevilla. Foto: paco puentes | Vídeo: EPV
José Manuel Romero

La empresa pública Correos ha resuelto de manera satisfactoria el mayor desafío electoral al que se ha enfrentado en la reciente etapa democrática por la convocatoria extraordinaria del 23-J. De los 2,6 millones de electores que solicitaron el voto por correo, más del 93% lo había hecho efectivo hasta el jueves, uno de los porcentajes más altos registrados en todo tipo de elecciones desde 2005.

La compañía se encontró en su agenda de manera imprevista la tarea de organizar unas elecciones generales en una situación excepcional: un porcentaje alto de la población está de vacaciones, lo que ha triplicado las peticiones de voto por correo respecto a la anterior convocatoria del 28 de mayo pasado. Correos asumió el triple del trabajo con una parte de la plantilla de vacaciones. Además, la distribución de la documentación electoral se complicó porque muchos potenciales votantes fijaban el punto de entrega en su lugar de vacaciones y no en su domicilio habitual.

La compañía sostiene que desde el 30 de mayo (53 días antes de las elecciones generales del 23-J) comenzaron a planificar los trabajos necesarios para la cita electoral, entre los que se incluía la contratación de miles de personas para reforzar el servicio.

La siembra de la duda

En medio de todo el proceso, el PP, a través de su candidato a presidente, Alberto Núñez Feijóo, levantó una grave sospecha durante el mitin del día 12 en Murcia: “Le pido a los carteros de España que trabajen al máximo, mañana, tarde y noche y, aunque no tengan los refuerzos suficientes, que sepan que custodian algo que es sagrado de los españoles, que es su voto. Les pido que, con independencia de sus jefes, repartan todos los votos antes de que venza el plazo, para que los españoles podamos votar. Me comprometo a que si no les pagan las horas extra, en el primer Consejo de Ministros les pagaré todas las horas extras”.

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La realidad de aquel día desmentía la insinuación de Feijóo. 19.400 trabajadores reforzaban ya la plantilla de Correos y no había una sola prueba de que los jefes de los empleados hubieran obstaculizado o dado órdenes de no entregar los votos por correo.

EL PAÍS preguntó al PP a qué se refería Feijóo con su denuncia, y la formación conservadora se remitió a las declaraciones a Telemadrid de un sindicalista de CC OO, Regino Martín, que hablaba en calidad de portavoz del sindicato en Correos.

Martín declaró el día 11: “Si no hay carteros para llevar la documentación y no hay apertura de oficinas para que el ciudadano o la ciudadana pueda emitir el voto, es evidente que Correos no está tomándose en serio el voto por correo y, entendemos que, antes dudábamos y ahora pensamos que es cierto, el presidente de Correos no está facilitando el voto y el Gobierno no parece estar encariñado con que la gente vaya a votar (…) Se prevé no abrir el 15 y el 16 las oficinas, solo el 15 (…). En estas condiciones, el ciudadano va a estar muy apretado para poder votar y no va a llegar a votar. Por eso Correos no informa a los medios, por eso Correos miente y por eso Correos no informa a los sindicatos. Se está fomentando la abstención. Lo dije hace mes y medio en nombre del sindicato mayoritario y hay una caza de brujas en Correos para que no lo digamos. Correos no está entusiasmado con que la gente vaya a votar”.

La denuncia rechazada

Esas declaraciones del sindicalista de Comisiones Obreras, atribuyendo una intencionalidad política al Gobierno y al presidente de Correos para obstaculizar el voto por correo, se convirtieron solo 24 horas después en una denuncia por escrito del PP a la Junta Electoral Central. Citando las declaraciones de Regino Martín (CC OO), la denuncia señalaba: “Hemos tenido conocimiento del malestar existente entre los sindicatos de Correos al cuestionar públicamente que muchos de estos electores finalmente no puedan ejercer de manera efectiva su derecho al voto”. El PP denunciaba que la recepción de las papeletas se estaba realizando “con un retraso más que notorio, pudiendo perjudicar el resultado electoral”, que “el refuerzo de personal de Correos (19.000 profesionales) no ha ayudado a agilizar el proceso”, y solicitaba “cuantas medidas considere necesarias para garantizar de manera efectiva el ejercicio de derecho al voto a cuantos electores así lo hayan solicitado y que el mismo no se vea conculcado por un anómalo funcionamiento de la Administración”. A continuación, puede consultar el texto íntegro de la denuncia.

El presidente de la Junta Electoral, el magistrado Miguel Colmenero, recabó informes de la Oficina del Censo Electoral y de la propia compañía de Correos y rechazó el día 13 la reclamación del Partido Popular: “Vistas las medidas que están adoptando ambos organismos para facilitar el ejercicio del voto por correo y los problemas que puede suscitar la modificación de los plazos establecidos para la solicitud y entrega del voto por correo, no procede adoptar en este momento ninguna otra medida adicional”.

Resolución de la Junta Electoral Central sobre la denuncia del Partido Popular contra Correos
Resolución de la Junta Electoral Central sobre la denuncia del Partido Popular contra Correos

Feijóo acudía entonces a entrevistas en radios y televisiones donde le preguntaban si iba a impugnar las elecciones del 23-J. El candidato del PP contestó así en Es.Radio: “Nosotros no queremos contemplar ese escenario porque sería un escenario de una enorme trascendencia política y jurídica. Pero nosotros hemos empezado a mandar un mensaje a los carteros que, por responsabilidad personal, por profesionalidad, si tienen que trabajar por encima del horario, con independencia de no tener el compromiso de cobrar esas horas, que lo hagan… No pueden quedar votos en las carterías, eso no puede ocurrir. No quiero pensar en una situación en que pueda haber personas que no puedan votar porque no le ha llegado la papeleta. España no puede meterse en esta senda”. Más adelante, Vox también contribuyó a difundir el eventual descrédito del voto por correo.

El secretario general de CC OO, Unai Sordo, aclaró el 14 de julio que el sindicato no compartía las declaraciones de Regino Martín sobre una supuesta intencionalidad política del Gobierno en la gestión del voto por correo. “Es un mensaje muy peligroso y deslegitimador de un proceso electoral (…) nos desvinculamos de cualquier teoría conspiranoica y trumpista que defienda que se quiere condicionar el resultado o la participación electoral del voto por correo”. Sordo insistió en que había que reforzar la plantilla de Correos para el proceso electoral y que estaba convencido de que eso iba a ocurrir, pero recalcó que el sindicato se desligaba “de cualquier tipo de teoría de la conspiración que se está instalando en una parte del espectro político español”.

Los datos y los resultados

Los datos finales de todo el proceso de tramitación de los 2,6 millones de peticiones de voto por correo acreditan el éxito de la operación más compleja que ha vivido nunca la compañía en las peores condiciones posibles. Las oficinas de Correos, salvo algunas excepciones, han funcionado con normalidad y sin grandes aglomeraciones ni largas esperas.

El sindicalista que aireó la teoría de que el Gobierno no estaba “encariñado” con el voto por correo de los ciudadanos y que el presidente de Correos fomentaba la abstención con su gestión, rechazó, en conversación con EL PAÍS, rectificar sus palabras tras conocer el resultado final del proceso.

“Ha sido la enorme presión sindical de todos los sindicatos, no solo de CC OO, que somos mayoritarios con el 43%, la que ha movido un poco la rueda, porque estaba bastante parada. Y en segundo lugar, los profesionales de Correos, que tiene una plantilla tremenda que a pesar de la falta de medios durante prácticamente 41 días, se ha puesto a mover la rueda como han hecho siempre, hemos tramitado 17 procesos electorales, en elecciones generales desde 1978, los hemos sacado todos a pesar de los gestores.

―¿Quiere decir que los empleados no han obedecido a sus jefes para poder sacar adelante este trabajo?

―No es desobedecer, pero tenemos vocación de servicio público. Podíamos haber hecho una huelga, montar un pollo, no queríamos montar una huelga contra el derecho a que el ciudadano pueda ejercer el voto, no lo hicimos, creemos que es un derecho constitucional clave y, por tanto, a pesar de que no había refuerzos, a pesar de que no se estaba atendiendo y a pesar de que no se estaban poniendo medios, con la lengua fuera siempre hemos sacado el proceso.

Regino Martín se niega a rectificar sus palabras y tan solo admite que Feijóo “estuvo un poco desafortunado” cuando pidió a los carteros que entregaran los sobres a los electores “independientemente de sus jefes”. La teoría de este sindicalista de CC OO es que el presidente de Correos tomó las medidas necesarias solo a partir del día 11, sometiendo a la plantilla a un sobreesfuerzo innecesario. “El presidente de Correos ha gestionado muy mal esta historia y ha metido en un lío al Gobierno”.

La compañía contesta que comenzó el proceso de contratación de refuerzos el 8 de junio, 45 días antes de la cita con las urnas, recurriendo a las bolsas de empleo de Correos, a personas con experiencia en la compañía y a los 84.000 aspirantes al último proceso de consolidación de empleo. Correos añade que desde el 3 de julio se tomaron medidas organizativas para facilitar el voto por correo mediante extensiones de horarios y apertura de oficinas en días festivos: “Se realizaron repartos extraordinarios de documentación electoral los sábados 8 y 15 de julio, el domingo 16 y el lunes 17 (en aquellas localidades que era festivo local) participando en ellas 5.700 carteros y 896 unidades de distribución. El día 11 se ampliaron horarios en las zonas más concurridas en 275 oficinas, y desde el día 13 todas las oficinas que cerraban a las 20.00 ampliaron hasta las 22.00. El día 12 se comunicó que 2.075 oficinas de todo el país abrirían durante el fin de semana del 15 y 16 de julio…”.

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