Jordi Amat: “Una ciudad que no permite la igualdad, no es una ciudad democrática”
El ensayista presenta ‘Les batalles de Barcelona’, un libro entre la crítica cultural y la memoria personal para analizar los últimos 50 años de la capital catalana

El periodista y ensayista Jordi Amat (46 años) cree que la capital catalana necesita un relato histórico reciente que la represente. En su nuevo libro, Les batalles de Barcelona (Edicions 62), el ganador del V Premi Bones Lletres de ensayo humanístico, conocido por sus biografías y radiografías de la historia política y cultural española, reconstruye los últimos 50 años de la ciudad. Lo hace desde la transición democrática hasta 2025, a través de una mirada que combina memoria personal, análisis urbano y reflexión política. En la presentación ante la prensa, celebrada este jueves antes del acto oficial, Amat ha afirmado: “Una ciudad que no permite la igualdad no es una ciudad democrática”. Lo acompañaron la editora Pilar Beltran y el historiador Borja de Riquer, presidente de la Reial Acadèmia de Bones Lletres, quien aprovechó para recordar al periodista Lluís Permanyer, fallecido este octubre: “Siento que es la persona que mejor podría haber leído el libro, porque la propuesta que hace es de una comprensión cultural de Barcelona, y seguimos con esa sensación de no saber qué pensaría”.
El ensayo busca analizar el imaginario colectivo de Barcelona en las últimas cinco décadas, desde los años 70 hasta las protestas recientes contra el turismo masivo. A lo largo del libro, el autor busca el contraste del proyecto de ciudad modernista con la realidad actual marcada por la desigualdad y la especulación inmobiliaria. El constante y rápido cambio de la ciudad condal para Amat es un claro reflejo del evento más importante ocurrido en el período en Cataluña, el gran punto de inflexión, símbolo de la transformación urbanística y cultural de la ciudad: los Juegos Olímpicos de 1992. La ciudad provinciana de los años marcados por el franquismo fue “puesta en el mundo” y los cambios van mucho más allá del urbanismo. “Una ciudad que estaba de espaldas al mar y que gana 10 km de playa, no es un acontecimiento banal”, ha comentado.
Uno de los casos mencionados durante la presentación del libro, para ejemplificar el contraste entre el proyecto urbanístico propuesto para la ciudad y la realidad que se impone, es de la biblioteca Joan Miró y el parque que la rodea. Concebidos como un “gran proyecto urbanístico”, con lago artificial, actualmente es un espacio donde conviven inmigrantes y tiendas de campaña, recientemente desalojadas por el Ayuntamiento de Barcelona, símbolo de una ciudad en plena crisis de la vivienda y con los moradores “expulsados” por no poder pagar por algo digno.
El coordinador del suplemento Babelia, de EL PAÍS, termina su ensayo con un último capítulo que va desde el procés hasta la película El 47, titulado Un procés sin capital?. El autor defiende que el movimiento tuvo una clara “ausencia de un discurso ambicioso sobre la ciudad” y utiliza la película como un referente cultural donde “el éxito de la película se explica porque existe una sensación creciente de que las cosas no pueden seguir igual”.
Aun así, confía en la capacidad transformadora de arquitectos, urbanistas y una ciudadanía activa: “Soy un pequeñoburgués y quiero que la gente gane dinero, pero los que han ganado mucho no pueden ganar tanto si queremos resolver los problemas que tenemos planteados”, ha señalado.
En este sentido, durante la presentación del libro este jueves por la tarde en la Acadèmia de les Bones lletres con el filosófo Josep Ramoneda y el historiador Borja de Riquer, el autor ha respondido a preguntas sobre si las Olimpiadas de 1992 están en el origen de las actuales tensiones de la ciudad. Amat asegura que es “injusto” culpar de ello a un acontecimiento que dejó cosas muy positivas. El ejemplo, según él, es el espacio que hoy ocupa el Moll de la Fusta, “un ejemplo de democratización de la ciudad”. Eso sí, avisó de que la vivienda está tensionando la ciudad hasta límites insoportables. “Si no se resuelve la cuestión de la vivienda significa que en la ciudad no hay ni igualdad ni libertad, y si no hay ni igualdad ni libertad la democracia no funciona”.
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