Godall, un pueblo partido por el temporal: “Me temblaban tanto las manos que no pude ni grabar un vídeo”
El epicentro del violento episodio de lluvias en Cataluña queda conmocionado por la cantidad de destrozos sufridos, mientras el Govern ultima un paquete de ayudas

El reloj del campanario que preside la plaza de la iglesia de Godall (Tarragona) está averiado y las agujas permanecen clavadas marcando las seis y cinco. El domingo por la tarde, justo a esa hora, los 600 vecinos estaban paralizados por una cascada de agua embravecida que invadió las calles y arrasó con todo. La súbita ola, acelerada desde las montañas que rodean el pueblo, reventó puertas y tumbó muros para inundar plantas bajas y dejarlas tapizadas de lodo. Mientras, desde las ventanas los vecinos veían pasar un carrusel de coches arrastrados. Este lunes por la mañana, media docena de vehículos seguían amontonados y abollados frente a la fachada del ayuntamiento.






En lo alto del techo de un Toyota plateado, una sillita infantil de seguridad. La recoge Albert, padre de un bebé de 11 meses, que anda agobiado hablando por teléfono con la compañía aseguradora. “Es mi coche y, el de delante, es el de mi pareja. Lo compramos hace un mes”, dice, señalando un Audi blanco. “Estamos todos bien, y eso es lo que cuenta”, indica con aplomo. Los daños son mayúsculos tras un fin de semana de nubes negras, pero en la ausencia de víctimas y de desaparecidos se cuela la luz.
Araceli Villalbí es concejal en el Ayuntamiento de Godall. Vive en una casa del centro del pueblo, en una esquina donde el remolino de agua enroscaba con más fuerza. La riada se comió la planta baja de su vivienda. Ella se refugió en los pisos de arriba, junto a su perro y sus gatos. Horas después del susto, seguía con la angustia metida en el cuerpo. “Me temblaban tanto las manos que no pude ni grabar un vídeo”, cuenta, sin despegarse del teléfono móvil. Explica que, por razones de seguridad, no puede regresar a su casa porque se desconoce si la fuerza del agua puede haber afectado la estructura y ablandado los cimientos.
Alexis Albiol es el alcalde y no da abasto para atender a vecinos abatidos y a medios de comunicación que piden detalles de un suceso que no tiene una explicación fácil. Opta por irse a buscar “el remolque y el tractor” para tratar de ayudar en las tareas de desescombro que hacen vecinos y bomberos.
En cada corrillo del pequeño pueblo de Godall, lo mismo que en el vecino municipio de Santa Bàrbara, que también amanece embarrado hasta las ventanas, o más cerca del mar, en la Ràpita y las urbanizaciones de Alcanar, se repite un mismo comentario: “una cosa así no se ha visto nunca”. La afirmación puede sustentarse en un bagaje más o menos flojo. A Vicenç Solà le sobra autoridad. Tiene 96 años y dice que le falla la vista y el oído, pero que conserva suficiente memoria como para sostener que acaba de vivir algo insólito. “Lo que no hemos visto en cincuenta años lo vimos en veinte minutos”, manifestó el alcalde de la Ràpita, Javier Reverté.

El Montsià bebe del río Ebro pero es una tierra que está acostumbrada a reprocharle al cielo falta de agua para regar olivos y algarrobos. El lamento viene esta vez por la exageración que supone registrar acumulaciones de más de 200 litros por metro cuadrado. Los técnicos de Protección Civil y Emergencias, que atendieron más de 2.100 llamadas relacionadas con el episodio, han referido que el temporal contaba con un componente de alta “imprevisibilidad”. El consejo era restringir la movilidad al máximo, pero más de 2.000 vehículos quedaron atrapados el domingo al anochecer en una inundación en la autopista AP7, en Freginals. En la carretera N340 quedaron varios coches abandonados. Este lunes, los arcenes del tramo que va de Amposta a la Ràpita eran un mar de piedras, que llegaron arrastradas por el agua desde la cercana sierra del Montsià.
La dana Alice deja un balance de 18 personas heridas, una de ellas de gravedad, según ha informado Protección Civil en un comunicado. El temporal ha obligado a desplazar a unas 400 personas que tuvieron que pasar la noche en pabellones y edificios municipales de la zona, así como en una veintena de hoteles y casas particulares. Las lluvias torrenciales han obligado a suspender las actividades educativas, universitarias y deportivas en las comarcas del sur de Tarragona (cinco el lunes y cuatro este jueves), lo que ha dejado sin clase a cerca de 59.000 alumnos.
ERC y Junts reprocharon a Salvador Illa que optara por rendir “pleitesía a la monarquía” en lugar de atender este domingo desde Cataluña a los problemas provocados por las inundaciones en las Terres de l’Ebre. El president estuvo en los actos en Madrid con motivo de la Fiesta Nacional, de los que otros presidentes autonómicos se ausentaron por la previsión de fuertes lluvias.

El presidente de la Generalitat de Cataluña ha afirmado que se activarán “todos los recursos necesarios” para dar respuesta a las demandas de los municipios afectados por el fuerte temporal. Está previsto que el Consell Executiu apruebe en su sesión de este martes un paquete de ayudas de 10 millones de euros a fondo perdido acompañado por otro de créditos blandos por un importe conjunto de 50 millones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
