Los recortes sanitarios atenazan al Govern de ERC antes de las elecciones europeas
El hospital de Bellvitge deberá reducir 11,5 millones de euros de gasto este año y se suma a las restricciones en otros centros anunciadas esta semana
Los recortes sanitarios de verano atenazan al Govern de Esquerra Republicana a las puertas de las elecciones europeas. El último hospital en comunicar medidas de contención fue el hospital de Bellvitge, que necesita reducir 11,5 millones de euros este año, según denunció este viernes el sindicato Metges de Catalunya. Se suma a las restricciones conocidas en Vall d’Hebron, las más notables en el ámbito hospitalario, y a la falta de sustituciones en los centros de atención primaria de Barcelona, denunciadas por los profesionales y los sindicatos. Menos camas, menos profesionales, menos actividad asistencial en un verano marcado por la reducción de los recursos.
El Departamento de Salud defiende que la disminución de la actividad entre julio y septiembre está compensada porque el ritmo del primer semestre del año ha sido superior que en el mismo periodo de 2023. “Hasta ahora se han realizado 61.000 intervenciones, un 10% más que en los cinco primeros meses de 2023″, explicó Alfredo Garcia, subdirector del Servicio Catalán de la Salud, en Catalunya Ràdio. El dirigente defendió que los objetivos asistenciales deben evaluarse a finales de año, y aseguró que no parece “ningún disparate” disminuir la actividad quirúrgica programada un 25% durante el verano, “en el momento en que los profesionales tienen que hacer vacaciones”. “Está todo planificado a lo largo del año”, expresó para rechazar la idea de que la sanidad sufre recortes. “Es curioso que se hablen de recortes cuando tenemos un incremento de presupuesto [que no se aprobó], los refuerzos por la covid se han incorporado al sistema y se han subido los salarios”, señaló. La duda es si la actividad asistencial terminará con un balance superior a finales de 2024 en comparación al global de 2023 o si quedará por debajo, lo que abriría las puertas a considerar que la situación actual va más allá de la simple contención económica.
La situación amenaza en convertirse en una mancha en el expediente del Govern de Pere Aragonès, que a lo largo de su mandato ha defendido haber revertido los recortes de la última década. El sistema tiene más recursos humanos (el Institut Català de la Salud ha pasado de unos 50.000 profesionales a los 53.000 actuales) y económicos (con un incremento presupuestario de los 9.800 millones de euros a los 11.800 de 2023, actualmente prorrogados) que a su llegada en el Palau de la Generalitat, pero da señales de regresión, especialmente en las últimas semanas.
Decenas de Centros de Atención Primaria (CAP) recibieron a finales de mayo la orden de reducir las previsiones de gasto, lo que acabó repercutiendo en la continuidad de muchos profesionales. Diversas enfermeras se quedaron sin un contrato a última hora cuando ya lo tenían apalabrado, avanzó EL PAÍS. “Vamos con presupuestos prorrogados y hay cosas que no podemos hacer”, planteó el jueves el consejero de Salud, Manel Balcells. “No tener presupuestos tiene un coste”, añadió. El Departamento contaba con alcanzar los 12.132 millones de presupuesto (un crecimiento de un 3,6%; inferior al 9,6% global; pero la negativa de Comuns a dar luz verde a las cuentas echó por tierra el proyecto y Aragonès adelantó las elecciones.
A pesar de la falta de presupuestos, el Govern ya había dado muestras de que quería rebajar las previsiones de crecimiento en el sector, y reducir el déficit crónico que arrastra históricamente. En 2023, Salud gastó 15.129 millones, 3.421 más (un 22,6%) que los 11.708 previstos. Para ello, el presupuesto de 2024 incorporaba un fondo de 800 millones para reducir este gasto crónico.
Salud presentará la semana que viene el plan de verano, donde expondrá las afectaciones durante la época de vacaciones, pero los profesionales del sector confirman que la accesibilidad será más complicada que el año pasado. “Es evidente que la calidad asistencial se reducirá y la ciudadanía y los profesionales sufriremos, porque habrá escenas como colapsos en los servicios de urgencias, como cuando hay la epidemia estacional de la gripe”, avisó Xavier Lleonart, presidente de Metges de Catalunya. De momento, Vall d’Hebron cerrará un 50% más de camas entre julio y septiembre que en verano del 2023 y permanecerán inactivos los hospitales de l’Esperança (vinculado al hospital del Mar) y la clínica Plató (al hospital Clínic).
En plena recomposición tras el descalabro en las últimas elecciones autonómicas, la duda es si las informaciones sanitarias aparecidas en plena campaña limitarán las proyecciones de voto para este domingo. Sus candidatos, Diana Riba y Tomàs Molina, en todo caso, tienen un perfil lejano a la gestión del Govern y apenas se han referido a ella, a excepción de la gestión del agua y de la crisis climática. Precisamente para mandar un mensaje sobre la deficiente calidad del aire, ambos se lanzaron por la mañana en paracaídas. “La contaminación del aire provoca 300.000 muertes en Europa”, justificaron.
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