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Las enfermeras que se quedan sin trabajo en Cataluña: “Si faltan profesionales, ¿por qué no nos renuevan?”

Parte del personal eventual del Institut Català de la Salut se queda sin contrato en verano por cuestiones económicas a pesar de que tenía pactada su continuidad con sus direcciones de Primaria

El CAP Vila de Gràcia, en Barcelona.
El CAP Vila de Gràcia, en Barcelona.Gianluca Battista
Bernat Coll

Rosa E. pactó el 29 de mayo con los coordinadores del centro de atención primaria (CAP) de Barcelona donde trabaja sus turnos como enfermera para junio, julio y agosto. Todo parecía claro. Dos días después, el 31 de mayo, la echaron. Órdenes de arriba, le dijeron. No podían renovar su contrato. “Me explicaron que desde el Institut Català de la Salut (ICS) habían decidido que no se podrían cubrir las bajas ni las vacaciones, y que no me podrían renovar”, explica. Sus tareas recaerán sobre sus compañeros o directamente no se harán.

A Sandra C., que acaba de terminar su residencia de enfermería familiar y comunitaria, le comunicaron el mismo día que firmaba su nuevo contrato en un centro del Baix Llobregat, el 3 de junio, que en vez de contratarla para junio y julio como habían pactado solo podría quedarse un mes. “Son los recortes”, le dijeron sus responsables. Algo similar le ocurrió a Paloma P., de 25 años, a quien avanzaron hace días que en julio tendrá buscarse la vida porque no “hay dinero para renovaciones”. “Se disculparon porque dijeron que no podían hacer nada”, expone. Todos los testigos piden precaución a la hora de identificarse en este reportaje por miedo a sufrir represalias laborales.

El sistema sanitario de Cataluña se prepara para un verano con menos personal sanitario en la atención primaria. El Govern admitió el martes que la falta de presupuesto ha obligado al ICS a reducir los profesionales en las consultas. Las bajas y las vacaciones no podrán cubrirse en numerosos ambulatorios catalanes (especialmente en el área de Barcelona) ni con refuerzos externos ni con turnos dobles de la misma plantilla. “No se cubrirán todas las sustituciones de oficio por sistema debido a la prórroga presupuestaria”, aseguró la portavoz del Govern en funciones, Patrícia Plaja. La CUP volvió a acusar este miércoles al Govern de realizar unos “recortes inaceptables”.

Las consecuencias son inmediatas. La accesibilidad de los pacientes será menor y el día a día en los ambulatorios, más ajetreado. “Mi trabajo no lo va hacer nadie”, remarca Paloma P. Realizaba las analíticas por la mañana, controlaba a los enfermos crónicos y visitaba a todo su cupo de pacientes, como reclama el ICS para cobrar las DPO (la parte del sueldo sujeto a los objetivos anuales). “Mis tareas se repartirán ahora entre el resto de las enfermeras, con la sobrecarga y desmotivación que esto conlleva”, añade. Las direcciones de los centros de primaria pueden abogar también por cerrar agendas, una medida habitual cuando falta personal: los usuarios no pueden pedir cita y tienen que esperar más días más para ser atendidos.

“Intenta no ponerte enfermo en verano porque a ver quién te atiende”, avisa Rosa E., nombre ficticio. A sus 26 años, llegó en enero a un CAP del barrio de Les Corts de Barcelona. Tenía experiencia en un hospital de la red concertada, cerca de su Vic natal y cambió de aires. “Me mudé a Barcelona y encontré trabajo con cierta facilidad”, explica. Era la época de invierno. Vacunas, gripe, resfriados. Alta demanda. Encadenó cinco contratos temporales uno tras otro en el mismo centro hasta la semana pasada. Ahora está en paro y rechaza parte de las explicaciones de la portavoz del Govern, que señaló que no existía una bolsa de trabajo suficientemente amplia para garantizar las sustituciones de forma automática. “¿Cómo es posible que digan que no hay gente disponible y que a la vez nos impidan trabajar? Si faltan profesionales, ¿por qué no nos renuevan?”, se pregunta indignada. “Después sí que se quedarán sin bolsa. Si todos los que tenemos que buscarnos ahora la vida acabamos en la privada y nos gustan las condiciones y nos tratan bien, igual no volvemos al ICS cuando lo necesiten”, avisa.

La contención requerida por el ICS, que cuenta con unos 4.500 profesionales más desde 2019, aflora la inestabilidad permanente del sector. A Marta R., de 25 años, le han ofrecido contratos de entre uno y tres meses desde que vino a Barcelona en noviembre de 2023. Y dos semanas antes de terminar su vinculación en mayo con su CAP del barrio de Sant Martí de Barcelona, le avisaron que no continuaría. “Es desesperante. Mi supervisora me había dicho hacía poco que me quedaría en el CAP cubriendo las dos reducciones de jornada de dos compañeras fijas, pero ahora me encuentro en el paro”, lamenta. Su responsable justificó que con las internalizaciones de buena parte de la plantilla, algunas plazas saltarían. “Me han estado formando durante todo este tiempo, y ahora ya no cuentan conmigo. No tiene sentido”, denuncia. Coincide Sandra C., que tras dos años como residente ahora ve que quizás debe marcharse de Cataluña. “Me he formado aquí, conozco la población, y ahora se pierde todo este aprendizaje y conocimiento de la población. Es una pena” lamenta.

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No parece sencillo reaccionar cuando uno pierde el trabajo de un día para otro. “Todo esto me ha generado mucho estrés porque tengo que llegar a final de mes”, comparte Paloma P. “En el equipo se trabaja bien y había muy buen ambiente. A los compañeros les ha dado pena la noticia, como a mí”, añade. Ahora no sabe hacia donde ir, aunque espera de momento encontrar empleo en la sanidad privada. “Allí quizás te ofrecen un contrato más estable”, compara, aunque admite que las condiciones económicas serán probablemente inferiores a las del ICS y que su intención es regresar en un futuro al sector público. “A pesar de la inestabilidad, se trabaja bien”.

El riesgo es que la población consolide la tendencia de encontrar en la sanidad privada una alternativa real a la sanidad pública. Un 40% de los catalanes cuenta con un seguro privado, según el último barómetro sanitario (2021) frente al 25% de 2012. “Las compañeras que trabajan en la sanidad privada ven que año tras año tienen más volumen de usuarios. Cada vez hay más gente que va a la privada porque en la pública tienen la percepción de que hay mucha espera”, resume Rosa E.

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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.
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