El Vallès y Girona son las regiones con más listas de espera de Cataluña

Una primera visita en consultas externas de urología en el hospital Taulí de Sabadell tarda 606 días. En otorrinolaringología, en el hospital del Vendrell (Tarragona), 461; en dermatología del hospital de Mataró (Barcelona), 262; y en digestología en el hospital de Blanes (Girona), 204. El máximo es de 90 día que marca una orden del Govern, plazo que superan 91 unidades hospitalarias de toda Cataluña. De estas, el 61% corresponden a especialidades ubicadas en las regiones sanitarias de Girona y Metropolitana Nord (engloba principalmente las comarcas del Vallès, Maresme y parte del Barcelonès), donde se registran las mayores listas de espera de la comunidad en consultas externas. “Son zonas muy tensionadas”, lamenta Josep Vilaplana, presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC). Estas regiones registran el 56% de los retrasos en las pruebas diagnósticas de toda Cataluña. Las listas han crecido en toda la comunidad un 12% en consultas externas y un 7% en pruebas diagnósticas respecto a julio de 2022. Las operaciones quirúrgicas, un 4%, aunque se mantienen estables en aquellas intervenciones más urgentes como las oncológicas y las cardiológicas; y la gran mayoría se realizan dentro de los 45 días de plazo establecidos.

Los plazos de las intervenciones se aplican en función de la priorización establecida según la situación clínica del paciente, pero el Govern delimitó unos máximos para determinadas patologías “para garantizar la equidad” en los servicios (consultas, pruebas, intervenciones) que prestan los hospitales y que abona el Servicio Catalán de la Salud. Estos plazos van desde los 30 días para los casos de alta prioridad a los 365 días en las intervenciones de baja prioridad. En el caso de las pruebas diagnósticas y las consultas externas ordinarias, el plazo es de 90 días. “Este mandato debe concretarse en los convenios o contratos correspondientes”, defiende la orden, vigente desde el 2015. A finales de 2022, el Departamento de Salud incluyó la reconstrucción mamaria tras una mastectomía en los plazos inferiores a seis meses, en un momento que las listas alcanzaban el año.

La consejería ha puesto en marcha desde marzo un plan para facilitar la accesibilidad en la atención primaria tras la saturación sistémica que acumulaba desde la pandemia e, indirectamente, ha afectado a la atención hospitalaria. Los centros de atención primaria (CAP) han aumentado los recursos para facilitar las horas complementarias (las extra de toda la vida) de los sanitarios y se han acelerado las visitas. “Si se visita más desde Primaria, se deriva más a los especialistas y se opera más porque se detectan más patologías”, resume Vilaplana. Según datos del Consejo, la actividad quirúrgica ya está a niveles de 2019 y ha superado la de los tres años anteriores.

¿Por qué varía tanto el acceso al sistema según la región sanitaria? Existen factores sociales, humanos y logísticos, según las fuentes consultadas. “En Girona, el Trueta se ha quedado pequeño y falta espacio para ofrecer más consultas”, explica Ma. Àngels Rodríguez, responsable de comunicación de la federación de sanidad del sindicato CC OO. Vilaplana coincide y apunta a cuestiones socioeconómicas. La región sanitaria de Girona tiene una renta per cápita (24.600 euros) inferior a la media (29.000), y los expertos vinculan una mayor renta a un menor uso del sistema sanitario. “Muchos problemas sociales se medicalizan”, apunta el presidente del CCMC. Rodríguez añade la falta de incentivos para captar profesionales de otros territorios. “Si se ofrece lo mismo que en Barcelona, teniendo menos capacidad para intervenir y menos espacio para la investigación, ¿por qué querrá venir la gente? Es una cuestión de dinero y condiciones”, insiste.

La situación en el Vallès tiene otro factor desequilibrante, según introduce Santi Bracons, delegado sindical de Metges de Catalunya: “La gran población asignada al Taulí como hospital de referencia”. El Taulí es el dispositivo de referencia de más de 400.000 peronas, el doble que Bellvitge, y a la altura de Vall d’Hebron, teniendo la mitad de recursos profesionales (4.400 por 9.100, según reflejan en sus memorias anuales). De las 11 unidades especialistas del Taulí, siete atienden la primera visita con más de 90 días. Además de los 606 días de espera en urología, la demora alcanza los 236 en traumatología y los 185 en otorrinolaringología. “Es muy difícil encontrar una solución, pero quizás se están aceptando demasiadas derivaciones desde el centroí”, plantea Bracons. El Taulí admite la demora, pero defiende que realizará 10.000 consultas más en 2023 que en 2022: “Los resultados se verán en los próximos meses”, defienden sus responsables a través de una portavoz. Las actuales cifras son “inconcebibles”, a ojos de Rodríguez.

No es el único hospital con lagunas de la región Metropolitana Nord. En el hospital de Terrassa, 7 de las 12 pruebas diagnósticas que se realizan sobrepasan los 90 días habilitados, con esperas de hasta 234 días para una ergometría. En el Tauli, 4 de 13.

El desequilibrio requiere grandes replanteamientos ante un contexto adverso: no se cubren las plazas de todos los médicos jubilados, falta personal y la sociedad está envejeciendo. “Los CAP deberíamos tener la libertad de derivar a nuestros usuarios al dispositivo que consideremos, no al que toque; y tener la capacidad económica para abonar el importe desde el centro y no desde el Servicio Catalán de la Salud”, defiende Jaume Sellarès, vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona. “Hay que enviar a la gente allí donde haya menos listas de espera, no donde esté establecido por sistema”, plantea. Vilaplana también propone cambios. “Tendremos que concentrar servicios y quizás no dar tantos servicios en todos lados”, defiende, y añade: “Y apostar mucho por la Primaria”.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal