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El Taulí recurre a anestesistas privados para bajar las listas de espera

El hospital asegura que se trata de una medida "puntual" por falta de "profesionales suficientes" para cubrir ocho días de quirófanos por la tarde

Jessica Mouzo
Operación de un trasplante de hígado en un hospital
Operación de un trasplante de hígado en un hospitalÁlvaro García

El hospital Parc Taulí de Sabadell ha recurrido a anestesistas privados para hacer frente al aumento de actividad quirúrgica generado por el plan de choque del Departamento de Salud para reducir las listas de espera. Fuentes conocedoras de este proceso explicaron a EL PAÍS que muchos especialistas de plantilla se han negado a hacer horas extra al precio que las paga el hospital, que ha tenido que recurrir a una empresa privada —la misma que da servicio al hospital General de Catalunya y la Clínica del Vallès, propiedad de Quironsalud— para cumplir los objetivos del plan de choque. El Taulí asegura que se trata de algo “puntual”.

A la histórica falta de anestesistas en la sanidad catalana —entran en el sistema muchos menos médicos internos residentes (MIR) de los que se necesitan— se suma ahora la precariedad laboral y la sobrecarga de trabajo derivada de la apremiante necesidad de reducir las listas de espera. Todos estos elementos han precipitado el plantón de muchos anestesistas del Taulí que, según fuentes consultadas, han rechazado hacer horas extra por el precio que les ofrece el centro (unos 280 euros brutos por tarde).

Para cubrir estas ausencias, el Taulí ha contratado los servicios de una empresa privada. “Se trata de una medida temporal, para cubrir necesidades puntuales”, matizó ayer una portavoz del centro.

Según el hospital, el contrato dura dos semanas, desde el 14 de junio, para “cubrir cuatro módulos quirúrgicos de turno de tarde a la semana”. En total, ocho módulos, o lo que es lo mismo, un quirófano diario abierto de tres de la tarde a nueve de la noche durante ocho días. El hospital admitió que esta empresa, que calificó como “una sociedad limitada sin ánimo de lucro”, realizó, sobre todo, “cirugía protésica”, para “cumplir los compromisos de lista de espera con el Departamento”.

“No teníamos profesionales suficientes para cubrir estos módulos y se hizo esto para no tener que suspender intervenciones”, indicó una portavoz. El centro no concretó por qué no disponían de anestesistas suficientes para cubrir esas sesiones pero sí aseguró que, la próxima semana, esos mismos quirófanos de tarde “estarán abiertos con sus profesionales”.

Con todo, el hospital, que tiene unos 50 anestesistas en plantilla, admite que hay escasez de médicos de esta especialidad. “Convocamos tres plazas de anestesia y tuvimos dificultades para cubrirlas. Contratamos hace poco a dos y en agosto vendrá otro más”, apuntó una portavoz del hospital.

El problema, no obstante, viene de lejos. “Cuesta encontrar anestesiólogos y es un área que ha crecido mucho. No solo estamos en quirófano, sino también en preoperatorio, clínicas del dolor. Hay una sobrecarga de trabajo y limitación para encontrar gente”, apunta Núria Estanyol, vicepresidenta del sindicato Metges de Catalunya (MC) y anestesista del Josep Trueta de Girona. Precisamente, en su hospital, se generó una disputa cuando el centro pactó operar cataratas —una intervención leve porque se anestesia con unas gotas en el ojo— sin un especialista, solo con una enfermera con formación de anestesia. Según MC, muchos oftalmólogos se negaron por el riesgo que suponía para el paciente. El Trueta, por su parte, dijo que eran casos de “bajo riesgo” y, si había alguna complicación, disponían de anestesistas en el área quirúrgica para asistir al oftalmólogo.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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