El conflicto de Israel y Palestina agranda la brecha dentro del independentismo en plena negociación por la investidura
Junts, Esquerra y la CUP muestran posicionamientos enfrentados sobre la escalada bélica en Gaza y se enzarzan en una nueva pugna
El recrudecimiento del conflicto entre Israel y Palestina ha generado una agria disputa dentro del independentismo catalán y ha marcado una trinchera ideológica entre dos bandos que polemizan, una vez más, por si hay que mostrar más afinidad con los israelís o con los palestinos. La riña abunda en la brecha que separa a los dos principales partidos políticos, Junts y Esquerra, mientras cada uno negocia por su lado con el Gobierno en funciones para apoyar la reelección de Pedro Sánchez. La sede central de Junts en Barcelona apareció este miércoles pintada con alabanzas a Palestina y acusaciones al partido por ser “cómplice del genocidio al pueblo palestino”. El acto vandálico mereció la condena de Jordi Turull, secretario general del partido, y Laura Borràs, presidenta de la formación, proclamó que “la divergencia nunca puede excusar la intolerancia ni el incivismo”. “Respetamos y pedimos ser respetados”, exigió Borràs. Junts, como ya pasó con Convergència, no oculta una buena conexión con Israel, mientras Esquerra Republicana es señalada por mostrar una abierta inclinación por la causa palestina.
Junts per Catalunya registró el pasado 9 de octubre, después de la incursión de los terroristas de Hamas en Israel, una moción para debatir en el Parlament un texto donde se reivindicaba “el derecho de Israel a existir” y calificaba de “error” el empleo del término “apartheid” en Israel o Palestina . Junts alcanzó en este tema un acuerdo con Ciudadanos, pero la moción ha sido finalmente retirada y Junts alega que prefiere consensuar con el resto de formaciones una declaración institucional que condene el ataque de Hamas en Israel y reconozca el derecho de los israelís a defenderse dentro de los límites de los tratados internacionales. El partido niega que la retirada de la moción tenga nada que ver con las pintadas que aparecieron este miércoles en su sede, y donde se les acusa de complicidad con la beligerante reacción que ha tenido el ejército israelí en Gaza.
Los lazos de Junts con Israel emulan la buena sintonía que mostraban con la sociedad judía Jordi Pujol y Convergència, partido considerado un antepasado de Junts. Pujol llegó a confesar que Israel y el sionismo jugaron un “papel importante” en la formación de su ideario nacionalista. Ahora, desde la órbita de Junts se ha abonado la idea que Israel actúa con pleno derecho cuando emplea la fuerza contra los ciudadanos de Palestina y se han lanzado reproches contra Esquerra y contra el Govern de Pere Aragonès por no alinearse en el mismo sentido.
El diputado de Esquerra Gabriel Rufián ha exhibido diversas muestras públicas de solidaridad con Palestina y afirmó recientemente que “Solo hay algo peor que ver un genocidio anunciado y televisado. Ver un genocidio anunciado, televisado y blanqueado”. Victòria Alsina, concejal de Junts en Barcelona y exconsejera de Exteriores de la Generalitat, ha acusado al president Aragonès de acomplejado y equidistante. “No hay conflictos ni víctimas de primera y de segunda”, le recriminó Alsina a Aragonès tras el ataque de los terroristas islámicos, recordándole que sí reaccionó con vehemencia cuando Rusia invadió Ucrania.
En septiembre del año pasado, cuando apuraba sus últimos días ocupando la consejería de Exteriores, Alsina visitó Israel y se desmarcó de una resolución que había sido aprobada en junio en el Parlament y que equiparaba la ocupación de los territorios ocupados de Palestina con el apartheid. “Cuando se aprobó yo estaba en el extranjero, en Senegal. Esa no es la posición del Gobierno ni de la población de Cataluña”, afirmó. Las manifestaciones le generaron un alud de críticas de los partidos que apoyaron el texto como la CUP, PSC y En Comú Podem. La acusaron de despreciar el Parlament.
Meritxell Serret relevó a Alsina en Exteriores cuando Esquerra se quedó en solitario en el Govern. Hace una semana, cuando apareció en público por primera vez para valorar la irrupción de los terroristas en Israel, Serret dijo condenar “de manera rotunda” el ataque indiscriminado de Hamas, al tiempo que ponía como una “exigencia” evitar víctimas de la población civil “israeliana y palestina”. Este lunes, Serret hizo una publicación en redes sociales donde comunicaba la entrega por parte de la Generalitat de 800.000 euros para la agencia de Naciones Unidas que da auxilio a los refugiados palestinos.
Pilar Vallugera es diputada de ERC en el Congreso y se ha posicionado públicamente como proisraelí. En un apunte en la red X, afirmó llevar “Israel en el corazón y en la cabeza”. En el mismo texto apuntaba que “ERC es un partido plural”, pero aceptaba que su posicionamiento puede tener consecuencias. “Consciente también de lo que me puede conllevar este tuit, pero como siempre, dispuesta a aceptarlo. Nada vales si cedes en los momentos críticos. Sola naces y sola te vas a morir. Solo a ti te tienes que respetar”, dijo.
Dentro del independentismo catalán, la CUP es quien menos reservas muestra cuando se trata de condenar las acciones del Estado israelí y reivindicar la causa palestina. La formación anticapitalista ha convocado una manifestación para este sábado en Barcelona, bajo el lema “Frenar el genocidio”.
Tensión en el Ayuntamiento de Barcelona
En Barcelona, la guerra también fue objeto de debate este miércoles durante la Comisión de Presidencia del Ayuntamiento, donde se evidenció la discrepancia política y la necesidad de hacer equilibrios para aprobar cualquier texto. El gobierno del alcalde Jaume Collboni había presentado una declaración institucional que no llegó a entrar en el orden del día por falta de unanimidad. El texto afirmaba que el consistorio “pide a las partes detener la confrontación armada” y llamaba, “conscientes de las enormes dificultades”, a que las ciudades “trabajen activamente en favor de la paz, los derechos humanos y la estabilidad y la prosperidad del Mediterráneo”.
En el caso del PP, logró el apoyo de Junts, PSC y Vox a un texto que acuerda instar al Gobierno a condenar “las acciones injustificadas e ilegítimas de Hamas contra la población israelí” y solidarizarse con el pueblo de Israel; a solicitar la liberación de los rehenes de Hamas, velar porque las ayudas europeas tengan como destino la población palestina. Inicialmente, el texto apostaba por “retirar las ayudas” y Junts matizó el redactado. ERC se desmarcó del acuerdo. Además, a instancias del PSC se añadió un cuarto punto en referencia al “derecho de Israel a defenderse de cualquier ataque respetando los límites del derecho internacional”.
La mayor tensión del pleno se vivió con la intervención de la concejal de los comunes Jessica González que, con un pañuelo palestino en el cuello, puso énfasis en la condena tanto a los ataques de Hamas como a los “crímenes de Estado” de Israel y a la necesidad del cese de la violencia por los dos lados. “Nosotros condenamos al 100% los ataques de Hamas y ustedes no los ataques de Israel”, espetó a los cuatro partidos que habían apoyado la proposición del PP (Junts, PSC y Vox).
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