El Supremo ordena que se tome declaración a la eurodiputada Clara Ponsatí y que después quede en libertad

El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor de la causa del procés, ha acordado este lunes en un auto que sea el Juzgado de Guardia de Barcelona el que tome declaración indagatoria a la exconsejera catalana Clara Ponsatí, procesada por delito de desobediencia, y detenida por los Mossos d’Esquadra por orden del juez, según ha informado el propio Tribunal. Para ello, ha adjuntado a su auto una relación de las preguntas dirigidas a Ponsatí en este trámite, y ha ordenado que Ponsatí sea puesta a continuación en libertad, dejándose sin efecto la orden de detención acordada en su día.

La eurodiputada de Junts Clara Ponsatí ha vuelto a agitar el panorama político al día siguiente de las elecciones generales. La exconsejera de Cultura ha sido detenida en la calle Comte Borrell este lunes cuando se encontraba de visita en Barcelona, y trasladada a la Ciutat de la Justicia. La propia Ponsatí lo ha anunciado en su cuenta de Twitter, extremo que ha sido confirmado a este diario por fuentes policiales. La eurodiputada, huida de la justicia española por su participación en el procés, había asegurado a primera hora de la mañana de este lunes que se encontraba en Barcelona, a pesar de que tenía pendiente una orden de detención, dictada por el magistrado Pablo Llarena, por su negativa a acudir a declarar.

“Aprovechando el fresco de la mañana he dado un paseo hasta la Casa Vicenç [un edificio modernista en el barrio de Gràcia de Barcelona]. Mientras sigamos aquí, Cataluña continuará en pie. ¡Buenos días, Barcelona!”, ha escrito Ponsatí en su cuenta de Twitter. En ocasiones similares, su entorno ha rechazado comentar si realmente se encontraba en Cataluña o se trataba de una fotografía publicada con posterioridad a su estancia. En esta ocasión, sin embargo, tanto fuentes del partido como de la defensa de la eurodiputada —que ejerce el penalista Gonzalo Boye— han confirmado su presencia en Barcelona.

El movimiento de Ponsatí llega el día después de unas elecciones generales que han convertido a Junts en un actor clave, con sus siete diputados en el Congreso, para permitir una eventual investidura de Pedro Sánchez. La ejecutiva del partido se reúne esta tarde para tomar una decisión al respecto, aunque la cabeza de lista, Míriam Nogueras, ya avisó el domingo por la noche de que la formación de Carles Puigdemont no hará presidente a Sánchez “a cambio de nada”.

En junio, el juez instructor del procés, Pablo Llarena, dictó una orden de detención nacional contra Ponsatí porque desatendió “voluntaria e injustificadamente” su obligación de comparecer ante el Tribunal Supremo en abril. La exconsejera se encuentra procesada por un delito de desobediencia tras la reforma del Código Penal, que derogó el delito de sedición. La desobediencia es un delito que solo se castiga con penas de inhabilitación y no de prisión, lo que impide a Llarena dictar una euroorden. Sí puede hacerlo, en cambio, si Ponsatí (como hizo) desatiende la obligación de comparecer ante el tribunal.

El juez Llarena ha tomado la decisión, según el tribunal, “considerando que la renuencia de la acusada a someterse a la ineludible declaración indagatoria invalida cualquier intento de citación que pretenda alcanzar su comparecencia en libertad “. También se ha valorado, para acordar que finalmente declare en Barcelona, que la conducción policial al Tribunal Supremo supondría una extensión de su privación de libertad en un delito para el que no están previstas penas de esta naturaleza.

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