Vox, predilecto en el barrio rico y en el barrio pobre: “Unos defienden la estabilidad de clase; los otros, una casa y un trabajo”

Sara y Teresa tienen unos 30.000 euros de diferencia y una elección en común. Sara cobra 755 euros al mes. Trabaja como cocinera y empleada de la limpieza a jornada reducida y vive con su hijo adolescente en un piso de Torre Baró, el segundo barrio más pobre de Barcelona (11.455 euros de Renta Disponible en los Hogares por cápita, según datos del Ayuntamiento). Teresa, ya jubilada, pasea el perro con una amiga por Pedralbes (39.025€ de media) cerca de su casa, el segundo barrio más rico de la ciudad. Sara y Teresa votaron a Vox.

Uno de cada seis electores (el 16% del total) de Torre Baró apostaron por la formación de Santiago Abascal en las últimas elecciones municipales, el mayor porcentaje los 73 barrios de la ciudad. En Pedralbes recibieron el apoyo de uno de cada nueve (11%) votantes, el séptimo mayor registro. ¿Qué une a los vecinos de dos barrios con una diferencia de renta de 27.570 euros y tres veces más paro para votar al mismo partido?

“Son perfiles diferentes que defienden lo mismo: su modo de vida”, analiza Jesús Palomar, profesor de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona (UB). “El votante de Pedralbes busca la estabilidad de clase y el de Torre Baró, estabilidad individual: un trabajo y una casa”, completa el sociólogo Albert Balada, experto en sociología política y electoral y miembro de la junta de gobierno del Colegio de Profesionales de Ciencia Política y Sociología (Colpis).

Los dos expertos coinciden en que la elección por Vox no implica una coincidencia ideológica, sino de diferentes factores. “El voto de renta alta quizás sí corresponde un voto más ideológico, más conservador, que encuentra en Vox la defensa de sus valores”, compara Palomar, “mientras que la visión de futuro de la población de renta baja es la de la supervivencia: defender aquello que es suyo porque ven peligrar los trabajos”. Por este motivo, defiende Balada, es discutible calificar a Vox de extrema derecha. “El camino de Vox es similar al de la Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) en Francia, que comenzó con propuestas que inicialmente podrían ser obreras”, defiende. “Aquí, el voto socialdemócrata encontró una salida atractiva en Ciudadanos, y ahora ha acabado en Vox”, considera. “Actualmente el sistema no refleja la lucha de la mano de obra contra el capital, sino la lucha por la supervivencia: no ir a peor”.

Sara pide resolver los problemas de “incivismo” y la sensación de “agravio” con las ayudas sociales. “Mucha de esa gente esta todo el día en el parque, allí, y no trabaja”, dice, y señala la plaza de los Eucaliptus, donde una mujer con el velo vigila a dos niños pequeños. ¿Hay problemas de convivencia entre comunidades? “No especialmente”, responde, “pero supongo que mucha gente de fuera vive de prestaciones sociales y no busca trabajo”. La mujer, de 50 años, admite que también recibe una ayuda económica adicional (que no cifra) por ser madre soltera y vive en un piso social por el que paga menos de 300 euros. “Pero yo trabajo y conozco a mucha gente que solo quiere trabajar en negro para no cotizar y mantener las prestaciones”, defiende. “Eso es lo que debe solucionarse”. Según la última encuesta sociodemográfica del Ayuntamiento, de 2020, un 38,4% de la población del distrito de Nou Barris, en el que se integra Torre Baró, está en riesgo de pobreza, por 21,8% de toda la ciudad.

El principal problemas de Pedralbes, en el barrio de Les Corts, “es la inseguridad”, asegura Teresa, y denuncia que hay “muchos robos” en la zona, uno de los mantras de Vox. “Los robos con fuerza a nuestros mayores se han incrementado en los últimos años”, reza su programa electoral, que añade que “las políticas de fronteras abiertas” han importado inseguridad y han “dinamitado el vínculo social”. Los datos lo rebaten. Los robos con fuerza se han reducido un 19,1% entre 2019 y 2023 en Barcelona, según el Departamento de Interior, y de los 138.000 hechos (robos, hurtos, lesiones, etc) conocidos en la ciudad en 2021, Les Corts está en la cola (4,6%), muy lejos del 20% del Eixample o el 18% de Ciutat Vella. En Nou Barris, con un 20% de población extranjera, los hechos delictivos alcanzan apenas el 6,7%.

La desinformación de Vox no parece incomodar a muchos electores. El partido ha pasado de tres concejales a 124 en Cataluña, donde ha entrado en las cuatro capitales de provincia, además de L’Hospitalet, Mataró, Terrassa y Santa Coloma de Gramenet, entre otros. “Las personas tendimos a escuchar aquello que confirma nuestra creencia”, apunta Palomar. “Si quieres creer una verdad, aquel partido que te la confirma tu verdad te gustará. Y Vox es el canto de sirena: dice las cosas muy claras y da aquello que quieren escuchar”.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal