Trias desafía a las bases de Junts y advierte que solo él decide con quien pacta

Xavier Trias encara la recta final de la campaña por las municipales poniendo énfasis a su flexibilidad para atar el pacto que convenga, siempre que sirva para desbancar a Ada Colau. La apuesta por encontrar apoyos le conduce, incluso, a desafiar a su propio partido: “Quien decide es quien comanda estas elecciones”, ha manifestado este lunes en un acto organizado por la agencia Efe, donde ha vuelto a recordar que entre las condiciones que puso sobre la mesa para aceptar ser el candidato por Barcelona estaba el poder tener “manos libres”. La declaración de Trias sale al paso de los movimientos hechos por las bases de Junts en Barcelona, que se han movilizado para poder vetar acuerdos con formaciones no independentistas. El alcaldable ha afirmado no tener “ningún miedo” a que se le limite el margen de maniobra desde el partido. “Creo que se me entiende bastante bien”, ha remachado. El exalcalde convergente afirma que su objetivo siempre ha estado definido, y que no se oculta: “Lo que debe tener claro la gente es que actúo con voluntad de entenderme y buscar colaboraciones estables”.

Trias se muestra confiado con poder sacar un óptimo resultado el 28 de mayo, y lanza la pelota al tejado de sus oponentes. “Como ganaré yo, pregunten a Jaume Collboni y a Ernest Maragall si me harán alcalde a mi. Yo he dejado claro que en mi gobierno no estará Ada Colau. Me gustaría saber si ellos harán lo mismo”. Al candidato de Junts le toca hacer equilibrios, para presentarse como un candidato transversal, al tiempo que no desencanta al votante independentista que se cobija bajo las siglas de su formación. Este domingo, en un mitin en Les Corts, el candidato de Esquerra Ernest Maragall aseguró que Trias “quiere recuperar la Convergència del 3%” por “lo que representa, lo que significa”. Trias ha replicado, tratando de desacreditar a Maragall: “Sabe perfectamente que Convergència está muerta desde hace tiempo”.

El sábado, en un mitin en Barcelona defendió la estrategia de brazos abiertos que su candidatura aplica para sacar un buen resultado en las urnas. Ahí, no tuvo reparos en reivindicar su gen convergente, el partido que quedó diluido enterrado y posteriormente diluido en las siglas de Junts huyendo de una retahíla de casos de corrupción: “Dicen que hacer esto es de Convergència, pues jodeos si esto es de Convergència”.

Sobre posibles futuras alianzas, ha asegurado que no sumará apoyos “antitéticos”, como hicieron Colau y Collboni en 2019 al recabar los votos de Manuel Valls para impedir que Maragall fuese investido alcalde, ni tampoco se prestará a “acuerdos extraños”.

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