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La noche de Sant Joan: se mantienen las hogueras, los petardos y los ‘correfocs’

La Generalitat alega que más restricciones causarían “un caos” en los municipios, pese a la oleada de más de 230 incendios en una semana

Sant Joan
Venta de petardos previa a la verbena de Sant Joan en Barcelona. Foto: Carles RibasCarles Ribas (EL PAÍS)
Marc Rovira

La verbena de Sant Joan ejerce de tradicional bienvenida al verano y el ansia festiva que la rodea se multiplica este 2022 tras dos años de restricciones por culpa de la pandemia. El Departamento de Interior de la Generalitat anunció este miércoles un dispositivo de seguridad especial, con casi 2.400 agentes de los Mossos y 300 agentes rurales, pero descarta endurecer las restricciones relacionadas con el fuego y los petardos. “Las medidas tienen que ser siempre adecuadas a la realidad”, justificó en una comparecencia el consejero Joan Ignasi Elena. En la última semana, Cataluña sufrió una oleada de más de 230 incendios, que avanzaron alimentados por la sequía y las altas temperaturas. El martes, en una intervención en el Parlament, la consejera de Acción Climática Teresa Jordà afirmó, en presencia del propio Joan Ignasi Elena, que la situación de los bosques es “más grave que nunca”. El director general de Prevención y Extinción de Incendios, Joan Delort, ha reconocido que en la última semana los bomberos han estado “muy tensionados”.

Elena defiende que adoptar una actitud intervencionista de cara a Sant Joan generaría “un caos” a nivel local. Alega que en los más de 900 municipios que hay en Cataluña confluyen “realidades distintas”, en función de su orografía y de su climatología. “Si entrásemos en el detalle haríamos un estropicio, tenemos que aplicar medidas de carácter general”, razonó el responsable de Interior.

Las hogueras, los petardos y los correfocs se mantienen como protagonistas indiscutibles de la programación festiva. Tirar cohetes o organizar hogueras está prohibido a menos de 500 metros de un bosque o zona forestal.

En Barcelona se espera que cerca de 60.000 personas llenen las playas y hay previstas una decena de hogueras. En Ciutat Vella el fuego arderá en el passeig Lluís Companys, y en el Eixample se prevé una hoguera en la calle Viladomat, entre Floridablanca y Tamarit. También habrá fogata en Fort Pienc y en Sarrià, así como en la plaza de la Virreina, en Gràcia. En Sant Andreu, el Clot y la Verneda se han programado correfocs y está previsto que varias hogueras den color a las verbenas callejeras.

En las comarcas de Tarragona, Sant Joan se vive con intensidad en poblaciones como Valls, donde es fiesta mayor y el fuego y los petardos acompañan una variada programación de música y espectáculos, incluídos los castells nocturnos. En Reus, el 23 por la noche el fuego y los diables se adueñan de las calles del centro con la popular Cercavila de Foc. En Tarragona, el barrio marinero del Serrallo también se entrega a la pirotecnia entorno a la vistosa hoguera. En la Ràpita, en las Terres de l’Ebre, la juerga popular se concentrará entorno a la hoguera del parque del Garbí, frente a la playa.

Girona vive desde hace días en un ambiente jaranero, a razón de los éxitos de sus equipos deportivos. Por sant Joan, la Flama del Canigó hará arder la tradicional hoguera festiva del barrio de Vistalegre. Varias poblaciones de la Costa Brava también ofrecen una abultada agenda de actos pirotécnicos por Sant Joan. Es el caso de Palamós, l’Estartit o Platja d’Aro.

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En las comarcas de Lleida, municipios como Balaguer o Cervera tienen todo a punto para organizar la verbena bajo las llamas de las fogatas populares.

En el lado opuesto están los municipios que, pese a la tradición llameante que rodea la noche de Sant Joan, vetan las hogueras y el uso de material pirotécnico. Es el caso de Valldoreix, Vallirana, l’Ametlla del Vallès o Vallromanes (Barcelona), de Garriguella y Brunyola i Sant Martí Sapresa (Girona), o de la Baronia de Rialb y Sant Esteve de la Sarga, en Lleida. También impone prohibiciones específicas Artesa de Segre, municipio muy afectado por un incendio que ha arrasado 3.000 hectáreas.

La Generalitat calcula la salida de 400.000 vehículos y ha previsto un dispositivo especial de vigilancia en las carreteras para tratar de evitar riesgos en los desplazamientos. “Es un día especialmente complicado”, anunció el consejero de Interior Joan Ignasi Elena. Pese a ello, los carriles adicionales en el Vallès y en el Penedès para agilizar el tráfico en la exigida AP-7 no se habilitarán el jueves ni el viernes. Se opta por reservarlos para el domingo. Elena justifica que es en la operación retorno cuando se produce una movilidad “desequilibrada”.

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