Girona hace historia: dos ascensos en seis horas

Después de muchos años y dolorosas derrotas, Girona ha llorado de alegría. Ha hecho historia con un doble ascenso el mismo día, en fútbol y baloncesto. Los gerundenses han tomado las calles de la ciudad al grito de “¡A Primera, oé!”, con un hilo musical de petardos y cohetes de fondo. Sus equipos masculinos de baloncesto y fútbol han ganado las respectivas finales que les han llevado de vuelta a la ACB y a la Primera División. Así, esta ciudad de poco más de 100.000 habitantes se suma a Barcelona, Bilbao, Madrid, Valencia y Sevilla en ser las únicas que tienen representación en las máximas categorías de ambos deportes. Los gerundenses han pasado un domingo de nervios y toda la ciudad se ha volcado en sus equipos.

Tras horas de angustia y de esperanza contenida por varios fracasos futbolísticos acumulados en los playoff de ascenso, primero llegó la victoria del equipo presidido y liderado en la cancha por Marc Gasol. Tras 14 años, esta ciudad amante del básquet ha recibido con euforia el regreso a la ACB. Poco después empezaron los más de 105 minutos de sufrimiento en los que las redes sociales ardían y nadie se atrevía a decir nada demasiado positivo en alto, por la mala suerte futbolística que ha acompañado a Girona en los últimos años. Finalmente, el Girona FC ha vuelto bajo la batuta del madrileño Michel Sánchez a Primera división, por segunda vez en su historia.

Los aficionados gerundenses del Básquet Girona pudieron seguir el partido del equipo de Gasol en el Pabellón de Fontajau. Los forofos del Girona FC que no pudieron viajar a Tenerife habían pedido, por su parte, pantallas gigantes al consistorio y al club. Sin embargo, LaLiga lo denegó porque no lo permitían los derechos televisivos. Así que los aficionados se reunieron en peñas, bares y en casas, en familia y en grupos de amigos, desde adolescentes a la tercera edad. Y cuando ya toda Girona no tuvo miedo a gritar en alto que eran de Primera, los coches han hecho sonar sus bocinas, las banderas rojas y blancas ondearon de manos de los muchos aficionados vestidos con las camisetas de sus equipos y se abrazaron y lloraron. Este año sí, de alegría y en la calle.

Los jugadores del Girona FC tenían previsto volar de madrugada de regreso a casa y se prevé que el lunes se haga el recibimiento a las dos plantillas ganadoras en el Consistorio, y que los gerundenses puedan ver a sus héroes en sendas rúas por las calles de la ciudad, con un final de fiesta conjunto y multitudinario para un día histórico en la ciudad.

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