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Los CAP salen del túnel en Cataluña: “Ahora es hora de consolidar los cambios, reorganizarnos y ganar autonomía”

La mejora epidemiológica alivia a los centros de atención primaria, que reclaman expulsar la burocracia de las consultas

Coronavirus
Una sanitaria llama a un paciente en la zona reservada del CAP el Clot para enfermos con patologías respiratorias.Albert Garcia
Bernat Coll

Lo peor parece haber pasado en los centros de atención primaria (CAP) de Cataluña. Las visitas por covid se han reducido un 48,7% en dos semanas (de las 424.000 contabilizadas entre el 17 y el 23 de enero, a las 217.000 de los últimos siete días) y la tendencia es claramente descendiente. El sector confía en no vivir otros periodos con la tensión de la sexta ola, donde la Primaria rozó el colapso. Para conseguirlo, entidades y personal sanitario reclaman una reorganización del sistema: “Tenemos un modelo de hace 30 años y hay que actualizarlo”. Parte del sector pide la figura del “asistente clínico” para expulsar la burocracia de las consultas, consolidar las visitas telemáticas y más autonomía.

El objetivo es reforzar la confianza de los usuarios en la Atención Primaria tras una sexta ola que ha maniatado la capacidad del sistema público. ¿La consecuencia? El creciente interés por las mutuas privadas. Un 34,6% de la población catalana tiene actualmente un seguro privado, según el último barómetro sanitario de la Generalitat del 2020; por el 25,5% del año 2012. “Este traspaso se ha incrementado con la pandemia”, admite Rafael Ruiz, director estratégico de Atención Primaria del Departamento de Salud. “Se debe a diversos factores, pero la gente busca una mayor accesibilidad y comodidad. No buscan más calidad”.

El gerente del hospital Sant Joan de Déu, Manel del Castillo considera que la población tiene la sensación de que ir al médico con cita previa es cada vez más difícil. “Conectar por teléfono con los ambulatorios es complicado y se está perdiendo la personalización con el médico de confianza”, reflexiona. Ana López, responsable ICS de Cataluña por el sindicato UGT, denuncia la escasez de manos. Denuncia la “falta de profesionales” y lamenta que actualmente Cataluña “no tiene más enfermeras ni médicos disponibles”. “Los pocos que tenemos no los tratamos bien por las malas condiciones salariales y laborales”, insiste. Según Ruiz, el Departamento ha contratado a 5.000 profesionales durante la pandemia: unos 3.800 administrativos, 500 médicos y 700 enfermeras aproximadamente.

El Colegio de Médicos de Barcelona (Comb) y la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic) abogan por introducir la figura del “asistente clínico”. Este profesional, explica, el vicepresidente del Colegio, Jaume Sellarès, se emplearía en una consulta “por delegación del médico o la enfermera” para asumir la carga burocrática de cada paciente y liberar a los facultativos. “Si los médicos le dictamos el resultado de una entrevista, en la que pedimos una analítica y le damos la baja por tres días, tardamos 20 segundos”, ejemplifica el responsable del Comb; “pero si tenemos que hacerlo nosotros perdemos tiempo para otras visitas”.

La figura del asistente clínico también la defiende Del Castillo, que pone de ejemplo una visita profesional a los Estados Unidos. “Allí un médico visita a la vez a cuatro o cinco consultas, donde hay un asistente clínico en cada una. Es súper efectivo. Cuando les explicaba que aquí tenemos un médico por consulta, no se lo creían”. Según la Camfic, la burocracia ocupa aproximadamente el 30% de la agenda de los facultativos e implica una “pérdida de tiempo asistencial”. Esta asociación presentó el documento Atención Primaria en la era post-COVID: Revolución para la transformación al Ministero de Sanidad, en los que remarca que el 83% de los facultativos sienten “haber perdido el tiempo en cuestiones burocráticas”. La Generalitat alivió la presión administrativa automatizando las bajas y las altas por covid tras la cuarentena.

El Departamento considera que los administrativos ya están asumiendo esta parte burocrática y consideran que su presencia no debe estar necesariamente en el interior de la consulta del médico. “Los pacientes se dirigen al administrativo al salir de la consulta. Existen circuitos internos que permiten complementar las tareas de los médicos”, ilustra Ruiz “Su trabajo es imprescindible”. Sellarès, en todo caso, insiste en diferenciar las funciones de los actuales administrativos sanitarios de las del asistente clínico que reclama, algo que no ven claro en UGT. “La propuesta del asistente clínico no está definida”, considera López, “sus funciones tienen que ser diferentes a las que ya existen; y si se crean deben estar unidas a una retribución.

Las visitas telemáticas son otra alternativa para ganar tiempo. Introducidas de forma masiva durante el confinamiento y el primer año de la pandemia, ahora se presentan como una oportunidad para ganar tiempo. “El profesional tiene que organizar su agenda y establecer qué visitas pueden ser presenciales, telefónicas o por otro canal”, entiende Sellarès. López acepta que debe consolidarse para notificar, plantea, “los resultados de una analítica”; mientras que Del Castillo avisa que las consultas a distancia requieren de formación: “Nos hemos incorporado de golpe y tenemos que adaptarnos a estas reglas. Para pasar consulta a distancia tenemos que aprender”.

El gerente de Sant Joan de Déu va más allá y reclama abrir con profundidad el debate sobre el futuro de la Primaria. “Hay que revisar el modelo. Y quizás plantear si los médicos de Primaria tienen que formar parte de la Administración o cobrar por actos”. Del Castillo defiende la gratuidad de la consulta para el ciudadano, y considera que vincular la retribución a un horario en lugar de a los servicios prestados resta “motivación”. “Seguramente no todo el colectivo aceptaría esta forma, pero quizás una parte sí. Debemos plantearlo”. Según la Camfic, el 69% de los médicos de Primaria quieren implementar un modelo de pago de la atención primaria vinculado al número de ciudadanos asignado y otras variables, como la complejidad clínica y la vulnerabilidad social. El Departamento de Salud, sin embargo, se muestra tajante: “No está contemplado”, responde Ruiz.

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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

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