“Los videojuegos marcan el camino a seguir por el cine”
Fèlix Balbas, director de la feria b’ARS de efectos visuales y animación, asegura que su campo “va adelantado a nuestro tiempo”
Una calle estrecha se va convirtiendo en una enorme e infinita avenida, un pueblo recóndito aparece ahora como una urbe gigantesca, se crean monstruos inimaginables, un hombre arde entre llamas… En la postproducción de un largometraje, tras los efectos especiales del rodaje, tras las tomas de paisajes espectaculares, tras la interpretación de los actores… unos profesionales trabajan rodeados de pantallas de ordenador recreando ese mundo fantástico que busca la película y necesita ver el espectador y que solo ellos pueden crear. Son los especialistas en efectos visuales (VFX) y en animación 3-D. “Podemos cambiar totalmente una película”, dice Fèlix Balbas, experto en la materia y director de b’ARS Barcelona Art & VFX Fair, una feria profesional que reunió a finales de noviembre a expertos del sector de la animación y de los efectos visuales.
“Los efectos visuales son todo el contenido que manipulamos una vez rodada una película. Lo que se hace mientras se rueda son los FX, efectos especiales”, diferencia Balbas. Sobre este sector, algo escondido en el mundo del cine pero auténtica vanguardia en muchos aspectos, se realizaron talleres, conferencias y debates entre expertos de todo el mundo en Barcelona. Ivan Morán, director creativo y supervisor de VFX de la empresa americana Framestore, descubrió los secretos de la película Project Power, de Netflix.
Balbas ha trabajado con Morán y conoce esos secretos. “En esta película, un hombre se convierte en fuego”, explica. “El actor llevaba un chándal de leds y esas luces que se encienden mostrando las zonas del cuerpo que luego se convierten literalmente en fuego”. Es apasionante. Y… caro: “Sí, pero la verdad es que con mucho presupuesto se pueden permitir hacer estas prendas”. En la feria también se hablará del tema de la financiación de un arte que no es barato.
La animación visual, según Balbas, podría decirse que empieza con la primera Star Wars, que luego pasó a ser la cuarta, la de 1977. Dos años antes Georges Lucas había creado la empresa Industrial, Light & Magic (ILM) precisamente para hacer la película que se convertiría de culto. John Knoll (ahora director creativo de la empresa) y su hermano Tom crearon Photoshop ante la necesidad de crear imágenes digitales. “Vamos adelantados a nuestro tiempo”, sostiene Balbas. “Somos como la F-1 en la industria del automóvil, que trabaja con métodos que luego se incorporan a los coches utilitarios. Lo que ahora utiliza Facebook, por ejemplo, para el reconocimiento facial, o para mil cosas, nosotros hace 20 años que lo pusimos en práctica. De alguna manera, dictamos las necesidades de lo que está por venir”.
Un recorrido por la historia de los VFX podría empezar en Star Wars, y pasaría por Jurassic Park, Matrix, El Señor de los anillos, Harry Potter, Avatar… “por citar algunos títulos importantes”. “Pero no dejamos de ser nunca un mercado nuevo. Siempre lo seremos”, asegura el experto. ¿Hasta dónde nos llevará la imaginación? “Acabaremos dentro de los escenarios de las películas”, adelanta Balbas. “Algo así está pasando en los videojuegos, que son los que dictan el camino del entretenimiento: mirar, interactuar, participar”.
En Cataluña hay mucho talento dentro de las VFX. “Muchos trabajan en el extranjero, ya que los países punteros y donde más se produce son los anglosajones”, concede Balbas. Pero da algunas pistas de buen trabajo que realizan profesionales de aquí: “Love death and robots, una serie de cortos animados de Netflix, tiene algunos que se han hecho aquí, igual que en Dark material, la miniserie que ha producido HBO a raíz de La brújula dorada (la película de 20017, con Nicole Kidman).
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