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La Generalitat flexibilizará las visitas en las residencias

El Departamento de Salud hará PCR periódicas a los empleados de hogares de mayores en zonas con alta transmisión

Varias personas pasean por una calle de Barcelona
Varias personas pasean por una calle de BarcelonaMASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)
Jessica Mouzo

La Generalitat de Cataluña flexibilizará las visitas a las residencias de ancianos, prohibidas ahora en los municipios con restricciones sociales activas, y hará cribados periódicos con pruebas PCR a los trabajadores. Es la vuelta de tuerca que pretende el Govern para combatir la covid-19 en los hogares de mayores. El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, anunció ayer que todavía están estudiando con cuánta periodicidad se harán los test. Hay 71 centros con casos positivos, 17 de ellos con más de siete infectados.

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Salud sigue con su estrategia de dar caza a la covid-19 y adelantarse al virus. A los cribados masivos en algunos municipios para detectar casos asintomáticos se suma ahora el control con PCR de los trabajadores de las residencias en zonas de riesgo. “Se hace para proteger a los residentes”, ha explicado Argimon, en alusión a que ahora son los trabajadores de las residencias el principal vector de transmisión. Sin embargo, el secretario de Salud Pública ha admitido las limitaciones de las PCR, pues solo representan “una foto del momento” y no valen el día después. De hecho, Salud aún no ha decidido la periodicidad de los cribados.

La otra gran novedad de la estrategia de control de la covid-19 en las residencias es que se flexibilizarán las restricciones en las visitas a los ancianos. Hasta ahora, estaban completamente prohibidas en territorios con restricciones sociales por la alta circulación del virus, como Barcelona o la comarca leridana del Segrià. “La idea es tener este balance entre el riesgo y la dureza de un confinamiento y la necesidad de poder tener ese apoyo de la familia presencialmente”, ha dicho Argimon.

En los próximos días, Salud permitirá las visitas en las llamadas residencias verdes (sin casos de covid-19) y naranjas —con algún positivo, pero la situación controlada y el centro sectorizado—, independientemente del riesgo de rebrote, de si el municipio tiene restricciones sociales decretadas o hay alta circulación del virus. Aunque, eso sí, los encuentros tendrán que realizarse con medidas extremas de seguridad. Sin contacto físico, guardando la distancia de seguridad, con equipos de protección individual y solo una persona al día no más de 45 minutos. “Sabemos que no suple el contacto, pero es un paso adelante”, ha apuntado Argimon.

Desde el 1 de julio se han registrado en Cataluña 719 casos en residencias —229 activos actualmente— y 89 fallecidos. Hay ahora 44 residentes ingresados en los hospitales catalanes, uno de ellos en cuidados intensivos. “La situación es muy diferente a la de la primera ola. La tasa de afectados por 100.000 habitantes era entonces entre 14 y 15 veces superior a la de ahora”, ha apostillado Argimon.

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Cribado masivo

Salud sigue además con sus programas de cribados masivos en algunos municipios. Ya se han realizado en Terrassa, Sabadell (Vallès Oriental), Ripollet, Granollers (Vallès Occidental), Torregrossa (Pla d’Urgell), Vilafranca del Penedès (Alt Penedès) y Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès). Este fin de semana, los test masivos comienzan también en el barrio barcelonés de Torre Baró y el lunes, en el Besòs. En estos vecindarios, Salud prevé realizar unas 2.000 pruebas PCR. La incidencia de la covid-19 en los últimos 15 días ha sido de 510 casos por 100.000 habitantes en el primer barrio y de 467 en el segundo. La medida de la ciudad de Barcelona es hasta tres veces inferior: 174 infectados por cada 100.000 personas.

Según el dispositivo acordado entre el Departamento de Salud y el Ayuntamiento de Barcelona, las pruebas en Torre Baró están dirigidas a las personas no enfermas, sin síntomas, de todas las edades y procedentes de cualquier parte del barrio. La toma de muestras se realizará en el Casal del Barri durante todo el fin de semana. Por su parte, la estrategia en el Besòs-Maresme está más acotada a los residentes de cuatro calles concretas: Jaume Huguet, Llull, Ramon de Penyafort y Rambla Prim. Durante tres días, a partir del lunes y de nueve de la mañana a siete de la tarde, los vecinos de estas vías podrán acercarse al área sanitaria móvil ubicada en la calle Alfons el Magnànim.

El director del Servicio Catalán de la Salud, Adrià Comella, también ha explicado baja la presión sobre el sistema sanitario. En atención primaria y urgencias se han reducido las consultas por sospecha de covid-19. Los ingresos convencionales también se han estabilizado y solo suben los de intensivos, porque, según Comella, la foto de la UCI va siempre con días de retraso respecto a la curva epidemiológica. Hay actualmente 581 ingresados, 119 en la UCI.

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Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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