Oriol Mitjà, el científico de cabecera de Torra
El presidente de la Generalitat elige como asesor en la lucha contra el coronavirus al médico que pidió la dimisión del equipo de emergencias del Gobierno
La batalla contra el coronavirus ha iluminado una nueva estrella en el firmamento del independentismo catalán. El nombre de Oriol Mitjà, investigador de enfermedades infecciosas del hospital Germans Trias i Pujol (Badalona), corre como la espuma en redes sociales, grupos de WhatsApp y en los mensajes de los dirigentes de Junts per Catalunya (JxCat). Es prácticamente el único científico citado por los dirigentes de la formación nacionalista que preside la Generalitat, utilizado como ariete contra el Gobierno del PSOE y Podemos. Su momento de mayor notoriedad se produjo el 16 de marzo, cuando pidió la dimisión de Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad. “Gracias, Oriol, por hablar claro y catalán. Todo esto coincide con la posición del Gobierno de la Generalitat”, escribió Gorka Knörr, delegado del ejecutivo catalán en Madrid. El president, Quim Torra, le nombró el pasado martes su asesor para la estrategia de desconfinamiento.
Mitjà ganó celebridad en los días previos al decreto del estado de alarma, el 14 de marzo, por su vehemencia defendiendo el confinamiento total de la población. Él y el partido de extrema derecha Vox son las únicas voces destacadas que han pedido dimisiones en el Gobierno por la gestión de la crisis. También encabezó un manifiesto firmado el 21 de marzo por 69 científicos de toda España exigiendo el paro total de la economía y de la movilidad, una decisión que el presidente, Pedro Sánchez, finalmente aplicó siete días después. En una entrevista del 4 de abril en el programa Faqs de TV3, este reconocido epidemiólogo explicó que el Ministerio de Sanidad no le ha contactado pese a que les ha hecho llegar sus planteamientos. “Creo que no les caigo bien”, añadió.
Dos días después fue entrevistado en el telediario de la cadena pública catalana para presentar un documento elaborado por él para salir de la cuarentena total a partir del 13 de abril. Por este plan ha sido elegido como asesor de Torra. Mitjà afirma a EL PAÍS que fue él quien insistió en que no sea un trabajo remunerado. Subraya que igualmente es asesor del Gobierno de Andorra y que ha sido consultado por el Gobierno vasco y por organismos de Ecuador y de Venezuela “a través de expresidentes socialistas”. “Socialistas que no son del círculo de Sánchez”, precisa Mitjà.
Su nombramiento, según avanzó el medio Nació Digital, ha generado malestar en Esquerra Republicana (ERC), socio de Gobierno de JxCat, porque consideran que es una elección personal del president y porque el Departamento de Salud, que ostenta ERC, ya cuenta con un equipo de expertos. Torra y Mitjà coincidieron públicamente por primera vez en 2018, cuando el president le entregó el premio Català de l’Any que organiza anualmente el diario El Periódico. Mitjà compartió con Torra una dura crítica contra “la violencia física y la violencia política” que, en su opinión, ha sufrido Cataluña tras el referéndum ilegal de 2017 y la declaración unilateral de independencia. Mitjà incide en que es un científico de prestigio internacional y sin ninguna motivación política. Su deseo, afirma, sería estar hoy en Papúa Nueva Guinea prosiguiendo sus investigaciones, que desarrolla desde hace una remontan una década, en este país de Oceanía. Rechaza cualquier uso malintencionado de su trabajo por parte de los partidos. Ha replicado airadamente en Twitter al líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, tras haber compartido en las redes dos artículos críticos con su papel. Mitjà no ha reaccionado igual con ningún político independentista.
JxCat ha hecho de Mitjà una bandera. Es el único investigador médico del que el expresident Carles Puigdemont difundió contenidos en Twitter entre el 15 de marzo y el 8 de abril. En el mismo periodo, Toni Comín, exconsejero de Salud y eurodiputado junto a Puigdemont, compartió 14 tuits con los posicionamientos de Mitjà frente a uno solo del presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós. Por el contrario, destaca la ausencia de menciones a Mitjà en los dirigentes de ERC. El líder de este partido en el Congreso, Gabriel Rufián, lo explicitó así en un mensaje del 5 de abril: “No conozco a Oriol Mitjà. He estado de acuerdo y en desacuerdo con él. Pero siempre he recordado su currículum, su trayectoria y su experiencia. Ni me apunté a las alabanzas de ayer ni al linchamiento de hoy. La necesidad que tenemos de crear héroes y villanos es terrible”.
La consejera de Salud, Alba Vergés, ha compartido en su cuenta de Twitter contenidos de multitud de expertos e instituciones médicas; de Mitjà solo ha resaltado la comparecencia conjunta que realizaron para presentar el ensayo clínico que encabeza él para frenar el coronavirus. El ensayo incluye la participación de la Fundación Lucha contra el Sida, organización presidida por Bonaventura Clotet y en la que Mitjà es investigador. Clotet también ha sido crítico con la gestión de la crisis del ejecutivo central, calificándola en la emisora RAC1 de “patética y caótica”. Tanto Mitjà como Clotet fueron dos de los nombres que JxCat destacó en mayo de 2019 en un manifiesto del partido, firmado por 60 científicos, que daban apoyo a la candidatura de Puigdemont al Parlamento Europeo y a la de Elsa Artadi al Ayuntamiento de Barcelona. Un año después, Mitjà asegura que nunca dio su consentimiento para formar parte de aquel manifiesto. Por petición suya, JxCat retiró el viernes su nombre del texto.
“La sustitución de Simón ya no es esencial”
Oriol Mitjà considera que “ya no es esencial la sustitución de Fernando Simón al frente del equipo de emergencias para garantizar la seguridad de los ciudadanos”. El asesor del presidente de la Generalitat ya no exige la dimisión de Simón porque “ha modificado su posición y adoptado medidas de gestión como las que le reclamábamos parte de la comunidad científica”. Mitjà entiende que sus tesis no son bien vistas en el ministerio de Sanidad porque lo que se está produciendo es un conflicto generacional: “Creo que el Ministerio está basando su respuesta en epidemiólogos de mayor edad que utilizan instrumentos antiguos para elaborar sus propuestas”. “Lo que parte de la comunidad científica y yo defendemos no tiene una buena acogida porque va más allá del saber que, hasta ahora, ha constituido el núcleo de la epidemiología”. “Lo que se plantea”, prosigue Mitjà, “es hasta cierto punto una fractura generacional”.
“En una situación tan compleja y sin precedentes históricos cercanos, los epidemiólogos debemos ser especialmente cautos, tengamos la edad que tengamos”, dice Miguel Hernán, miembro del equipo científico del Gobierno para la Covid-19 y profesor de Bioestadística y Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. “El confinamiento inicial fue más estricto que el de otros países pero, como no tenemos experiencia histórica sobre confinamientos nacionales", comenta Hernán, "su efecto exacto sobre movilidad y contagio se desconocía. Al inicio del confinamiento ningún epidemiólogo, independientemente de su edad, sabía si esa versión de confinamiento era demasiado dura o demasiado blanda.”
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