Cataluña lanza un ensayo pionero para evitar la transmisión del coronavirus
El estudio consistirá en dar un antiviral al caso positivo y medicar con un antimicrobiano a sus contactos cercanos para cortar la cadena de infección
Cortar la cadena de transmisión del coronavirus desde los casos más leves y los contactos. Ese es el plan de un grupo de investigadores catalanes para atajar la pandemia que azota a medio mundo. El Departamento de Salud de la Generalitat y un equipo de la Fundación Lucha contra el Sida del hospital Germans Trias i Pujol acaban de recibir luz verde de la Agencia Española del Medicamento para desplegar un ensayo clínico pionero en el mundo. La idea es administrar un antiviral a los casos leves de Covid-19 para reducir la carga viral, a la vez que se medica a sus contactos cercanos con un antimicrobiano que los protege contra el virus. Según ha podido saber EL PAÍS, 190 casos positivos y 3.000 contactos participarán en el estudio, que echará a andar esta semana.
La consejera de Salud, Alba Vergès, lo anunció el sábado. “Este ensayo puede ir muy bien y tendremos datos en 21 días”, dijo en TV3. Pero no concretó más detalles. Actualmente, hay unos 300 ensayos clínicos activos en el mundo para atajar el coronavirus. La mayoría, dedicados a buscar una cura y a tratar los casos más graves. Algunos hospitales españoles participan, de hecho, en investigaciones internacionales para combatir la pandemia. Pero lo que ningún estudio había hecho hasta ahora era poner el foco en reducir el poder de transmisión del virus. El estudio catalán, liderado por el Departamento de Salud y los investigadores de la Fundación Lucha contra el Sida, Oriol Mitjà y Bonaventura Clotet, busca una fórmula para evitar los contagios.
La premisa de partida de esta investigación ha sido la alta transmisibilidad del virus. “Desde que una persona se infecta, hay 14 días de transmisión donde se produce una secreción de partículas orales con el virus. Los estudios dicen que entre el 5% y el 10% de contactos cercanos, como compañeros de trabajo, y el 15% e los contactos del hogar, los más próximos, se contagian”, apunta Mitjà. Y es por ello que el diseño del estudio está pensado para cortar las cadenas de transmisión.
Los investigadores catalanes harán una intervención doble, sobre los infectados y sus contactos cercanos. A los primeros se les administrará el darunavir/cobicistat, un antiviral que se emplea contra el VIH y que funciona de forma similar al lopinavir/ritonavir, el fármaco que (en combinación con el interferon) se probó de forma satisfactoria en un paciente ingresado en el Virgen del Rocío de Sevilla. El darunavir es un inhibidor de la proteasa, una proteína necesaria para que el virus se reproduzca. Si se corta la capacidad de replicación que tiene el microorganismo, la carga viral se reduce y el poder de infectar a otros, también.
El estudio reclutará 190 casos positivos y 3.000 contactos cercanos
A la vez que se medica al paciente infectado con darunavir, los investigadores pretenden administrar otro antimicrobiano a sus contactos más cercanos. Se trata de la hidroxicloroquina, un antipalúdico que también se usa para dolencias reumatológicas. Lo que hace este fármaco es inhibir la fusión del virus. “Le dificulta al virus entrar en la célula huésped”, señala Mitjà. Ensayos realizados en China revelaron, en cultivos de células, que la hidroxicloroquina impedía el crecimiento del virus.
Con esta doble intervención, los investigadores consideran que se podría cortar o reducir al mínimo la cadena de transmisión. “El caso será infeccioso durante menos días y los contactos también estarían más protegidos”, sintetiza el investigador de la Fundación Lucha contra el Sida. La propuesta de los expertos catalanes replica, así, una técnica que ya se emplea en otras dolencias. Por ejemplo, cuando un niño sufre un tipo de meningitis: aparte de tratar al menor, se administra el antibiótico rifampicina a sus compañeros de clase de forma profiláctica.
La intención de los expertos catalanes es reclutar casos positivos y contactos empezando por la zona metropolitana norte de Barcelona (las comarcas del Maresme y el Vallès Oriental) y de áreas con mucha incidencia, como Igualada y los municipios colindantes. En esa zona hay 70.000 habitantes de cuatro poblaciones aislados a causa de un brote de coronavirus que afecta a 70 personas.
Resultados en pocas semanas
Lo mejor del ensayo, coinciden los expertos, es que tendrán resultados de la investigación en muy pocos días. El estudio contempla un seguimiento a las personas intervenidas durante 14 días, que es el tiempo de incubación del virus, para ver si desarrollan síntomas o hay nuevos casos positivos entre los contactos. Los resultados de la intervención se compararán con un grupo de control entre la población general de casos positivos y sus contactos.
“Esto tiene una implementación rapidísima porque, en tres semanas, podemos tener una evidencia que nos permita justificar su uso compasivo [una autorización del Ministerio de Sanidad para administrar el fármaco, que no tiene aprobada aún esa indicación terapéutica, cuando no existen otros tratamientos disponibles]”, explica Robert Fabregat, director general de Investigación e Innovación de la Generalitat. El experto destaca, por ejemplo, el impacto que tendría poder medicar a profesionales sanitarios, decenas de los cuales están en cuarentena preventiva tras entrar en contacto con casos positivos. “Desde el punto de vista asistencial, ayudaría a disminuir la tensión del sistema sanitario”, concluye. En menos de un mes, habrá resultados.
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