Taylor Swift y Aitana, los otros reclamos feministas en la campaña de Sánchez

El presidente, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, siguieron en la noche del pasado martes desde La Moncloa muy interesados la entrega de los premios de la revista ELLE en Madrid y, sobre todo, los discursos feministas en esa gala de la actriz Susan Sarandon y de la cantante española Aitana. A la mañana siguiente, cuando el juez Juan Carlos Peinado comunicó la citación de Begoña Gómez para el 5 de julio, el líder socialista publicó un tuit en su cuenta oficial de respaldo al ejemplo que Aitana proyectaba entre las jóvenes con sus mensajes. Al día siguiente Begoña Gómez se presentó en primera fila en el mitin que Sánchez dio en Benalmádena (Málaga) tras meses de permanecer desaparecida en público, en el peor momento del acoso político, judicial y mediático que sufre por un presunto delito de tráfico de influencias en el ejercicio de su profesión. Casi nada es casual, tampoco en política. El PSOE y Sánchez confían así en volver a activar con el empoderamiento del factor Taylor Swift, Aitana y Begoña Gómez el voto femenino que tan buenos resultados ya le han dado en el pasado más reciente.

El discurso feminista de la cantante Aitana en los premios de la revista ELLE tenía una base muy personal de reacción a las críticas machistas que ha recibido por su tránsito de inocente modelo ideal de icono juvenil a una mujer más comprometida. Pero la cantante quiso introducir, además, palabras de agradecimiento a las feministas más veteranas que han desbrozado el camino para llegar a este punto. El presidente y líder socialista no desperdició esa oportunidad para agradecerle a Aitana en su tuit esa defensa de la igualdad y su valentía por “denunciar que todavía queda mucho por avanzar” y su “generosidad con las generaciones pasadas”. Los dos mensajes se convirtieron en virales en las redes sociales, donde Aitana tiene una repercusión mundial.

El feminismo, la igualdad de género y la apuesta por la proyección de las mujeres es uno de los ejes de la ideología y la hoja de ruta de Pedro Sánchez hace años y, además, le ha reportado grandes beneficios electorales. En las elecciones del 23-J, en los que el PSOE protagonizó una remontada final que dejó al PP de Feijóo descolocado ante sus previsiones de lograr una victoria más clara y contundente, las mujeres fueron un voto determinante, donde se encaramaron hasta el 56% de su electorado. En uno de los sondeos electorales del CIS para aquella cita se constató que Sánchez superaba en 10 puntos a Feijóo en las preferencias para ser presidente entre las mujeres. Fue entonces cuando el dirigente socialista se confesó fan de Taylor Swift en un podcast, algo que recuperó hace unos días en un mitin en La Manga del Mar Menor cuando equiparó la pujanza de la economía española bajo su mandato con la exitosa carrera de la cantante americana, en esos días de concierto en el Bernabeú.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, seguidor confeso hace años de Sánchez y de Swift y presente en el concierto de la cantante, resta importancia a la influencia electoral de esos posicionamientos para reforzar la importancia de la cantante norteamericana “a la hora de cambiar la percepción de la sociedad” sobre determinadas cuestiones: “Taylor Swift está introduciendo un cambio en la percepción que la mujer tiene de sí misma en el mundo, encarna un nuevo empoderamiento femenino desconocido hasta la fecha que no sigue las pautas conocidas ni las rutas transitadas por otras mujeres importantes para la causa feminista”.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que también estuvo en el concierto con su hija, trasciende aún más la relevancia de ambas cantantes: “Taylor o Aitana no son solo ya referentes musicales para toda las generaciones que crecieron con ellas y las nuevas, que ya las escuchan; son referentes también feministas que nos inspiran y que enseñan a nuestras hijas que son y serán siempre mujeres libres capaces de todo. Pero no solo a las niñas, también a los niños: hemos avanzado en eso de “cosas de niñas” y “cosas de niños” y ellos también las escuchan y las tienen como referentes. Ellas son la mejor respuesta a la pregunta de “¿cómo quieres ser de mayor?”.

Sánchez no estuvo ni con Aitana ni con Swift, pero en la tarde del miércoles tampoco se personó solo en Benalmádena (Málaga) con su esposa, en el centro del huracán de esta campaña. Begoña Gómez se fundió en un simbólico abrazo con la vicepresidenta María Jesús Montero y la candidata europea, Teresa Ribera, cuando su marido aludió desde el estrado al compañerismo solidario que habían recibido ambos en estas duras semanas. El líder del PSOE ya introdujo de lleno a su esposa en el argumentario de campaña en la segunda carta que remitió a la ciudadanía desde su cuenta personal tras conocerse la citación judicial a su mujer.

Sánchez defiende la honradez y limpieza de la actividad profesional de Begoña Gómez con la misma creciente virulencia que el PP la ha situado en el epicentro de su programa electoral de punto único de las elecciones europeas para desalojar al dirigente socialista de La Moncloa. El PP ha confiado en el caso Gómez como el santo grial de la gran revancha pendiente de Feijóo. La secretaria general popular, Cuca Gamarra, este jueves de gira en Castellón, llegó a un momento en el que tras muchos minutos de despacharse a gusto contra el tándem de Sánchez y Gómez reconoció que tocaba hablar de Europa. Y fue ahí cuando precisó que en ninguna nación europea existía una pareja como “los Sánchez” que haya transformado La Moncloa “en una cueva de lobbistas para beneficiarse y lucrarse de sus negocios personales”.

Otros dirigentes del PP, como el propio Feijóo, persisten en la idea de que Sánchez se está “escondiendo” como “una víctima” detrás de Begoña Gómez, a la que presentan como su “escudo humano” en lo que tachan de “chantaje populista”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, llevó el asunto incluso a la sesión de control en la Asamblea madrileña en la réplica al socialista Juan Lobato y justificó así que su administración pretenda ahora abrir una investigación sobre la Universidad Complutense donde estaba radicado el máster en el que trabajó Gómez: “¿Queremos saber cómo una mujer sin titulación y su marido con una tesis falsa de una universidad privada han promovido negocios en la pública?”.