Los correos de la trama del ‘caso Koldo’: “Sueño con las mascarillas. Es una obsesión”
Víctor de Aldama, empresario clave, afirmaba que “actuaba en nombre del Gobierno español”, según los documentos intervenidos por los investigadores
Los meses tras el estallido de la pandemia fueron frenéticos para los presuntos miembros del caso Koldo. Los investigadores han intervenido multitud de correos electrónicos que reflejan las intensas comunicaciones que mantuvieron los sospechosos para ejecutar los contratos de suministro de material sanitario, que habían conseguido presuntamente gracias al pago de comisiones irregulares. Para ellos era vital sacar adelante el negocio, ya que se iban a embolsar grandes beneficios. Y sus emails así lo evidencian, según el sumario. “Sueño con estas mascarillas y aviones, aduanas, Víctor, es obsesión...”, escribe Íñigo Rotaeche, apoderado de Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas S. L., compañía epicentro de la supuesta red corrupta, a los dos principales empresarios implicados en el sumario, Víctor de Aldama, presidente del Zamora Club de Fútbol; y Juan Carlos Cueto, “líder” del conglomerado empresarial Grupo Cueto.
“Estas mascarillas están bien”, comenta Rotaeche, también arrestado por la Guardia Civil, a sus interlocutores: “Pero hay que decirles que para exportar necesitaremos los Certificados de Conformidad de fábrica, no de trader. Ye he hablado con el de Iberia, estaba como un flan. Luego os cuento cómo va el planning y decidimos qué aviones. Os adelanté que hasta el viernes será difícil cargar algo en Shenzhen (China), pues lleva 72 horas conseguir el permiso y el lunes es fiesta comunista”. A lo largo de sus comunicaciones, los tres evidencian su preocupación para llevar a buen puerto el proyecto, ante los problemas con que se topan. Hablan incluso, en algún momento, de “apretar” a los proveedores.
El juez Ismael Moreno, instructor de la Audiencia Nacional, calcula que estas operaciones reportaron a Cueto un beneficio de 9,6 millones de euros; y a Aldama, de 5,5 millones. Por su parte, Koldo García, antiguo asesor del exministro socialista José Luis Ábalos, que supuestamente cobró comisiones para “facilitar” la adjudicación de los contratos de suministro de mascarillas a los empresarios, experimentó un “incremento patrimonial” superior a los 1,5 millones. Según los investigadores. el excolaborador del PSOE usó a su círculo más próximo como testaferros, con el objetivo de ocultar las mordidas de su familiar. Entre los detenidos se encuentran el hermano y la esposa de Koldo García, Joseba García y Patricia Uriz.
Entre la documentación intervenida, a la que tuvo acceso EL PAÍS, se encuentra igualmente un contrato donde se dice que Víctor de Aldama “actúa en nombre del Gobierno español para comprar productos de higiene básica, como productos sanitarios, mascarillas y geles”, además de presentarse como “gerente de Soluciones de Gestión”. El documento también menciona a José Ángel Escorial Senante —administrador de Soluciones de Gestión, según la Guardia Civil—, que se cita como “representante del Gobierno de España”. Es un contrato con unos agentes de intermediación ante el fabricante.
La Audiencia Nacional mantiene abierta esta causa por delitos de organización criminal, tráfico de influencias, blanqueo y cohecho. La querella de la Fiscalía Anticorrupción se dirigía inicialmente contra siete personas, pero la lista de imputados ha crecido. La Guardia Civil arrestó la pasada semana a una veintena de sospechosos.
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