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La eterna espera al tren de la Costa del Sol

Alcaldes, expertos y empresarios coinciden en la importancia de construir un enlace ferroviario que llegue a Marbella y Estepona, proyecto caro y complejo que se estudia desde hace más de 20 años

Tren Costa del Sol
La estación de Málaga en una imagen de archivo de 2021.Garcia-Santos (El Pais)

En enero de 2018, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (PP), presentó un estudio informativo para llevar el tren hasta Marbella (Málaga, 150.725 habitantes) con una doble alternativa para el trazado. Las obras, para unas vías de apenas 61 kilómetros de longitud, se valoraron en casi 2.500 millones de euros, que ascendían a 3.800 si se ampliaba la línea hasta Estepona. Hoy no se sabe casi nada aquel proyecto, pero tampoco de la idea inicial, lanzada en 1999 y presentada en 2003 por Manuel Chaves (PSOE) cuando presidía la Junta de Andalucía. Su plan también incluía unas vías hasta Nerja, en la zona oriental de la Costa del Sol, con un presupuesto total de 4.500 millones de euros. Entre medias ha habido más propuestas, quejas, dudas y reivindicaciones procedentes tanto de un partido como de otro respecto a un proyecto que los expertos consideran fundamental para la población local, el turismo y el crecimiento económico. Los municipios que se beneficiarían, donde viven dos tercios de la población malagueña, sigue aún a la espera.

Hay pocos temas más recurrentes que este en Málaga. El llamado tren litoral, también conocido como corredor ferroviario de la Costa del Sol, es el gran unicornio de las infraestructuras de la provincia malagueña: todos sueñan con el proyecto, pero nadie sabe si lo verá jamás. El único tren que, de momento, circula junto al mar Mediterráneo es la línea de Cercanías que une la capital con Fuengirola, pero el objetivo es que llegue a Marbella y después a Estepona (e incluso, finalmente, al Campo de Gibraltar). El primero es el único municipio de más de 100.000 habitantes en toda España sin conexión ferroviaria. El segundo vive una etapa dorada de crecimiento que el tren podría redondear. Hay otro gran tercer actor: Mijas, que tiene ya casi 93.000 habitantes. Junto a localidades como Manilva o Casares, además de la propia capital o Fuengirola, esta conexión ferroviaria daría servicio directo a más de un millón de residentes en la provincia malagueña. “La conexión ferroviaria es fundamental por motivos económicos, sociales y medioambientales”, afirma Violeta Aragón, portavoz de la Plataforma por el Tren Litoral de la Costa del Sol, impulsada inicialmente por el club de rotarios de Marbella y que ahora reúne a empresarios, hoteleros, colegios profesionales, promotores o constructores, entre otras organizaciones. “Llevamos 20 años hablando de este tren, así que habría que ir ya planificando las conexiones hasta Algeciras y Nerja para luego no llegar tarde otra vez”, subraya Aragón.

El Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Occidental ya incluía una propuesta de trazado, pero fue tumbado por los tribunales en 2015. “Se justificaba su construcción por el aumento de la población y de su movilidad, pero también por sostenibilidad frente al vehículo privado”, explica uno de sus redactores, Diego Vera, también coordinador académico del Máster de Derecho de la Ordenación del Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente de la Universidad de Málaga (UMA). El nuevo plan —ahora en fase de elaboración y de estudio ambiental— también le guarda hueco en un litoral cargado de urbanizaciones que, a vista de pájaro, constituye un solo municipio de Málaga a Manilva. Ello conllevará grandes dificultades para su construcción tanto a nivel técnico como jurídico, elevando además su presupuesto. “Hay zonas por las que físicamente parece imposible ejecutar obras”, subraya Vera. El ingeniero Lluis Sanvicens incluso ha ideado una solución “que intenta ser factible”, diseñada tras un estudio intensivo de las necesidades de la zona y que ha plasmado en un proyecto presentado a las administraciones. Cree que este sistema ferroviario sería “la columna que vertebra el territorio”, la base sobre la que cada localidad añadirá otras alternativas al coche.

Pacto entre administraciones

La dificultad para llevar a cabo este tren litoral hace coincidir a todos los especialistas en un aspecto: la necesidad de un pacto entre administraciones más allá de colores políticos. “Es que es un proyecto fundamental. Lo es para la población local, que ahora solo tiene como alternativa una autovía que en realidad es una carretera muy peligrosa. Y también para el turismo, que viaja a la Costa del Sol en avión y necesita de transporte público para llegar a todos los municipios del litoral”, señala Antonio Gallegos, docente e investigador del Departamento de Geografía de la UMA. Hoy el aeropuerto solo tiene conexiones en Cercanías hasta Málaga, Torremolinos, Benalmádena y Fuengirola.

Para buscar una solución a este hasta ahora imposible tren, los municipios afectados son los que más ruido están haciendo en los últimos meses después de los resultados de las elecciones del 28 de mayo. Tras la última moción de censura en Mijas, el Partido Popular gobierna en todas las localidades costeras de la Costa del Sol. Ya lo hacía tradicionalmente en lugares como Marbella, pero la homogeneidad ha reforzado el carácter reivindicativo de las corporaciones municipales frente al estado, personalizando todos los males de la zona en el presidente en funciones, Pedro Sánchez. “Para Mijas es imprescindible la ampliación del tren de la Costa, que llevamos esperando más de 20 años”, asegura Ana Mata, reciente nueva alcaldesa de Mijas, que cree que la infraestructura hasta Campo de Gibraltar serviría para apuntalar “el crecimiento económico desde el punto de vista de la logística y el turismo”. “En declaraciones públicas Ángeles Muñoz (Marbella) subrayó que “solo falta voluntad de sacarlo adelante” y el regidor de Estepona, José María García Urbano, llegó a plantear un desarrollo a través de concesiones privadas.

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Durante una reunión con 25 municipios, Francisco Salado, presidente de la Diputación Provincial, pidió el pasado septiembre un gran pacto para sumar esfuerzos en el entorno de la capital malagueña que incluya el desarrollo de la conexión ferroviaria hasta Marbella y Estepona. “La Costa del Sol y el área metropolitana de Málaga no quieren ser más que nadie, pero tampoco pueden ser menos que nadie. Y necesitan inversiones”, aseguró. “Si la Costa del Sol fuese Cataluña, ya habría un tren litoral construyéndose. Estoy convencido. Si nosotros fuéramos claves para investir a Pedro Sánchez, estarían comprometidos ya millones de euros para hacer esa infraestructura”, añadió días después Salado, en El Confidencial.

Por su parte, la Junta de Andalucía exigió recientemente al Estado que “saque del cajón” la conexión ferroviaria y pidió que se financiara con fondos Next Generation de la Unión Europea. En la misma línea habla el secretario general del PP en Málaga, José Ramón Carmona, quien asegura que Íñigo de la Serna ya dejó todo planteado para la construcción del tren, pero que la llegada de Sánchez “metió todo ese trabajo técnico en el cajón, paralizando cualquier avance”. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no ha respondido a las peticiones de información de EL PAÍS.

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