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Estepona se viene arriba: una ciudad llena de flores, calles peatonales y playas con resorts y villas que enamora a los turistas

Alejado ya de la etapa de corrupción de los años noventa y principios de siglo, el municipio vive una gran transformación urbanística con la aspiración de convertirse en la nueva Marbella

Vista de la plaza de las Flores, en el centro histórico de Estepona (Málaga), desde el hotel El Pilar.
Vista de la plaza de las Flores, en el centro histórico de Estepona (Málaga), desde el hotel El Pilar.Garcia-Santos (El Pais)

La antigua carretera Nacional 340 ha desaparecido a su paso por Estepona (Málaga, 71.925 habitantes). Los cuatro carriles de la avenida España se han transformado en un amplio espacio para pasear con decenas de árboles, palmeras y miles de pequeñas plantas. Hay carril bici y espacio para caminar junto a la playa. “Es una maravilla”, afirma Elena Prieto, que mudó su tienda de moda hasta la nueva área litoral en noviembre, dos meses después de la apertura del paseo marítimo. Es el proyecto que pone la guinda a un ambicioso plan desarrollado por el Ayuntamiento, que ha peatonalizado 21 kilómetros de calles. Iniciativa que ha atraído hoteles, turistas y proyectos residenciales de lujo que permiten a Estepona parecerse a Marbella. También en el precio de la vivienda, que se ha duplicado en menos de una década.

La peatonalización ―y sus periódicos atascos en los alrededores del centro― es uno de los principales argumentos que Estepona ha utilizado para atraer a turistas y, a la vez, retener población. No le va mal. A un lado, más de 400.000 viajeros —el 65%, extranjeros— han visitado la ciudad en lo que va de año, superando ya las cifras de 2019, según el Instituto Nacional de Estadística. La localidad es el cuarto destino más rentable de España, con un ingreso medio por habitación disponible de 166 euros, como recoge un reciente informe de Exceltur. Su rentabilidad solo está por detrás de Ibiza, Sant Josep de Sa Talaia y su vecina Marbella, y supone un 102% más que en 2019, último año prepandemia. Entonces había un 20% menos de camas hoteleras, que hoy ascienden a 8.340. Al otro lado, si la vista se extiende un poco más atrás, hay otro dato revelador: desde 2003 la ciudad ha aumentado un 50% su población, de los 48.000 de aquel año a los 72.000 de 2021.

Varias personas caminan por el paseo marítimo de Estepona (Málaga).
Varias personas caminan por el paseo marítimo de Estepona (Málaga). Garcia-Santos (El Pais)

Estepona convence a unos y otros con una combinación singular. Ha sabido recuperar los aires de pueblo marinero en el casco histórico mientras, cerca de las playas, crecen los resorts turísticos y las villas exclusivas. Sin apenas tráfico rodado, sorprende la cantidad de personas que, cualquier día laborable, caminan o se mueven en bicicleta y patinete por el centro de la ciudad, con 130 calles y plazas —incluida la del polémico tobogán— que suman 21 kilómetros peatonales. Cientos de fachadas están decoradas con miles de macetas. Hay flores en cada rincón del municipio: arriates, glorietas, parterres, rejas. Según las cuentas municipales, hay más de un millón luciendo de forma permanente. Por eso se creó el eslogan “Estepona, jardín de la Costa del Sol”.

La iniciativa pública ha creado una ciudad amable y la privada la ha seguido. Si hace una década no existía ningún hotel en el casco histórico, hoy hay 16. Uno de ellos es El Pilar, con 36 habitaciones y cuatro restaurantes en la colorida Plaza de las Flores. Abrió en 2021 y este año mantiene un 78% de ocupación media. “Estepona está creciendo y hay que estar aquí”, asegura Javier González, director del hotel gestionado por la cadena Silken, que abrirá pronto otro muy cerca, el Maravilla Palace. “Los clientes celebran tanto la autenticidad de Estepona como sus playas. Y ahora va todo acompañado por iniciativas culturales, deportivas y un despertar gastronómico”, añade Juan Manuel Galán, director del hotel Elba, con 204 habitaciones y casi dos décadas de historia. “Hace años nadie ponía a Estepona en el mapa, ahora se consolida como un destino único”, asegura.

Turistas por las calles del centro histórico de Estepona.
Turistas por las calles del centro histórico de Estepona.Garcia-Santos (El Pais)
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Tanto que las grandes fortunas se han fijado en la zona. La inversión del Grupo Pachá en el nuevo complejo Laguna Village, donde pretende desarrollar un proyecto similar a Lío Ibiza, es un ejemplo, aunque no exento de críticas ecologistas. La apuesta del Grupo Mosh, fuerte en Marbella, por abrir el chiringuito Nido Beach en Estepona es otro. Mientras, el proyecto Emare ha levantado 28 villas con un precio a partir de 3,4 millones de euros en la barriada El Velerín, donde hay otros planes lujosos como la promoción Velaya. Muy cerca, las máquinas trabajan para levantar 140 apartamentos exclusivos en la zona de Ayana. “Ahí ya hemos vendido siete”, dice Jimmy Widen, de la inmobiliaria 3SA Estate, quien cree que Estepona es el lugar donde más crecerán los residenciales de lujo durante los próximos años en la Costa del Sol.

Lejos quedan los años en que el Grupo Independiente Liberal (GIL), de Jesús Gil, y más tarde el caso Astapa hicieran que la localidad fuese sinónimo de corrupción. La llegada de José María García Urbano (PP) en el año 2011 dio paso una etapa de estabilidad. En sus años al frente del Ayuntamiento, el regidor ha impulsado la peatonalización, pero también el nuevo orquideario, la recuperación del antiguo castillo o la construcción de un estadio de atletismo, un auditorio y 22 kilómetros de senda litoral. Hasta el hospital fue pagado por el Ayuntamiento ante la inoperancia de la Junta de Andalucía. La deuda municipal ha pasado de 300 a 50 millones.

El alcalde de Estepona (Málaga), José María García Urbano.
El alcalde de Estepona (Málaga), José María García Urbano. Garcia-Santos (El Pais)

“Poner en valor la historia, embellecer sus calles y generar entornos urbanos abiertos: la clave es hacer la ciudad para los vecinos”, aseguraba García Urbano —con fama de buen gestor— este lunes tras reunirse con la baronesa Carmen Thyssen, que le cederá fondos de su colección para que se expongan en El Mirador del Carmen. Es el nuevo espacio cultural que Estepona espera abrir en marzo de 2023, dos meses antes de las elecciones. Todo apunta a que volverá a arrasar. En 2019 consiguió el 69,04% de los votos, 21 de 25 concejales.

Los cuatro restantes son del PSOE, oposición que según el Consejo Audiovisual de Andalucía está silenciada. El ente subrayó en 2020 que el tiempo dedicado en la televisión local al equipo de gobierno era el 91% del total y solo el 9% a los ediles socialistas. El PSOE denuncia periódicamente que la ciudad tiene un problema de vivienda y, de hecho, el precio del metro cuadrado creció un 18% en el último año y se ha duplicado desde 2014, según Idealista. Critica también la falta de limpieza y la nefasta gestión” del personal municipal. García Urbano “está más dedicado a la especulación y a la construcción de viviendas de alto poder adquisitivo”, denunciaba hace unas semanas el secretario provincial de los socialistas, Daniel Pérez. Puntos negros, por ahora, tapados por el brillo de la nueva Estepona.

Visitantes en el orquidario de Estepona.
Visitantes en el orquidario de Estepona. Garcia-Santos (El Pais)

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